Mi cuenta
    Paisajes del apocalipsis

    'Hell', 'The divide' y 'Otra tierra', tres maneras distintas de vivir el fin del mundo. Vaya, que la temática central de Sitges 2011 serán los cyborgs, pero las películas de lo que hablan es del apocalipsis. ¿Será la fiebre del 2012?

    El mundo está fatal. Al menos, si nos creemos lo que nos cuentan las (muchas) películas que copan la cartelera fantaterrorífica del festival de Sitges. Y es que si hasta ahora habíamos visto cosas como '4:44 Last Day on Earth' o 'Contagio (Contagion)', donde la vida llegaba a su fin mediante la desintegración de la capa de ozono y la aparición de un nuevo virus letal, respectivamente; en un sólo día hemos visto tres visiones más del armaggedon definitivo: 'Hell', 'The Divide' y, esta de forma más sutil, 'Otra tierra (Another Earth)'. Y eso que aún nos quedan por ver 'Melancolía (Melancholia)' de Lars von Trier y 'Juan de los Muertos' de Alejandro Brugués... En fin, de todas ellas la más inane resultaría la indie 'Otra tierra (Another Earth)' del director norteamericano Mike Cahill. En ella una joven deberá experimentar una particula redención expiativa tras, al arrancar la película, arrollar borracha con su coche a una familia inocente. Así mientras hace de buena samaritana intentando recuperar al viudo (el único que sobrevive) de una fuerte depresión, aparece en el cielo un nuevo planeta idéntico a la Tierra (incluso está habitado por sus mismos habitantes viviendo miméticas vidas) que cada vez se acerca más y más al nuestro. Así la película es un híbrido entre una romántica historia de superación -lo menos interesante del invento- y un minimal sci-fi que, en su brevedad, consigue captar toda nuestra atención. He ahí su único, pero capital, problema: que mientras el director vuelca todas sus fuerzas en lo argumentalmente trágico, el espectador lo que quiere saber es que pasa en esa otra tierra repleta de dopplegangers. Y nos quedamos con las ganas.

    El homenajeado Michael Biehn

    En una ceremonia en la que se otorgó al mítico actor de cine de acción Michael Biehn con un premio a toda su carrera -recordemos sus inolvidables aportaciones a 'Terminator (The Terminator)', 'Aliens, el regreso (Aliens)' o 'Abyss, el secreto (The Abyss)', todas ellas de James Cameron-, pudimos ver 'The Divide' del realizador francés afincado en norteamerica Xavier Gens. Biehn encabeza un reparto en el que se encuentran caras conocidas como las de Rosanna Arquette o Milo Ventimiglia, en una película del subgénero "búnker apocalíptico". Es decir, un grupo de personas encerradas en un sótano, totalmente aisladas del exterior -las bombas atómicas han convertido Nueva York en un cementerio de edificios-, acaban convirtiéndose en bestias salvajes capaces de violar, torturar y asesinar a sus cóngeneres. Un camino, el de la vía del exceso, que Gens sobrepasa con creces sin que sus virtudes como director aparezcan por ningún lado -la película tiene un ritmo sincopado y los actores están terriblemente dirigidos-; de ahí que 'The Divide' sea una película para aquellos que busquen emociones fuertes... sin poner el listón cualitativo demasiado alto.

    Y ahora sí que vamos a hablar de una buena película, al menos así nos lo ha parecido a nosotros, que nos quedamos totalmente sorprendidos -dicho factor es clave para entender nuestra apreciación- ante la fiereza e inteligencia de la alemana 'Hell', del director novel Tim Fehlbaum. Película sobre la superviviencia en el post-apocalipsis, que arranca con un mínimo corpúsculo de apariencia familiar huyendo en un coche destartalado en busca de agua, y acaba como un remake oficioso de 'La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre)', repleta de elementos de alta tensión y con un control del tempo dramático (y del horror más salvaje) realmente brillante. Perfectamente fluida de principio a fin, la película ni ahoga al espectador con su espiral de actos tenebrosos, ni cae en tópicos manidos del cine teen. Es cierto, tampoco añade ninguna mirada nueva al género, pero vaya, tanto da: esto es oficio y estilo tremendamente refinado. Y además, claro, da miedo, da mucho miedo. Sea quién sea que haya programado esta película nos ha alegrado el día. Queda dicho.

    Alejandro G.Calvo

    FBwhatsapp facebook Tweet
    Comentarios
    Back to Top