La década de los 90 fue una mala época para las películas de superheroes, tal vez los productores creyeron que bastaba con ponerle un traje ridículo a un actor y zurrar a los malos, pues no es así, adaptaciones como Spawn, The Phantom, The Shadow y Juez Dredd acabaron siendo pura mierda por su vulgaridad y mediocridad, eran basuras predecibles y estúpidas sin sentido despreciadas por los fans, intentando repetir una y otra vez la formula del éxito del primer Superman de Richard Donner y el Batman de Tim Burton el genero de superheroes estaba decayendo, como yo siempre he sido un friki de los cómics me apenaba que esas pelis no tuvieran buenos guiones ni arrasaran en taquilla, hasta que me enteré de que en el 2000 Fox anunciaba que iba a hacer una película de X-Men, empecé a investigar y curiosear revistas de cine y cómics sobre como acabaría siendo llevada a la pantalla sin meter la pata, poco a poco viendo las primeras fotos, carteles, reportajes y trailers sentí que iba a ser una gran película y que debía ir a verla al cine, cuando la vi por primera vez quedé impresionado con su guión buenísimo, sus fabulosas actuaciones, sus lujosos y elegantes decorados y vestuario, increíbles efectos visuales y mucha acción, se mantiene fiel al espíritu del cómic pero no en los detalles, sentí que el cine de superheroes estaba en su mejor momento y había resurgido tras su maldición en los 90.