Si te gusta Paco Roca (Valencia, España, 1969), estás de enhorabuena. Al historietista y autor de Arrugas y Los surcos del azar, entre otras, se le avecinan un par de años de lo más ocupados. En 2016 trabajará en la animación de Memorias de un hombre en pijama (Atisberri), su famosa tira de prensa, para un año después, en 2017, estrenarla en cines como película. Arrugas (2012) -dirigida por Ignacio Ferreras- fue aplaudida por crítica y público y ganó los Goyas al Mejor Guión Adaptado y a la Mejor Película de Animación. Pero Roca, un dibujante ambulante según su Twitter, se 'estrena' ahora como director, experiencia que le da vértigo y satisfacción.
En plena pre-producción, Memorias contará con Raúl Arévalo (La isla mínima) como protagonista y con una actriz todavía por confirmar. Charlamos con Paco durante el pasado Festival de San Sebastián donde, además de presentarse cine, también germinan proyectos de las mentes de sus creadores. Para esta nueva aventura, como sucedía con la tira de prensa, Roca se ha inspirado en sus propias relaciones de pareja, en las de sus amigos... todo para construir un mosaico-comedia romántica costumbrista sobre el amor. "También me interesaba estudiar cómo la cotidianidad, la monotonía, la rutina y la felicidad se llevan la creatividad", explica.
¿Cómo surgió la idea de adaptar Memorias de un hombre en pijama?
La idea original ha ido cambiando. Es un proyecto que lleva años, que arranca, que se para... La idea original era hacer una pequeña miniserie o unos capítulos, bien para Internet o para televisión. Son historias autobiográficas y queríamos hacer algo muy fresco. Pero fue cambiando, creciendo... Apareció Raúl Arévalo, que va a poner la voz al protagonista... Eso hizo que nos replanteáramos todo y ya no servían como historias independientes. Había que crear una trama e intentar colocar todo lo que eran las entregas de prensa que habían aparecido en El País Semanal o en el diario Las Provincias. Ahora estamos en fase de pre-producción, tenemos el guion y casi estamos terminando la animática. Y en cuanto la terminemos, pasaremos al trabajo de los animadores.
Al ser un lenguaje distinto, ¿se va a diferenciar mucho del cómic?
Yo creo que sí, por muchos motivos. Como te comentaba, el cómic son historias bastante autobiográficas. Soy yo y, en cierta forma, el personaje es la voz del narrador. Pero al convertirse en película, al tener que ser un actor y al tener que dramatizar, de repente todo te cambia. Tienes que olvidarte un poco de que ese eres tú y mantener la distancia, aunque casi todo esté basado en hechos reales. Esa es una de las diferencias. Y la otra consiste en convertir estas entregas -de relaciones de parejas, reflexiones sobre la creatividad...- en una comedia romántica.
¿Te apetecía cambiar de género después de Arrugas?
Estamos haciendo animación para adultos y de bajo presupuesto, lo que yo creo que te permite una gran libertad. La animación, en sí, es muy cara. Necesitas amortizarla y que vaya mucha gente a verla... Hay que ajustar el proyecto sabiendo que la animación para adultos tiene un público muy limitado. Y el cambio de género... Me gusta la comedia; me gusta el humor... También creo que viene bien, para que no te comparen con lo anterior. Y Arrugas, siendo una película de bajo presupuesto, sí que tuvo buenas críticas, sus Goyas y todo esto... Seguir por ese camino era complicado. Era mejor hacer un giro y hacer una comedia ligera.
Ahora tú y solo tú eres el director. ¿Presión?
Asusta bastante. En el caso de Arrugas, tenías un pie fuera y otro dentro. Pero aquí eres el responsable de que la peli quede bien o quede mal. La vedad es que lo haces con cierto vértigo. Al final, el tema consiste en rodearte de gente que sepa mucho más que tú. Si tienes a buenos profesionales, te empiezas a relajar. Pero da vértigo porque, en el fondo, tienes más que perder que ganar. También es más divertido, aprendes mucho... Yo aprendí mucho con Arrugas y con esta película también estoy aprendiendo muchísimo de cómo narrar.
¿Crees que alguna vez habrá un Pixar español?
Poco a poco. El problema está cuando comparas el presupuesto que mueve Pixar con el que mueve la mayor película de animación en España. Te das cuenta de que es imposible competir por muy buenas intenciones que tengas. Es complicado porque, en general, el cine en España tiene sus limitaciones económicas. Yo soy más fan de las películas de Ghibli y pasan muy desapercibidas. No hay un único- camino, pero me parece más interesante la libertad de los proyectos pequeños que intentar hacer la superproducción. Lo que fue en su momento Chico & Rita, los franceses también lo hacen mucho... Hay películas que, con muy poco presupuesto, te sorprenden: Vals con Bashir, Persépolis... Es más interesante que el intentar hacer un Pixar español.
El cómic bebe mucho de la serie Seinfeld. ¿Se va a mantener ese humor?
A mí es el que me gusta... Seinfeld, Larry David, Ricky Gervais... El cómic tiene mucho de eso, ese punto costumbrista de las cosas y de intentar buscar que el humor esté en esos huecos que no sabes muy bien cómo reaccionar. Si estás en el tren con el iPad y te vas a mear, ¿te lo tienes que llevar por si te lo quitan? En esos momentos de tensión es donde puedes encontrar un poco el humor. Sigue estando presente, pero también es verdad que se diluye todo un poco. En el cómic tienes un control total de lo que estás haciendo. En el cine tú tienes esa idea pero el que está haciendo la animática tiene en su cabeza igual un humor más surrealista...
Raúl Arévalo será el protagonista pero, ¿qué pasa con Jilguero, el personaje femenino?
No podemos hablar aún del tema... La actriz no está contratada porque estamos negociando con dos. Falta ver si una encaja o la otra no... Lo anunciaremos dentro de poco. Básicamente serán ellos dos, Rául y la actriz. Sí que hemos intentado que no fueran actores de doblaje, que también tienen como muy estandarizado el tipo de doblaje: muy limpio, entonado... Lo queríamos más sucio; no de improvisación, pero sí de pisarte; más fresco.
Aunque también va a haber una parte en imagen real...
Sí, pero va a ser muy corta... Igual son 5 minutos al principio y 3 minutos al final de la película. Sale Raúl y a partir de los créditos y demás ya pasa a animación.
¿Tienes tiempo para otros proyectos?
Siempre he intentado trabajar en uno, terminarlo, y después meterme con el siguiente. Porque si no, acabas teniendo una cola... Más que nada, porque te cuesta mucho. A veces es un cambio de tono total. Prefiero hacer una única cosa. Aunque con la peli, me pilló terminando el nuevo cómic, y es un drama. Intenté llevar las dos cosas paralelamente pero tuve que parar el cómic porque no podía. En cierto modo, trabajo durante todo el día.
