El mítico director tenía una extraña obsesión con las protagonistas de sus películas, especialmente con Tippi Hedren. La actriz dijo que el cineasta era "demasiado posesivo y exigente" y afirmó que le había hecho una "proposición sexual" mientras rodaban Los pájaros. Al parecer, Hitchcock tenía que controlar lo que vestía, comía y bebía la actriz y tenía personal que le decía lo que Hedren hacía fuera del set. Además, intentó besarla en la parte trasera de un coche una vez, pero ella se resistió.
Hedren quiso mantener esto en secreto durante muchos años debido a la reputación del director y su deseo de convertirse en alguien importante en Hollywood. Finalmente, la relación entre ambos se rompió durante el rodaje de Marnie, cuando Hedren quiso pararle los pies a Hitchcock.
