La jornada de ayer, sábado (ergo: día más importante del festival... hasta que venga Julia Roberts), presentó un puñado de películas muy interesantes -entre ellas, lo nuevo de Kim Jee-Woon o la ganadora del público en Sundance 'Happy Thank You More Please (Happythankyoumoreplease)-', de las que hoy vamos a comentar un par, ambas españolas: 'Buried (Enterrado) (Buried)' de Rodrigo Cortés y 'El gran Vazquez' de Óscar Aibar. Además, claro, vimos cosas raras de explicar, de John Malkovich sonriendo como si te fuera a sacar la espina dorsal en un solo gesto, a Loquillo haciendo ver que hablaba por teléfono y una extraña fiesta mexicana en el Bataplán (discoteca festivalera por antonomasia) donde unos mariachis tocaban "Cielito lindo" (los mariachis, por cierto, eran más falsos que el alcohol blanco del local) mientras la jet-set del botijo se codeaba con las estrellas patrias (es un decir).
Pero hablemos de cine que para eso nos pagan. Y empezamos por la sección oficial competitiva, es decir, por 'El gran Vázquez', sentido homenaje al enorme (más que grande) autor de cómics creador de personajes como Anacleto, La familia cebolleta o Las hermanas Gilda (y en quien Ibáñez se inspiró para crear al moroso que vive en el ático de 13 Rue del Percebe), a cargo tanto del realizador de la cinta (y del guión), Óscar Aibar, como de su intérprete principal, un tronchante Santiago Segura. Película de corto alcance, heredera del espíritu Bruguera (Ed.) y con una estética hiperrealista cercana al primer 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' (2003), la obra es todo aquello que se podía esperar de ella... y nada más. Ejercicio de reivindicación de un crápula en toda regla -estafador, ladrón, polígamo (11 hijos de 7 mujeres diferentes), mentiroso compulsivo- al que sólo parecían importarle de veras sus (eternos) personajes y a quien Segura interpreta con soltura fundiendo ambos personajes (el de Vázquez y el suyo propio). Se agradece la contención, la seriedad y el funambulismo dramático, es lo más cerca que estaremos nunca en España de realizar un 'Atrápame si puedes (Catch Me if You Can)' (2002) -vaya, que aún estamos muy lejos.
Dentro de la sección Zabaltegi-Perlas se presentó también 'Buried (Enterrado) (Buried)', todo un film-pepinazo que ha dirigido Rodrigo Cortés retratando (en tiempo real) la agonía de un hombre que despierta enterrado en un ataúd. Una hora y media adrenalínica, absolutamente terrorífica, no apta para un público con enfermedades coronarias congénitas, cuyos puntos álgidos son el desasosegante arranque y, especialmente, sus 20 minutos finales. Un perfecto ejemplo del terror en vertical mezclado con la emoción más disparada. Es cierto, a medio relato la película posee chillones trucos de guión y algún que otro subrayado, según nuestro punto de vista, tan inoperativo como prescindible. Pero vaya, minucias, que aquí hemos venido a sufrir divirtiéndonos (y viceversa); y en ese aspecto, la película que protagoniza un excepcional Ryan Reynolds, es el perfecto ejercicio de suspense apto para todos los gustos (inclusive los más exquisitos). Y, ojo, para ponerle ese final, hay que tenerlos cuadrados.
Música de fondo: Joy Orbison.
Alejandro G.Calvo
