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    Jaco Van Dormael ('El nuevo nuevo testamento'): "Me encantaría que existiera una religión con una diosa"

    La película del director belga llega a las salas de cine después de su presentación en el festival de Sitges.

    Figura destacada del cine belga, librepensador y amante del realismo mágico, Jaco Van Dormael estuvo presente hace unos días en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges para presentar su nueva película, El Nuevo Nuevo Testamento. Protagonizada por Benoit Poelvoorde, se trata de una cinta llena de humor irreverente que se atreve a reescribir las sagradas escrituras.El día de la presentación del filme en el festival tuvimos la oportunidad de charlar con el director. Y este es el resultado.

    ¿Cuándo decidió rescribir el Nuevo Testamento?

    No sé cuándo surgió la idea. Tuve un gran profesor que me dijo que puedes reconocer un buen guion cuando está en los pantalones: si es corto y te lo puedes guardar en el bolsillo de atrás es que es bueno. Los dos co-escritores de El Nuevo Nuevo Testamento hablamos mucho sobre el libreto y nos encantó la idea.

    Usted es un director muy intuitivo, sin miedo al ridículo, con ganas de arriesgar tanto formal como temáticamente. De hecho realiza una especie de escritura automática aplicada al cine. ¿Está de acuerdo?

    Ya no tengo miedo. Wim Wenders dice que a lo único a lo que hay que tener miedo es al propio miedo. Y es verdad, la película nunca va lo suficientemente lejos. Incluso si quisiera llevarlo al extremo, cuando acabo un filme siempre digo:‘¡Ah! Lo podría haber llevado un poco más lejos’. Siempre se puede ir más allá, no hay que tener miedo.

    Benoit Poelvoorde lo borda en el papel de Dios. ¿Qué tal fue trabajar con el actor belga?

    En primer lugar es un amigo, por encima de todo. Aun no habíamos trabajado juntos en ninguna película. La  cabina de montaje de Ocurrió cerca de su casa (la película que dio a conocer a Poelvoorde) estaba justo al lado de la de Toto el héroe (el primer filme de Van Dormael), así que íbamos llamando a la puerta diciéndoles: ‘¿podéis hacer menos ruido por favor?’. Así que le conozco desde hace veinticinco años. Durante mucho tiempo habíamos hablado sobre la idea de hacer algo juntos, y no solo cuando íbamos borrachos por la noche. Y esta idea fue perfecta. Es un tipo adorable, muy dulce, y creo que necesitas un tío adorable para hacer un personaje de malo.

    ¿Cree que a los sectores más conservadores de la iglesia les puede molestar esta película?

    De momento no me han raptado doce monjas (risas) incluso siendo este mi sueño. En Bélgica y en Suiza los sectores religiosos y la iglesia nos han mandado cartas a nosotros y a los feligreses diciendo que tienen que ir a ver esta película porque es muy interesante el debate sobre el papel de la mujer en la iglesia.

    Empezamos a escribir este guion cuando en nuestro país había muchas manifestaciones contra el matrimonio homosexual, familias con cruces manifestándose... Rodamos en ese momento tan convulso religiosamente hablando y como no creyentes nos preguntábamos: ¿qué tiene que ver la religión con el amor, o con el hecho de que te puedas casar con una persona del mismo sexo?… Sigo teniendo esa utopía de que es posible amar a cualquier persona. La religión es algo que puede ayudar mucho pero a la vez perjudicar mucho. Todo depende… Se puede ser feliz de manera muy inesperada. La vida no es un guion. No es un libro escrito. La vida va a un sitio que descocemos y de golpe se para.

    ¿Si Dios fuera mujer viviríamos en un mundo mejor?

    Me encantaría que existiera una religión donde hubiera una diosa. Creo que sí, el mundo sería más dulce y amable. Cuando los niños se caen en el suelo siempre gritan: ‘¡Mamá!’. Casi nunca llaman al padre. Creo que la mayoría de las religiones se han creado a través del miedo y de las contradicciones. Con una diosa seguramente se podría haber hecho desde el amor, el consuelo y la comida también.

    En El nuevo nuevo testamento hay gags cómicos que recuerdan al slapstick clásico.

    Sí, me documenté viendo películas mudas. Buster Keaton, como se cae, es el mismo tipo de humor.

    ¿Por qué el de su película Dios acaba desterrado en Uzbekistán?

    No lo sé, porque no tengo ni idea de dónde está Uzbekistán (risas).

    ¿Alguna vez ha recibido ofertas para rodar una película en los Estados Unidos? Sus dos últimos filmes tienen elementos que podrían gustar al público norteamericano.

    Nunca he hecho ninguna película allí. He leído muchos libretos, pero para mí lo más importante es el guion, es la razón por la que me levanto todas las mañanas para ir a rodar. Es lo que me mueve. Si es bueno estaré dispuesto a rodarlo donde sea. Pero que sea bueno.

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