Crítica de SensaCine.com para Spider-Man: Cruzando el Multiverso: Spider-Man elevado al infinito

Cuando una película tiene un personaje muy popular, es un éxito de crítica y público y gana un Oscar, es probable que tenga una secuela. La industria del cine siempre busca aprovechar al máximo lo que ha funcionado, lo que implica varios elementos complicados. En una continuación, el elemento comercial y económico está mucho más encima del proyecto y, lo peor de todo, las prisas están a la orden del día. Por lo general, las secuelas suelen ser inferiores a sus predecesoras, pero de vez en cuando te encuentras con una que te hace recuperar la fe y demuestra que sí se pueden tener cosas bonitas.

Spider-Man: Un nuevo universo demostró que hay vida más allá de Peter Parker y que la fórmula de combinar drama y comedia sigue siendo mágica si se hace bien. El resultado fue una historia original, fresca, que patentó que el mundo del Hombre Araña es tremendamente vasto y puede ser visualmente delicioso. En definitiva: la mejor historia de orígenes del Hombre Araña.

Con todo esto como precedente, Spider-Man: Cruzando el Multiverso tenía unas expectativas extremadamente altas. Afortunadamente, la secuela confirma que estamos ante la mejor saga del superhéroe. Los productores Phil Lord y Chris Miller y los directores Kemp Powers, Justin Thompson y Joaquim Dos Santos han hecho un trabajo excepcional en esta película. Han necesitado cuatro años y medio para hacerla realidad, pero el resultado final es impresionante.

Spider-Man: Cruzando el Multiverso supera a su predecesora en términos de escala y complejidad. Aunque hay muchos personajes nuevos, los personajes importantes de la primera entrega están presentes. La película profundiza en la vida de Gwen Stacy y su entorno, así como en la vida de Miles Morales y su familia. Además, se exploran las complicaciones y conflictos que conlleva ser un superhéroe.

La secuela mantiene los aspectos que funcionaron tan bien en la primera entrega, pero de una forma original. Es divertidísima, emocionante y sorprendente. Nunca sabes qué es lo que se propone realmente hacer la historia y por qué caminos te va a llevar. Y eso se traduce en un viaje inesperado y que demanda tu atención como espectador, pero siempre dejando una sensación de tremenda alegría. Visualmente es mucho más explosiva que la primera entrega. La película es una auténtica gominola en lo estético y coexisten muchos estilos de animación diferentes, incluyendo algunas pildoritas de acción real.

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