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    'Aita' cierra con polémica el festival

    Crónica del día 24/09/2010. La crítica se divide con 'Aita' de José María de Orbe (a nosotros sí nos ha gustado); además analizamos el resto de la sección oficial en nuestra crónica de cierre del Festival.

    La Zinemaldia echa el cierre (a falta de conocer el palmarés) en una edición marcada por dos hechos, seguramente, no tan diferenciados como podría parecer a priori: por un lado se trata de la última que dirige Mikel Olaciregui -cumplía diez años en el puesto-, por otro, y puestos a ser sinceros, valdría la pena resaltar la hostilidad que desde ciertos ámbitos -políticos y mediáticos- se ha mostrado sobre el certamen. A estas alturas a nadie debería asombrarle que uno de los periódicos nacionales más importantes haya escupido lava sobre la sección oficial -el cine, parece ser, puede ser tratado igual que los vaivenes de Belén Esteban, qué se le va a hacer-, pero sí resulta llamativo que desde instituciones oficiales (llámese ministerio o ICAA, da lo mismo) exista una voluntad maligna de imponer su ley (la del más fuerte) a la hora de decidir lo que debe ser un festival cinematográfico internacional. Podríamos entrar más en detalle, pero no merece la pena: así que sólo nos queda remarcar nuestro apoyo al Festival Internacional de Cine de San Sebastián que, particularmente, este año ha tenido los bemoles de apostar por el cine (y los autores) de más calidad, dando como resultado una de las ediciones más brillantes de los últimos años. Y no hablamos por hablar, pues este cronista cumplía diez años como habitual del evento.

    Arrancamos con 'Aita' de José María De Orbe una de las propuestas más bastardas vistas en San Sebastián. Cine de raíces claramente marcadas -Erice, Guerín y hasta Zulueta- que supera de largo la propuesta de su anterior obra, 'La línea recta', adentrándose en un terreno complejo donde el espíritu necrófilo del cinematógrafo se mece en un seguido de retratos de una casa en descomposición habitada por dos personajes que parecen salidos de una obra de Beckett. Albert Serra ya había demostrado que la austeridad formal puede ir perfectamente acompañada del humor más marciano, algo que reafirma Orbe en una película enigmática, subyugante y compleja donde conviven en dura pelea el cúmulo de referencias con la voluntad de erigir una mirada subjetiva profundamente personal. En definitiva, una obra necesaria por su aplacadora belleza que bordea con el equilibrio de un funambulista el naufragar en los referentes de los que bebe.

    John Sayles en la rueda de prensa de presentación de 'Amigo'

    Hemos visto más películas, lástima que no puedan entrar todas en las tan esclavizadas crónicas diarias. Por ejemplo, 'Amigo' de John Sayles, el otrora padre del cine indie americano que anda ahora más perdido que Marco en busca de su madre y que presentó una película sobre la independencia de Filipinas que, posiblemente, haya horrorizado al filipino Raya Martin (miembro del jurado). Algo más liviana resultó 'Cerro Bayo' de la realizadora argentina Victoria Galardi, un retrato amable de la codicia humana con unos intérpretes tan taimados como acertados. Un mecanismo similar al de la china 'Addicted to Love' de Liu Hao, donde se retrata el amor otoñal de dos ancianos presuntamente enfermos de Alzheimer y donde la comicidad sirve como vía de escape ante tanta tragedia. El festival cerró sus puertas hoy con 'Elle s'appelait Sarah' de Gilles Paquet-Brenner, un drama equilibrado que revive con elegancia el horror del nazismo, ya fuera de competición.

    Música de fondo: Big Boi

    Alejandro G.Calvo

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