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    Entrevistamos a Isaki Lacuesta por 'Los pasos dobles'

    El realizador español nos describe cómo es su nueva película, en el marco de la 59ª edición del Festival de San Sebastián.

    ¿Cómo explicarías 'Los pasos dobles' al gran público?

    Isaki Lacuesta: Es como una caja de sorpresas. Creo que su estructura narrativa está más cerca de los cuentos, de la tradición oral, incluso de los dibujos animados. Todo son historias fuertes, no existen las transiciones. Tampoco está muy alejada de las estructuras de las películas de aventuras clásicas: pasando de un espacio a otro sin detenerse a dar muchas explicaciones. Me apetecía pasar al extremo contrario del mostrado en 'Los condenados'. Me contaba Miquel Barceló que en Mali habían grandes contadores de historias, como no hay televisión ni mucho con qué entretenerse, se dedican a contarse cuentos. Si les cuentas algo, ellos te lo devuelven a los tres días mejorado, como si les hubiera pasado a ellos y no a ti. Una noche le preguntaron a Miquel por Jesucristo y él, además de la de Jesucristo, les contó las de Caravaggio, Frankenstein y de Billy El Niño. Y al cabo de unos días se dio cuenta de que ellos estaban contando las cuatro historias mezclándolas, como si todo fuera un mismo personaje.

    Imagínatelo: "iba Jesucristo robando bancos con su fusil hasta que la policía lo crucificó y resucitó como Frankenstein". Era extraordinario. De ahí que 'Los pasos dobles' no es la historia de Augiràs, sino de cómo se contará la historia de Augiràs dentro de 200 años. El propio Augiràs tenía una  frase que creo que se adapta bien a la película: "Voy de metamorfosis en metamorfosis hasta acabar algún día con todos mis dobles".

    Da la sensación de que has querido hacer con Augiràs lo que Todd Haynes hizo con Bob Dylan en 'I’m not there'.

    I. L.: Tiene mucho que ver. Cuando vi 'I'm not There' pensé: está película me hubiera gustado hacerla

    ¿Y qué tal fue rodar en Mali? Me imagino que debe chocar estar filmando a gente que no sabes lo que dice.

    I. L.: Entiendo muy pocas palabras. Es algo que ya me había pasado en 'La leyenda del tiempo' con los personajes japoneses. Pero igual que aquí me podía explicar con ellos en otra lengua, en 'La leyenda del tiempo' los actores sabían español y aquí los chicos de Mali hablaban francés. Así, yo les daba las explicaciones y ellos luego actuaban en su lengua natal. Hay muy poca improvisación en la película así que no hubo grandes problemas al respecto. Lo más complejo llegó más tarde: cuando montamos la película. Teníamos toda la película hablada en dogón con subtítulos en francés marcados con el final de palabra y de frase. Eso llevó bastante más trabajo.

    Entoces 'Los pasos dobles' no fue una película que varió durante su creación, sino un proyecto cerrado donde sabías perfectamente lo que querías.

    I. L.: Espero que a medida que la gente reflexione sobre lo que ha visto acabarán dándose cuenta de que no hay nada espontáneo en ella, todo está muy medido, muy elaborado, muy pocas cosas se dejaron al azar. Lo único que hemos quitado son las transiciones.

    Yo las elipsis las he encontrado más marcadas a medida que la película avanzara, como si poco a poco el relato fuera desquiciándose. Hasta llegar a alcanzar puntos cómicos que no veía en tu cine desde 'Cravan vs Cravan'.

    I. L.: La idea era relacionarlo con los cuadros devorados por las termitas que aparecen al principio de la película. Cada espectador debe pensar qué significa ese agujero, qué le inspira, con qué lo rellena. Si alguien conociera la historia de Augiràs se dará cuenta de que me ciño mucho a ella. Augiràs tuvo una relación tormentosa con su tío de donde surgió buena parte de la rabia que aparece en su poesía. Tuvo una época de fascinación por el western y el espagueti western: el súper 8 que aparece en los títulos de crédito lo muestra disparando una escopeta. Y acabó sus días como un eremita, abandonado del mundo, viviendo una vida mística muy misteriosa.

    Augiràs, Cravan, Camarón, Gardner… parece que busques fantasmas para devolverles su lugar en la historia del cine.

    I. L.: La verdad es que no sé de dónde me viene, sé que son personajes que me fascinan, pero no sé muy bien porqué.

    Eres un realizador que suele ser muy mimado por la crítica, ¿te condiciona ello a la hora de crear una nueva obra?

    I. L.: ¡Por alguna! Que hoy me han dado hostias por todos lados…

    Bueno, no consideraremos a Boyero como crítico de cine.

    I. L.: No me condiciona en absoluto. Tengo la sensación de que he hecho una película que no tiene nada que ver con las inquietudes de los críticos españoles. No parece conectar demasiado con nadie. Mis nuevos proyectos de ficción son muy variados, incluyendo muchas comedias. Uno de los que más ilusión me hace es un proyecto que tengo para televisión junto a Albert Pla.

    Alejandro G.Calvo

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