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    10 actores que sufrieron torturadoras sesiones de maquillaje
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.
    Escrito con:
    Lorena Vialás

    Cuando un papel requiere una gran transformación siguiendo el método tradicional -sin CGI de por medio- suele significar largas jornadas en una silla a merced de un grupo de artistas.

    Cada vez son menos los directores que apuestan por las producciones con efectos tradicionales, donde los monstruos y grandes construcciones ocupan su espacio real en los sets de rodaje y el croma verde queda relegado a un segundo plano. Los que quedan se esfuerzan mucho en construir su particular universo y dan lugar a criaturas increíbles que requieren el esfuerzo y trabajo de un gran número de profesionales.

    Siempre que aparece algo así en pantalla es muy valorado, pero a veces los espectadores pueden olvidar la tortura que supone para los intérpretes someterse a un proceso de este estilo. Un actor que tiene que maquillarse para transformarse en el personaje de una película puede pasar 5 o 6 horas sometido al quehacer de un grupo de artistas. Prótesis faciales, pintura verde, ojos manejados a distancia, trajes corporales especiales... El mundo del cine es capaz de inventar muchas cosas para hacer realidad sus historias y estos actores son el mejor ejemplo de ellos.

    Estos 10 intérpretes aceptaron el reto de pasar largas jornadas en la silla de maquillaje para transformarse en villanos, heroínas o entrañables personajes que son recordados décadas después. Sufrieron tortuosas sesiones, sí, pero valió la pena.

    Stellan Skarsgard, el temible Barón Harkonnen de 'Dune'

    Stellan Skarsgard es el Barón Harkonnen de DuneDenis Villeneuve vio en él al candidato perfecto para convertirse en el temible villano en su fascinante adaptación del libro de Frank Herbert, pero tenía que pagar un precio: 7 horas de maquillaje diarias. El equipo de maquillaje dejó volar su imaginación para adaptar al personaje, que en el libro se describe como una persona con obesidad mórbida que necesita suspensores para caminar. Asi crearon un impresionante traje que se adaptaba a la perfección al cuerpo del intérprete.

    El actor reconoce que mentalmente no había problema, pero físicamente fue muy duro. Tenía que estar quieto durante 7 horas y ver cómo trabajaban los artistas. "La parte más importante era la cara que exigía un trabajo extremadamente delicado. Después venía la prótesis de cuerpo completo, con un chaleco refrigerante debajo y, a veces, un arnés para las escenas con cables. Y tenían que pintar los espacios entre la piel falsa de la cara y las manos y el traje", cuenta Skarsgard. Afortunadamente, su parte de grabación solo conllevó 8-10 días de rodaje.

    Zoe Saldana y Karen Gillan, Gamora y Nebula en 'Guardianes de la Galaxia'

    Hacer que un personaje de cómics cobre vida en la pantalla conlleva un proceso muy complejo que no siempre termina bien. El director James Gunn lo hizo a la perfección en Guardianes de la Galaxia y para eso requirió un equipo de 50 artistas de efectos especiales. Dos de las que se llevan la peor parte, si hablamos de jornadas tortuosas de maquillaje, son Zoe Saldana y Karen Gillan, Gamora y Nebula, respectivamente.

    Saldana tiene que pasar 3 horas en la silla para transformarse en la hija de Thanos. Durante el proceso le pintan la piel de su característico tono verde, le transforman la cara, le colocan la peluca... Un cambio drástico. Sin embargo, es su hermana en la ficción la que lo tiene más crudo.

    Nebula es un ser que fue desfigurado por Thanos. Éste alteró cibernéticamente su cuerpo, por lo que el diseño de su rostro requería una pieza especial. "La prótesis de cinco piezas era un rompecabezas de uniones y mezclas dentro de las mismas piezas", dice el artista David White. La actriz también llevaba lentillas de 22 milímetros y, no lo olvidemos, se rapó el pelo para dar vida a la extraterrestre. Cada sesión de maquillaje lleva cuatro horas y 15 minutos, a los que se suma media hora para quitarle todo el aparataje cuando terminan la jornada de rodaje.

    Anjelica Huston, la Gran Bruja de 'La maldición de las brujas'

    Uno de los mejores elementos de La maldición de las brujas es el aspecto de las protagonistas. Lo que luce tan bien en pantalla es porque, inevitablemente, hay un gran trabajo detrás. En el caso de Anjelica Huston, la Gran Bruja, se sometió a un largo proceso antes y después de rodar sus escenas. Para dar vida a la protagonista, tenía que pasar entre 6 y 7 horas en la sala de maquillaje. Una vez que terminaba la grabación, cansada y deseando llegar a casa, tenía que volver a pasar 5 o 6 horas sentada para que le quitasen las prótesis.

    ¿Qué llevaba tanto trabajo? Una máscara facial completa, una joroba en la espalda, garras mecanizadas y una clavícula inolvidable. Casi nada. Huston dudaba si aceptar el papel debido al proceso de maquillaje, pero decidió aceptarlo y convertirse en la pesadilla de los espectadores más jóvenes. Y nosotros se lo agradecemos.

    John Matuszak, el genial Sloth de 'Los Goonies'

    Convertirse en uno de los personajes más queridos y recordados de la infancia de muchos vale cualquier jornada infernal de maquillaje. Eso es lo que debía pensar John Matuszak, quien interpreta a Sloth en Los Goonies. El físico de Matuszak, exjugador de fútbol americano, era perfecto para el papel: 2 metros de altura y 140 kilos de peso. Pero había que hacer algo con su rostro, que era demasiado normal.

    Un equipo de tres expertos diseñaron la máscara de látex, la dentadura postiza y una prótesis ocular controlada a distancia. Para que la mirada de Sloth fuese simétrica, un técnico tenía que controlar el ojo protésico, de este modo sus dos ojos podía mirar en la misma dirección. Actor y operador tenían que ponerse de acuerdo para parpadear con una breve cuenta atrás.

    Matuszak pasaba 5 horas cada día de grabación para convertirse en Sloth. Los jóvenes protagonistas estaban avisados: "No mojéis el maquillaje de John. Si lo hacéis, quedará arruinado", le decía el director Richard Donner. Por supuesto, se mojó, pero el actor se lo tomó con mucha filosofía y se metió de nuevo en la sala para que le retocaran.

    Mike Myers, Gordo Cabrón en 'Austin Powers' (entre otros)

    Austin Powers fue un gran aporte al género de comedia y añadió a personajes míticos a la carrera de Mike Myers. No hablamos solo del espía protagonista, sino de Gordo Cabrón. Este desagradable personaje que quería comerse "a tu bebé 'asao' con ensalada" fue todo un trabajo creativo de Stan Winston y su equipo, que aceptaron el trabajo con mucho entusiasmo.

    Para convertirse en el personaje, Mike Myers tenía que pasar 7 horas esperando a que le pusieran todas las prótesis necesarias. En realidad, esto no fue lo peor del rodaje. El actor podía pasar mucho calor dentro del traje, así que utilizó un traje especial -utilizado en las carreras de coches- para estar, literalmente, refrigerado. También le proporcionó un "evacuador de desechos" por si necesitaba descargar. Aunque rara vez lo usan, ya que sudan tanto que no necesitan ir al baño.

    Brad Pitt, el hombre que rejuvenecía en 'El curioso caso de Benjamin Button'

    La adaptación a la gran pantalla de la novela de F. Scott Fitzgerald comenzó a fraguarse allá por 1994. Varios fueron los directores y actores que sonaron para los hipotéticos largometrajes de El curioso caso de Benjamin Button. Pero la compleljidad que suponía mostrar a un mismo protagonista desde su vejez hasta su más tierna infancia hizo que no fuera hasta bien entrados los 2000 cuando se inició su producción. Los avances tecnológicos, principalmente en la técnica de captura de imágenes por ordenador (CGI), fueron clave para que David Fincher viera factible el desarrollo de la película.

    Pese a ello, Brad Pitt, protagonista de la cinta, no se libró de tener que sufrir largas sesiones de maquillaje para meterse en la piel de su personaje. La decisión de no utilizar únicamente imágenes por CGI en los momentos en los que el actor tenía la apariencia de un hombre de 80 años, además de abaratar costes de producción, permitía dar un aspecto más realista al personaje de Bejamin Button. 

    "Brad tuvo que soportar unos efectos de maquillaje más complicados y lentos", explicaba el productor de la película, Frank Marshall, durante la promoción de la película a finales de 2008. Y es que, había jornadas de rodaje en las que Pitt tenía que estar sentado cerca de cinco horas en la silla de maquillaje. El resultado fue tan impresionante, que la cinta fue galardonada con el Oscar al Mejor maquillaje. 

    Eddie Murphy, Sherman Klump (y muchos más) en 'El profesor chiflado'

    “Una cosa es hacer animales-hombres o extraterrestres. La gente acepta mejor lo que ve (...). Pero si hay un agujero en el medio de la cara de un tipo gordo, es obvio que algo anda mal. Definitivamente también sentí la presión de hacer este maquillaje para el personaje principal; si no funcionaba, la película no funcionaría". Para el artista y maquillador Rick Baker su trabajo en la mítica película El profesor chiflado ha sido uno de los más complicados de su carrera en el cine. 

    Recordemos que en el filme dirigido por Tom ShadyacEddie Murphy interpretaba no sólo al profesor Klump y a su alter ego Buddy Love, sino a todos y cada uno de los miembros de la familia Klump. Baker explicó que para hacer posible las diversas transformaciones de Murphy, se tomaron varios moldes de su cuerpo, desde la cabeza hasta los pues. Con ellos, el equipo artístico del filme creó con arcilla varias réplicas de la cabeza y el rostro del actor, para darle el aspecto que tendría en pantalla el doctor Klump. Para el cuerpo emplearon silicona, goma espuma y bolsas de aire llenas de líquido para simular el sobrepeso de Klump. 

    “Me encanta el maquillaje. Pero ni siquiera yo querría sentarme en una silla durante 70 días con gente dándome golpes en la cara. Eddie siempre estaba de muy buen humor. Lo único que no quiso hacer fue afeitarse el bigote, lo que hizo que la madre y la abuela fueran un poco más desafiantes. Pero en general, fue un placer trabajar con él ", recuerda Baker. Estas interminables jornadas de maquillaje obligaban al realizador a grabar cada día las escenas de cada uno de los personajes a los que interpreta Murphy. ¡Lo contrario ya hubiera sido una tortura!

    Robin Williams, Daniel Hillard y, sobre todo, Euphegenia en 'Sra. Doubtfire'

    Otra de las estrellas de Hollywood que tuvo que enfrentarse a largas jornadas de maquillaje para interpretar a un personaje fue el malogrado Robin Williams. En La señora Doubtfire, dirigida por Chris Columbus, el actor interpretaba a Daniel, un padre de familia que, tras divorciarse, busca la forma para poder estar más tiempo con sus hijos. Esto le lleva a transformarse en una mujer de unos 60 años que se convertirá en su nueva canguro.

    La adorable señora Doubtfire consiguió meterse en el bolsillo a los espectadores. Y menos mal, porque si después de los más de 270 minutos que duraban las sesiones de maquillaje diarias que tuvo que aguantar Williams, hubiera sido para llorar. La maquilladora Ve Neill, colocaba, en el rostro del actor, una a una las piezas en las que se dividía la máscara creada por Dick Smith y Greg Cannom. Cada pieza debía disponerse de manera independiente para conseguir que la cara de la señora Doubtfire tuviera expresión facial.

    Por si fuera poco, cada día Neill debía pintar cada una de las arrugas y las manchas que tenía el rostro de la señora Doubtfire. Esto se traducía en jornadas de más de cuatro horas de maquillaje. Este arduo trabajo fue reconocido con el Oscar al Mejor maquillaje, en 1994

    Jim Carrey, el protagonista de 'El Grinch'

    Las sesiones de maquillaje de ochos horas llevaron a Jim Carrey a plantearse la idea de abandonar el rodaje de El Grinch, la película de acción real dirigida por Ron Howard. "El primer día fueron ocho horas y media y volví a mi camerino y atravesé la pared con la pierna. Le dije a Ron Howard que no podía hacer la película", reconocía Carrey en una entrevista para el programa The Graham Norton Show, 14 años después del estreno de la cinta. 

    Howard consiguió convencer al actor para que no le dejara colgado, pero seguía sin acostumbrarse a eso de estar sentado en una silla día tras día, mientras le maquillaban y le colocaban el traje de pelo verde que le haría parecer el mismísimo Grinch. Su malestar provocó diversos enfrentamientos con el jefe del equipo de maquillaje, Kazuhiro Tsuji, quien debido a la presión que sentía decidió tomarse unas semanas de descanso alejado del set. 

    Al ver que sin las manos de Tsuji nada era lo mismo, Jim Carrey pidió a Howard que suplicara al artista que volviera al rodaje; prometiendo que cambiaría de actitud. Aún así, Carrey sufrió en silencio los 92 días de maquillaje que tuvo que soportar. Unas jornadas que el actor comparaba con "ser enterrado vivo".

    Robert Englund, el terrorífico Freddy Krueger de 'Pesadilla en Elm Street'

    Robert Englund tampoco llevaba demasiado bien tener que cambiar su rostro en cada sesión del rodaje de Pesadilla en Elm Street. "Me siento en la silla y Kevin Yagher, que es el maquillador más guapo del mundo, me maquilla durante unas cuatro horas", explicaba Englund, unos años después del estreno de la cinta de terror dirigida por Wes Craven.

    El actor tenía que meterse en la piel del despiadado asesino Freddy Krueger, un hombre con el rostro desfigurado debido a las quemaduras sufridas cuando solo era un niño. El propio Englund afirmaba que para sobrellevarlo de la mejor forma posible "bebemos mucho café y hablamos". Pero también reconoció que a medida que iban avanzando las horas y le "iban poniendo más y más pegamento" se volvía "más y más intratable". Hasta llegar a un punto, tras "cuatro horas" en el que "no queda nada de Robert Englund. ¡Es sólo un maldito cascarrabias llamado Freddy Krueger!".

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