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    Entrevista a Mandy Patinkin, Cary Elwes y Clive Revill ('La Reina de España'): "La clave es la familia"

    Los tres actores son dirigidos por Fernando Trueba en esta secuela de 'La niña de tus ojos', filme de 1998 ganador de 7 Goya, entre ellos el de Mejor Actriz para Penélope Cruz.

    Dieciocho años después de que La niña de tus ojos arrasara en la ceremonia de los Goya y supusiera la consagración de Penélope Cruz como actriz, Fernando Trueba se encuentra rodando la secuela. Así, La Reina de España cambiará el Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial por el Madrid de la década de los 50, con nuestro país empezando a abrirse al mundo y favoreciendo la acogida de rodajes extranjeros tales como El Cid, Doctor Zhivago o, por qué no, un lujoso 'biopic' de Isabel la Católica protagonizado por la estrella internacional Macarena Granada...

    Junto a la imprescindible Penélope Cruz regresa la mayoría de actores secundarios que aparecieron en el filme original, tales como Jesús Bonilla, Santiago Segura y Antonio Resines en el papel del fracasado cineasta Blas de Fontiveros, pero no son las únicas caras destacadas del reparto. Así, SensaCine ha tenido el placer de conversar con Cary Elwes, Mandy Patinkin -Saul Berenson en Homeland- y el veterano Clive Revill, y descubrir tanto nuevos detalles sobre esta producción como ciertos secretos de La princesa prometida, la mítica película de los 80 que en su momento co-protagonizaran Elwes y Patinkin. ¡No te la pierdas!

    ¿Cómo es participar en un filme tan coral, tan lleno de actores y, además, con varios de distintas nacionalidades?

    Cary Elwes: Había hecho otros filmes en Europa con anterioridad, pero éste es el primero que se desarrolla tanto en español como en inglés, y creo que Fernando Trueba lo ha manejado muy bien. Además, la historia es buenísima, y ya había trabajado con estos dos caballeros antes, así que…

    Mandy Patinkin: ¿Ah, sí? ¿También habías coincidido con Clive?

    Cary Elwes: Sí, hicimos Las locas, locas aventuras de Robin Hood, con lo que esto era como una especie de reunión para los tres. El ambiente de rodaje, además, ha sido estupendo gracias al reparto español, con todos esos actores que nos han recibido con los brazos abiertos.

    Clive Revill: Lo maravilloso es que profesionales como nosotros seamos capaces, y de hecho lo somos, de apañárnoslas con cualquier idioma, y que lo hagamos con fe y convicción.

    ¿En qué idioma rodasteis vuestras escenas?

    M.P.: En realidad, casi todas son en inglés (Risas). Algo hay en español, pero muy poco, porque no se nos da muy bien. Pero aunque los otros actores hablaran español y nosotros no, todos fueron muy generosos. La Reina de España es una película muy diferente a aquéllas en las que suelo trabajar, y ha sido muy divertido participar en ella.

    ¿Habíais visto alguna película de este director previamente? ¿Qué opinión tenéis de Fernando Trueba como cineasta? ¿Os gustó La niña de tus ojos?

    C.E.: Conocía Belle Époque, la cual me encantó, por cierto. Y Fernando es un director maravilloso. He trabajado como en 90 películas antes, y puedo decirte que es uno de los mejores directores con los que me he topado. Y sí, vi, La niña de tus ojos antes de rodar, y me pareció una película muy divertida y hermosa, sobre todo por ese amor extremo al cine que transmite. Fernando es un gran cinéfilo, ¿sabes?, y tanto La niña de tus ojos como La Reina de España son cartas de amor al cine, y a las personas que trabajan en él.

    C.R.: Yo esta misma tarde he descubierto algo increíble.

    M.P.: ¿El qué?

    C.R.: Muchos de los actores españoles ya habían aparecido en la película anterior…¡y yo no lo sabía! ¡Esta gente es maravillosa, es genial! Nunca había conocido a unos actores así, que contribuyeran a una atmósfera semejante. Esta gente… ¡es como una familia! Tan comprometidos, con unos lazos tan fuertes… ojalá lo hubiera sabido antes.

    C.E.: Siempre se puede aprender algo nuevo cada día.

    M.P.: Nosotros hemos sido como los invitados a una fiesta donde todo el mundo se conocía, pero en la que ha sido muy fácil integrarnos.

    C.E.: La clave es la familia. Fernando ha sabido introducir el ingrediente familiar y recurrir a la gente que más le gusta tener alrededor para que la atmósfera sea en todo momento la propia de una familia. Y, como dice Mandy, hemos sido invitados a formar parte de ésta.

    M.P.: Fernando es un gran director, sí, pero ésa no es su mejor cualidad. Ante todo, es un grandísimo ser humano.

    En numerosas ocasiones, Trueba ha dicho inspirarse para sus películas en el trabajo de Billy Wilder. Clive. Tú has trabajado como actor en dos de los filmes de este legendario director, ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? y La vida privada de Sherlock Holmes -fotograma bajo estas líneas. ¿Ves similitudes entre ambos?

    C.R.: Desde luego. Billy Wilder ponía un cuidado tremendo en que cada palabra, cada coma, cada frase, estuviera en su lugar preciso, para que entonces le tendiera el guión al actor y éste, tras leerlo, dijera “Oh, sí”. Con Fernando Trueba pasa exactamente lo mismo.

    Vuestros personajes forman parte del equipo estadounidense que viene a rodar una superproducción de Hollywood en la España de los años 50. Habladnos sobre qué papel desempeñan en ella vuestros personajes.

    C.E.: Yo interpreto a Gary Jones, un actor americano que se encuentra atado por contrato al estudio, y que viaja a España en compañía de Macarena Granada (Penélope Cruz) y de estos dos caballeros. Y es un personaje muy pomposo, que cuando actúa lo hace muy exagerado, al estilo de los años 50. Lo cual, sí, acaba resultando extremadamente cómico.

    M.P.: Interpreto al guionista Jordan Berman, un comunista declarado que luchó en la Guerra Civil española como miembro de la Brigada Lincoln, que apoyaba al bando republicano. Y en un principio, no le da demasiada importancia al guión, porque no es el que él escribió inicialmente: él escribió algo distinto, y fue obligado a cambiarlo por ciertas presiones. A pesar de esto, algo ocurrirá que cambie su punto de vista.

    C.R.: Yo hago de John Scott, el director de la película, un señor de entre 80 y 100 años de edad. Y, bueno, creo que el personaje dice en total como 11 palabras en toda la película, porque la mayor parte del tiempo aparece durmiendo, y sólo se despierta para decir “¡Acción!”, y luego volver a roncar.

    M.P.: (Risas) Tengo que decir que, pese a todo, Clive fue la persona que más entusiasmo mostró en todo el rodaje.

    Cary y Mandy. Ambos habéis participado en uno de los clásicos ochenteros por excelencia, La princesa prometida, interpretando a Westley y a Íñigo Montoya. ¿Cómo ha sido el reencuentro?

    C.E.: Cuando Fernando me llamó y me dijo que Mandy participaba en la película, fue una maravillosa sorpresa. Le tengo mucho cariño a La princesa prometida, y tener oportunidad de volver a trabajar con Mandy era increíble. Para este filme, además, él y yo entrenamos juntos las luchas de espada durante mucho tiempo, aunque sólo compartiéramos dos escenas en el filme. En La Reina de España, por otra parte, curiosamente, no compartimos ninguna. Esto pasa porque el actor que interpreto se lo tiene tan creído que piensa que el guionista no merece su atención, y es mejor relacionarse con el director o con Macarena.

    M.P.: Bueno, sí que compartimos escenas, pero en ellas no intercambiamos palabra. Por mi parte, yo no tenía ni idea de que Cary estaría aquí hasta que llegué al rodaje. Me dicen: "Cary estará aquí”. Y yo respondí: “¿Cary quién?”. Y Fernando: “Cary Elwes”. Y yo: “Dios mío. Eso es fantástico”. Fue una alegría, y también un poco raro, ¿sabes? Treinta años después. Además, cuando vi a Cary, él estaba exactamente igual a como lo que recordaba, mientras que yo había envejecido un montón.

    C.E.: ¡Ni hablar! Probablemente nunca estuvimos más en forma que cuando rodamos La princesa prometida. Y es que para hacerla tuvimos que hacer ejercicio cada día. Ambos trabajamos muy duro para la escena del duelo; no sólo sabíamos nuestra parte, sino también la del otro, y era todo como un ballet.

    M.P.: Creo que el entrenamiento duró unos seis meses antes de rodar esta escena. Y cuando la estábamos rodando, Rob Reiner de repente decía: “¡Corten, toma buena!”. Y yo me deprimía un montón, porque eso significaba que ya no volveríamos a grabar esa parte otra vez. Pero mi momento favorito fue cuando un día Rob nos miró y nos dijo: “Si pongo una cámara ahí arriba, ¿podríais grabar la escena de lucha entera?”. Y nos miramos asustadísimos. Y así es como la acabamos rodando. Hicimos la coreografía entera, de una sola vez. Nadie había hecho nunca nada parecido, y estábamos orgullosísimos.

    C.E.: Sabíamos que seríamos los héroes de los niños.

    M.P.: Aunque no sabíamos cómo le iría en taquilla. Cuando se estrenó La princesa prometida, de hecho, nadie quiso verla. Fue más tarde cuando encontró su público, y ahora a nuestros hijos, y a nuestros nietos, les encanta esta pequeña película. Se ha convertido en algo que todo el mundo ama. Algo fascinante.

    ¿Podrías decirnos "la frase"?

    M.P.: ¡Por supuesto! (Cambia el tono de voz). "Hola, me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir", (Aplausos).

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