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    Entrevista a Víctor Clavijo, protagonista de 'Sicarivs, La noche y el silencio'

    La nueva cinta del actor, dirigida por Javier Muñoz, llega a las pantallas españolas este viernes 15 de mayo.

    Este viernes 15 de mayo llega a las pantallas de cine de toda España lo último de Víctor ClavijoSicarivs, la noche y el silencio. La cinta, dirigida por Javier Muñoz, sigue a un asesino a sueldo que, tras no ser capaz de cumplir su último encargo, se ve obligado a acabar con los que se lo ordenaron. En SensaCine hemos tenido la oportunidad de charlar con él para conocer mejor a este siniestro personaje, y al actor que se oculta tras él. 

    ¿Cómo ha sido ponerte en la piel de un asesino a sueldo?

    Es un viaje, una experiencia muy interesante. He interpretado a personajes malvados, incluso de asesinos en serie en alguna serie como Policías, pero en este caso el personaje es muy peculiar, mucho más complejo que los otros. Una complejidad que viene de algún modo de que es alguien que no disfruta con lo que hace especialmente, pero lo hace sin ningún tipo de rencor ni de remordimiento, entender ese punto psicológico de cómo alguien es capaz de hacer eso sin ser un psicópata absoluto que le hace disfrutar con ello, pero que al mismo tiempo no siente culpa ninguna. Encontrar ese click psicológico para entender esa mentalidad es la parte más complicada a la par que la más interesante de investigar. Investigué mucho sobre sicarios y sobre psicópatas. 

    ¿Cómo fue ese proceso de investigación?

    La herramienta básica fue Internet, pero también preguntamos a muchos policías que nos hablaron de sicarios españoles, y sicarios que operan en España porque muchas veces provienen de otros países, de Europa del Este a lo mejor, hacen el trabajo y se vuelven a ir, no viven aquí. Nos hablaron de estos casos, y a partir de ahí empezamos a imaginar un personaje que por el hecho de ser español, es alguien que tiene que pasar desapercibido, lo que le convierte quizás en el número uno. Es alguien que no deja pistas, no deja huellas, lleva un perfil bajo a nivel vital, es alguien que no se caracteriza por emborracharse o meterse droga y llamar la atención, no es alguien especialmente fuerte o que vaya vestido de forma especial,...

    Empezamos a diseñar un personaje que tuviese ese perfil bajo, un tipo amable y normal, puede ser tu vecino, tu compañero de butaca en el cine, pero que al mismo tiempo es el más letal de todos. Y pensamos que podía ser alguien que hubiese trabajado en la Policía durante un par de años, ya que conoce todos los elementos para no dejar pistas ni dejar huellas, se lleva los casquillos de las balas, sabe dónde va a mirar la Policía para organizar su comportamiento. Además, tiene contactos dentro del Cuerpo que son los que le pasan el armamento. Pensamos que seguramente fuese un tipo que trabajó un par de años allí y le echaron precisamente por no saber medir, a lo mejor en un operativo entraba y mataba a 5 o 6 que eran inocentes, y la le echan, aunque él ya tiene esos conocimientos.

    Con todos estos elementos, informándonos sobre los sicarios de Sudamérica, y sabiendo que no queríamos un sicario de este estilo, porque no opera bajo los efectos de las drogas ni es torpe. Sino que es más español, más sobrio, más discreto en ese sentido, empezamos a decidir que queríamos y qué no de lo que había en Internet. Así encontramos a Richard Kuklinski, un sicario que trabajó para la mafia de Nueva York durante muchos años y cometió ciento y pico asesinatos. Tomé la decisión de que este personaje sería parecido, alguien de que pequeño no sentía ningún tipo de remordimiento ni empatía hacia los animales cuando los torturaba y sencillamente ha convertido en esto su herramienta de trabajo. 

    Es curioso porque en la cinta solo siente remordimientos por una persona, aunque luego mate a quince sin dudarlo... 

    No es que sienta remordimientos del todo, pero sí le recuerda a alguien cercano. Hay un punto muy interesante en la gente que mata, ya que ellos muchas veces actúan como soldados, pero en cuanto le ponen alma a la persona que están matando, cuando ven algo que les recuerda a alguien cercano, eso les persigue toda la vida. La clave me la dio el documental El acto de matar, en un momento dado, uno de los torturadores de la cinta explica que una de las personas a las que mató le mira a los ojos y él cometió el error de aguantarle la mirada -si no recuerdo mal- y eso le persiguió toda la vida. A partir de ahí es cuando su cabeza empezó a decirle que lo que hacía no estaba bien. 

    Cuando mi personaje siente algo distinto respecto a la persona a la que va a matar, le ve el alma o le recuerda a alguien, es incapaz de hacerlo porque sabe que si lo hace puede ser su final. Puede provocarle una culpa que le acompañe el resto de su vida, o puede hacerle débil y crearle una grieta en su mente. 

    ¿Qué viste en el personaje para que quisieras interpretarlo?

    Toda esa complejidad de intentar entender una mentalidad así, personajes así no son habituales. También me atrajo esa capacidad de no juzgar lo que hace. Al igual que el director tampoco lo hace. Defender un personaje así y no juzgarlo me parece un gran reto, y conseguir producir una corriente de empatía con el espectador me parece un reto doble, un doble salto con tirabuzón prácticamente. Y luego meterte en la psicología de alguien así, no era un personaje que se hubiese hecho en el cine español con anterioridad, creo yo. 

    ¿En qué películas has buscado la inspiración?

    Vi mucho cine americano, sobre todo para decidir qué no hacer. Para ver la tradición cinematográfica de este tipo de personajes, ya sean asesinos a sueldo o no. Personajes limítrofes que una noche hacen algo a contrarreloj. Cintas como El silencio de un hombreTaxi Driver, Collateral, Drive -por la estética y el ambiente-... Bebí de muchos sitios para nutrirme un poco de esa atmósfera y así ver de qué manera no se habían abordado esos personajes. Pero sobre todo vi documentales, especialmente sobre Richard Kuklinski y El acto de matar. También vi un documental, del que no recuerdo el título, pero que va de un sicario que habla en primera persona a la cámara en una habitación de motel en la que años atrás mató a varias personas. 

    A la hora de elegir un proyecto, ¿en qué te fijas primero?

    El guion y el personaje. Si no hay un guion y un personaje interesantes me lo pienso mucho y valoro otros aspectos como el económico por ejemplo, pero estas dos cosas son lo que mandan.

    ¿Consideras que la cinta envía algún tipo de mensaje o lección al espectador?

    No debería. Creo que lo que hace es plantear preguntas al espectador. Al final de hecho es lo que hace cuando dice: ¿Quién es más culpable, yo o los ejecutivos y gobernantes que mandan a la pobreza, al hambre y a la muerte a mucha gente? Ese es el dilema que se transmite al espectador, pero la película no arroja una conclusión. Lanza preguntas para que el espectador analice a la sociedad ya que este personaje es fruto de ella, él lo dice: Existo porque vosotros me creasteis, y en la medida que me creasteis aquí estoy para vosotros. Al igual que la prostitución, uno de esos monstruos creados por la sociedad que si siguen existiendo es porque necesita de ella. 

    Estás muy ligado a la televisión actualmente... 

    Voy evaluando los proyectos según van llegando y según puedo encajarlos por tema de fechas y demás. Ahora mismo estoy con televisión y con cine, gracias a Dios. Estoy trabajando en la serie sobre Carlos V, Carlos, Rey Emperador y con la película Guernica. Tengo pendiente de estreno la película Unamuno en Fuerteventura, donde tengo un personaje pequeñito; también tengo por estrenar la serie 14 de abril. La República, que lleva años guardada en un cajón. También tengo ofertas de teatro, estuve hasta hace tres meses con Fausto de Tomaz Pandur.  No decido un medio por encima de otro, el factor decisivo es primero el guion y el personaje y luego quien firma. 

    Todos estos personajes son históricos, ¿hay algún período que te llame la atención especialmente?

    Es verdad. Me gusta mucho el siglo XX, el período de entreguerras, la Guerra Civil Española, la República, la Segunda Guerra Mundial me encanta... El siglo XIX español también me gusta mucho, tuve la oportunidad de tocarlo con la tv movie sobre Prim, pero ahora me está encantando el siglo XVI, estoy descubriendo cosas sobre la historia de España que no conocía. Realmente me gustan todos los períodos históricos, soy un apasionado, antes leía mucha más historia que ahora porque me encanta. Cualquier tiempo pasado, no te voy a decir que fue mejor, pero para un actor es una delicia viajar a otros tiempos y otras épocas. El otro día cuando rodábamos Carlos V en Granada, estábamos vestidos de esa guisa en la Alhambra, y viví un gran viaje como persona. No tengo ningún período más favorito que otro, quizá el romanticismo gótico un poco más. 

     

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