El pasado 22 de enero el cine español recibió un terrible mazazo: uno de los mejores directores de nuestra filmografía, Agustí Villaronga, fallecía a los 69 años, tras una larga lucha contra el cáncer. Su película póstuma, Loli Tormenta, todavía se puede disfrutar en algunos cines de España. Sin embargo, su debut tras las cámaras está bien alejado de esta ‘good feel movie’ protagonizada por Susi Sánchez (Cinco lobitos)... Hablamos de una de las películas españolas más polémicas y perturbadoras de los años 80: Tras el cristal.
La película fue estrenada en el Festival de Berlín en 1986, donde obtuvo algunas críticas positivas. Sin embargo, muchos de los expertos que acudieron al certamen salieron horrorizados de la proyección y no faltaron los descalificativos para su director. "Perverso", "masoquista" e incluso "filonazi", fueron algunos de los adjetivos que recibió en su día el realizador. Según palabras de la propia productora del filme, Teresa Enrich, la película iba a participar en la Sección Oficial a competición aunque "debido a cuestiones ideológicas y a cierta crudeza de su contenido, finalmente, se optó por la invitación a exhibirlo en tres sesiones especiales". Y es que a día de hoy, Tras el cristal es una película muy incómoda cuyo visionado se antoja realmente complicado. Hay que destacar las declaraciones de la productora del filme.
La película arranca con una escena extremadamente dura en la que ya se nos adelanta lo escabroso de la trama: como si el espectador fuese un ‘voyeur’ observamos desde los ojos de un joven como un hombre de avanzada edad (Günter Meisner) tortura a un chico desnudo que está colgado del techo. Tras este acto, extremadamente cruel, el hombre (un alemán llamado Klaus) sube a una torre de su finca y trata de suicidarse. Sin embargo, su intento le sale mal y queda malherido, por lo que tiene que vivir el resto de su vida absolutamente paralizado y respirar gracias a un pulmón artificial. Ante esta penosa situación, su mujer Griselda (interpretada por la actriz Marisa Paredes, Tacones lejanos) y su pequeña hija Rena (a la que da vida la pequeña Gisèle Echevarría, en uno de los pocos papeles de su corta carrera como actriz), se ven obligadas a darle de comer y asearle en la medida de lo posible.
Un buen día, en la casa se presenta un extraño joven llamado Ángelo (David Sust) que dice ser un enfermero que cuidó al hombre durante su paso por el hospital. Sin embargo, pronto conoceremos que el muchacho es el joven que espiaba al torturador germano en los primeros compases del filme y que quiere seguir sus pasos. Ahora, el torturador será el torturado y comienza un tenebroso juego en el que nadie de la familia -ni de los alrededores de la casa- está a salvo. Y es que Ángelo, además de querer seguir los pasos del enfermo, parece guardar un terrible secreto que le une al pasado del tipo que ahora vive enganchado a un pulmón de acero: un antiguo oficial nazi, que torturaba a niños y que ha ocultado su anterior vida a su familia.
Elegida por nuestro ‘publisher’ Alejandro G. Calvo como una de las mejores 50 películas españolas de la historia, Tras el cristal fue prohibida en Australia, donde iba a ser proyectada en un festival de cine. Los responsables alegaron que "las escenas gráficas y el enfoque implacable en el abuso físico y sexual infantil, la tortura y el asesinato". Y es precisamente una de las escenas a las que hacen referencia, la que más ampollas levantó en su día: la tortura y asesinato de un niño a manos de Ángelo, delante de un impotente Klaus encerrado en su pulmón de acero. El muchacho es atado a una silla y se le inyecta una sustancia letal que hace que agonice y muera de manera horrible, en una de las escenas más polémicas e impactantes del cine español.
4 películas españolas que fueron censuradas en el extranjeroPero no es la única muerte de un niño a la que asistimos durante el metraje, en una de sus escapadas a la localidad aledaña a la casa. El sádico Ángelo pone sus ojos en un niño que canta en un coro. Posteriormente, le secuestrará y le obligará a cantar delante de un consternado Klaus, que finalmente observa impasible como su torturador acaba cortando el cuello del niño. En varias ocasiones, y con la película ya montada, se pidió a Villaronga que la eliminase del montaje final debido a su crueldad, pero el director se negó, lo que causó bastante polémica.
Pero no sólo a las críticas por la crudeza de sus imágenes tuvo que enfrentarse el debut en el largometraje de Villaronga. El Ministerio de Cultura tuvo que mediar ya que la película tenía un distribuidor que sufrió un infarto, y pidió la devolución del dinero. El estreno estuvo paralizado, incluso antes de llegar a juicio y la película llegó a las salas con retraso. No sólo eso: la filmación se tuvo que parar en sus últimos días, y se tuvo que terminar el rodaje gracias a una subvención. Además, la película no pudo contar con sonido directo y algunos personajes -como el protagonista Klaus- tuvieron que ser doblados en postproducción. Y es el propio actor que interpreta a Klaus, el alemán Günter Meisner rechazó el papel en un principio, horrorizado por la historia. Según Villaronga, el intérprete le llamó unas semanas después para aceptar el papel, argumentando que no podía dejar de pensar en el guión. Meisner recitó fonéticamente sus diálogos, y más tarde fue doblado el actor Lluís Homar (Los abrazos rotos), que era 31 años más joven que el germano.
Algunas de las críticas de usuarios que se pueden leer en IMDB son: “Una extraña y perturbadora película de arte y ensayo con una original pero lenta dirección de Agustí Villaronga”. Otro usuario destaca “la película más profundamente perturbadora que he visto nunca”. También podemos leer comentarios como “extremadamente intensa, sólo para aventureros” o en tono de sorna “una divertida película para ver con la familia y los amigos”.
Celebramos el Día del Cine Español con el top 50 de las mejores películas españolas de la historiaA pesar de toda la polémica, Villaronga demostró gran virtuosismo en un debut con escasos medios y gracias a su bellísima factura e impecable fotografía la película es un ‘must’ para todo buen cinéfilo que se precie. Tras el cristal es, sin duda, una de las mayores obras cinematográficas de culto de la industria nacional. La película se encuentra entre las mejores películas de terror del catálogo de Prime Video.