Cada año, un pequeño y privilegiado número de profesionales dedicados al cine ven cómo su labor es recompensada con el máximo galardón, el Goya, mientras que otros muchos son obligados a ver cómo este reconocimiento se les escapa, pese a merecerlo tanto o más que los ganadores. Es a éstos a quienes van dirigidos los Premios Yago, cuya segunda edición se celebró la pasada noche del martes, en Madrid, y contó tanto con un público como con unos presentadores, premiados e invitados especiales, con muchas ganas de pasarlo bien.
Tal y como sucedió el año pasado, los Premios Yago tuvieron como destinatarios a todos aquellos que habían hecho suficientes méritos para engrosar la lista de los premiados de los Goya, pero que habían quedado fuera en el último momento, o ni siquiera habían sido nominados. En esta edición, el jurado encargado de decidir quién ganaba qué ha estado formado por Isabel Vázquez (Movistar +), Gregorio Belinchón (El País), Alejandro Calvo (SensaCine), Jorge Coscarón (FHM), Javier Díaz (Revista Don), Álvaro García (Cuore), Carmen Lobo (La Razón), Juan Ramón López (Revista Semana), Israel Arias (EuropaPress), Gonzalo del Prado (Antena 3), Javier Zurro (El Español) y Belén Remacha (El Diario).
La gala, patrocinada por Hendrick's Gin, fue conducida por el cómico y guionista Luis Fabra, quien al comienzo de la velada ironizó con las posibilidades de que un evento como este llegara a ser más importante que los Goya dentro de unos pocos años. No tardó en dar paso al primer presentador, David Ilundain, que entregó el premio al "nominado no ganador" a Pedro Casablanc, al cual no le fue posible acudir. En su lugar, otro actor de B, Carlos Olalla, tuvo oportunidad de describir las duras jornadas de rodaje que tuvieron que pasar por miedo a la censura.
Javier Ruiz Caldera recogió el premio a "no nominado" poco después de que Imanol Arias protagonizara el gran momento de la noche con su divertida intervención, durante la cual agradeció al director de Anacleto: Agente secreto que le enseñara a no tomarse en serio y a disfrutar. Al subir a recoger el galardón, Ruiz Caldera confesó que el Yago suponía el premio que "más ilusión le había hecho en toda su carrera", para luego añadir que también era el primero.
Ángela Molina, que tampoco había podido acudir, fue reconocida como una de las grandes actrices ignoradas por la Academia de forma reiterada, y el director Pablo Berger (Blancanieves) declaró formar parte de su "club de fans". Por último, y tras el discurso de Santiago Alverú, director de los premios, la plataforma de cine online Filmin también obtuvo su trofeo, el cual subió a recoger José Antonio Luna. Este último, cofundador de la compañía, quiso dedicarle el galardón a todos los que habían pasado por el escenario antes que él.
La gala fue amenizada llegado el momento por la actuación de The Bright -grupo que compuso parte de la banda sonora de Requisitos para ser una persona normal, de Leticia Dolera-, y procedió a su clausura con un "gracias por venir" en humilde homenaje a Lina Morgan. Sin embargo, la noche no había acabado, y con la llegada de invitados como Paco León o Diego San José, además del trabajo del DJ Álvaro Cobarro, la fiesta continuó en El Sótano hasta altas horas de la madrugada.
