Mi cuenta
    Cannes '69 en 69 petits fours

    El prestigioso Festival de cine francés se ha celebrado entre el 11 y el 22 de mayo.

    1. Lo más LOL: el palmarés.

    2. Lo más poético: Paterson de Jim Jarmusch reivindica el arte desde la cotidianidad en la mejor película de Cannes 2016.

    3. Lo más vigilado: la seguridad se ha extremado este año en la Croisette tras los atentados en París y Bruselas. Te encontrabas con controles para revisar tu bolso o mochila hasta ¡en medio de la calle! justo delante del Palacio del Festival en las horas punta de la alfombra roja.

    4. Lo más indiferente: el rostro del gato de Isabelle Huppert contemplando con felina indiferencia como violan a su ama en Elle de Paul Verhoeven.

    5. Lo más The Americans: esconderte las barritas de biomanan que tienen que servirte de almuerzo en las botas para pasar un control de acceso a una de las salas de proyección tal cual estuvieras colando un microfilm por el Telón de Acero. No se puede entrar con comida en las salas (te la requisan ¡y no la devuelven a la salida!) pero los periodistas a veces no tenemos ni presupuesto ni tiempo como para permitirnos no traernos las provisiones de casa.

    6. La mejor referencia literaria: en la escena más divertida de La mort de Louis XIV de Albert Serra, Vicenç Altaió (Casanova en 'Història de la meva mort') cita a Arnau de Vilanova, médico y escritor medieval que dedicó un tratado a la fisiología del amor pasional.

    7. Lo más interracial (y romántico): las parejas de Loving de Jeff Nichols y de The Transfiguration de Michael O'Shea.

    8. La más descalza: Julia Roberts en la Alfombra Roja de Money Monster, pequeña pero simbólica rebelión contra las imposiciones del dress code.

    9. Lo más beckettiano: esa comida familiar que nunca acaba de celebrarse en Sieranevada de Cristi Puiu.

    10. Lo más claustrofóbico: el film egipcio Clash de Mohamed Diab, que tiene lugar todo él dentro de un furgón policial que deviene microcosmos de la división del país tras la Primavera Árabe.

    11. Lo más CSI/Bones: la autopsia casera de un pie amputado que lleva a cabo el hombre que lo ha rescatado de un putrefacto pantano en la rumana Dogs de Bogdan Mirica.

    12. La más fumadora: Kristen Stewart en Personal Shopper.

    13. Lo más blanco-y-negro: los diseños de Laura (Golshifteh Farahani), la mujer del protagonista de Paterson, entre el op-art casero y la psicodelia en blanco y negro.

    14. Lo más provenzal: campos violetas de lavanda, la luz cálida del Mediterráneo, el litoral de La Ciotat, los jornaleros de origen español e incluso una camarera que habla en occitano (así reconoce su origen Marion Cotillard en la película)... le tan un toque muy provenzal a Mal de pierres de Nicole Garcia.

    15. Lo más errante: los personajes de Mimosas de Oliver Laxe atravesando los apabullantes paisajes marroquíes en busca del lugar donde quieren enterrar a su maestro sufí.

    16. Lo más putero: según Pablo Larraín en el heterodoxo biopic que le dedica, Pablo Neruda.

    17. Lo más neoyorquino: Vittorio Storaro ofrece una hermosa réplica digital al emblemático encuadre del puente de Brooklyn de Manhattan en Café Society de Woody Allen.

    18. Lo más peludo: el chewbaccesco traje folklórico búlgaro que lleva el padre de Tony Erdmann al final de la película. Lo debería petar en los próximos Carnavales.

    19. El más bocazas: ¿Será una tradición danesa lo de soltar alguna barbaridad en las ruedas de prensa de Cannes? En homenaje a su compatriota Lars von Trier (el de "entiendo a Hitler"), con quien ya comparte la capacidad para soliviantar a la prensa con sus películas, Nicolas Winding Refn soltó unas cuantas declaraciones calientes en la presentación de The Neon Demon a propósito del director de Nymphomaniac. Comentó que Lars había intentado acostarse con su mujer, que se le había pasado el arroz y que había tomado muchas drogas. Ah, la civilizada Dinamarca...

    20. La mejor mirada: la de Jean-Pierre Léaud mirando a cámara en un plano sostenido mientras suena el réquiem de Mozart en La mort de Louis XIV de Albert Serra.

    21. Lo más Nu-ma, Nu-ma, Nu-ma-iei: a Juste le fin du monde de Xavier Dolan le funcionan mejor las escasas fugas videocliperas que son los flash-backs que todo el drama sobre la imposibilidad de una reconexión familiar. De paso, con una de ellas, nos enteramos de que el megahit Dragostea de los rumanos O-Zone va sobre... ¡Pablo Picasso!

    22. Lo más zoófilo (I): perros, gatos, saltamontes, un oso pardo, el aullido del lobo, el roedor-sin-identificar mascota de uno de los chicos, abejas, cerdos en dirección al matadero, todo tipo de insectos... Andrea Arnold no se cansa de filmar animales de todas las especies en su road movie American Honey.

    23. Lo más abucheado: quizá Nicolas Winding Refn recogió más insultos (nuestros queridos compañeros aficionados al abucheo le dedicaron unos "pajillero", "tonto del bote" y "onanista"), pero ninguna otra película ha sido más despreciada de forma unánime en Cannes que The Last Face de Sean Penn. En la mayoría de ránkings de crítica no alcanza ni el 1 de media.

    24. Lo más geek: la plantilla de trabajadores de la empresa de videojuegos que dirige Michèle (Isabelle Huppert), junto a su mejor amiga (Anne Consigny), en Elle de Paul Verhoeven. En el libro original, Michèle dirige una agencia de guionistas, así que Verhoeven cambia su profesión para otorgarle al personaje unas cuantas situaciones de puro poderío femenino ante el típico mansplaining o el vídeo de parodia sexual que le dedican sus jóvenes y masculinos empleados.

    25. Lo más subjetivo: el plano de la entrepierna de la protagonista de The Handmaiden desde el punto de vista de la otra protagonista que está a punto de hacerle el amor.

    26. Lo más necrófilo: en el cine de Nicolas Winding Refn hay mucha violencia pero muy poco sexo. En The Neon Demon se ha animado ha filmar una escena de sexo... y le ha salido enferma de cojones.

    27. Lo más divertido: difícil escoger en un Cannes donde ha brillado como nunca la comedia más heterodoxa, desde la fiesta nudista de Toni Erdmann a la vena slapstick de Ryan Gosling en The Nice Guys pasando por los chistes de obesos de 'Ma Loute' a la escena del nacimiento del nieto de Isabelle Huppert en Elle.

    28. El doblete femenino: Kristen Stewart ha sido el rostro cannoise por excelencia de esta 69 edición del festival: estaba en la película inaugural de Woody Allen y protagoniza Personal Shopper de Olivier Assayas.

    29. Lo más un-velero-llamado-Libertad: las alusiones al mar y la navegación en I, Daniel Blake de Ken Loach.

    30. Lo más sermoneador: a La fille inconnue de los hermanos Dardenne se le escapa demasiado cierto tono de sermón respecto a la responsabilidad que tenemos hacia los desamparados.

    31. Lo más perruno: si había un premio alternativo cantado en este Cannes era el Palme Dog: el galardón a la mejor interpretación canina ha sido para Marvin, el bulldog simpático pero gruñón que aparece en Paterson de Jim Jarmusch. El premio se entregó póstumamente porque su intérprete, la perra Nellie, falleció poco antes del inicio del certamen...

    32. La mejor banda sonora: Andrea Arnold se curra la música que acompaña a los protagonistas de American Honey en su road movie por Estados Unidos, done suena desde Rihanna a Bonnie 'Prince' Billie pasando por E-40. Segundo puesto para Aquarius de Kleber Mendonça Filho, que para algo la protagonista es crítica de música.

    33. Lo más olvidable: ah, ¿pero hubo una película de Brillante Mendoza en la sección oficial de Cannes? Qué rápido se olvida una de Ma' Rosa, por mucho que la hayan premiado por su actriz.

    34. Lo más ruidoso: va, le dedicamos otro petit four a Ma' Rosa. Si por algo destaca el cineasta filipino es por la capacidad para captar el barullo caótico de esa Manila donde se difumina la frontera entre espacio público y privado. Mendoza además le añade una banda sonora extradiegética de música distorsionada.

    35. Lo más zoófilo (II): así, La tortue rouge de Michaël Dudok de Wit va de un Robinson Crusoe que se enamora de una tortuga roja y tiene un hijo con ella, ¿no?

    36. Lo más aplaudido: la escena Whitney Houston de Toni Erdmann, desencadenante dramático y momento de liberación catártica para la protagonista del film de Maren Ade.

    37. El doblete masculino: Vlad Ivanov es el secundario más emblemático del cine rumano. El abortista de 4 meses, 3 semanas, 2 días repite aquí con Cristian Mungiu como uno de los policías de Bacalaureat y hace doblete como encarnación de la Rumanía más árida, profunda y violenta en Dogs de Bogdan Mirica, premio FIPRESCI de la sección Un Certain Regard.

    38. Lo más compasivo: el suicidio asistido con sexo anal, chupito de pastis y rock progresivo de Rester vertical. Cómo entender los cuidados mutuos en una comunidad rural, despoblada y queer. ¡Bravo Alain Guiraudie!

    39. Lo más caníbal: los protagonistas locales (frente a los turistas) de Ma Loute de Bruno Dumont y las modelos de The Neon Demon de Nicolas Winding Refn. En una es pura lucha de clases en versión antropófoga; en la otra, metáfora de la capacidad devoradora del mundo de la imagen y la moda.

    40. Lo más bíblico: un adolescente que habla a golpe de versículo bíblico durante casi toda la película protagoniza The Student, el potente drama de Kirill Serebrennikov sobre el retorno del fanatismo religioso en Rusia.

    41. Lo más born-in-the-usa: entre los momentos musicales de American Honey destaca la escena en que la protagonista escucha en la radio del camión donde ha subido haciendo auto-stop 'Dream, Baby, Dream', la versión de 'Suicide' de Bruce Springsteen, junto al conductor que encarna cierta América profunda pura y bondadosa.

    42. Lo más pedorro: el personaje del padre que da nombre a Toni Erdmann de Maren Ade tirándose pedos en los momentos más inapropiados y el desayuno en la casa de la reina de Inglaterra en Mi amigo el gigante de Steven Spielberg cuando hace efecto ese especie de champán verde casero que burbujea al revés.

    43. Lo más vampírico: la vocación del joven de The Transfiguration de Michael O'Shea, un chaval del ghetto loco por el cine de vampiros que intenta convertirse en uno como forma de escapar de su ambiente. La hermosa historia de amor que mantiene con una chica blanca no se ve empañada por el hecho que a ella le guste Crepúsculo.

    44. Lo más resistente: Clara (Sonia Braga) en Aquarius de Kleber Mendonça Filho, una crítica de música jubilada que se niega a abandonar su apartamento en un edificio en manos de una única empresa que lo quiere derribar. Pocas protagonistas de 65 años tan poderosas, sensuales, políticas y reflexivas como esta ha dado el cine.

    45. Lo más armado: ¿a quién se le ocurre atracar un banco de mala muerte en el típico pueblo tejano en que cada habitante debe ser miembro de honor de la Asociación del Rifle? A los dos protagonistas de Hell or High Water, el neowestern crepuscular y cómico de David Mackenzie, que salen huyendo perseguidos por medio pueblo armado hasta los dientes.

    46. Lo más conspiranoico: algunas de las teorías con que se entretiene uno de los protagonistas de Sieranevada de Cristi Puiu, un film que también habla sobre las diferencias entre hipótesis y especulaciones.

    47. Lo más intimista: Exil de Rithy Panh, complemento más reflexivo, poético y filosófico de La image manquante.

    48. Lo más WTF: la crítica del personaje de Charlize Theron a la letra de Otherside de Red Hot Chili Peppers (el tema preferido del médico al que encarna Javier Bardem) en The Last Face de Sean Penn, una película que es un WTF por sí misma y en cada una de sus partes.

    49. Lo más riot grrrl: la familia de Captain Fantastic de Matt Ross robando en un supermercado al ritmo de 'Rebel Girl' de Bikini Kill.

    50. Lo más kaurismäkiano: el tono azul, algunos encuadres, el papel del perro y los momentos pub de Paterson de Jim Jarmusch.

    51. Lo más lobezno: el lobo como mito que encarna los miedos que el protagonista debe afrontar y superar en Rester verticale de Alain Guiraudie.

    52. Lo más silenciado: la posible violación que sufre la protagonista de The Salesman de Asghar Farhadi. Sabemos que un hombre la asalta en la ducha pero nunca se llega a concretar el alcance del ataque.

    53. Lo más amor-de-madre: Fai bei sogni, la declaración de amor de un hijo a la mamma que murió prematuramente de Marco Bellocchio.

    54. Lo más bibliófilo: los erotómanos de The Handmaiden de Park Chan-wook que se delectan con la literatura porno en una biblioteca secreta.

    55. Lo más niña-del-exorcista: la pequeña protagonista de The Wailing de Na Hong-jin, trepidante thriller rural con zombies, chamanes y demonios.

    56. Lo más tramposo: el padre de Bacalaureat, dispuesto a mover todos los hilos y exigir todos los favores para que su hija pase la selectividad y pueda tener un trabajo donde no tenga que mover hilos ni exigir favores.

    57. Lo más contaminado: Teherán en Inversion de Behnam Behzadi, sobre las dificultades de la mujer no casada y sin hijos para llevar a cabo una vida propia en Irán.

    58. Lo más canoso: el abrazo entre Jim Jarmusch y Pedro Almodóvar en la fiesta de Julieta.

    59. La fiesta más alternativa: la familia utópica de Captain Fantastic de Matt Ross celebra el Día de Noam Chomsky en lugar de la Navidad. Tiene algo de La costa de los mosquitos versión cuqui, pero ¿en cuántas otras películas norteamericanas para el gran público se cita con tanta convicción y profusión a Marx y Trotski?

    60. Lo más felliniano: buena parte de la secuencia final de Ma Loute de Bruno Dumont.

    61. El mejor riff ever: el de 'I Wanna Be Your Dog' de Iggy Pop, claro. Pero un poco convencional le queda al amigo Jim Jarmsuch su rockumentary sobre los Stooges Gimme Danger.

    62. Lo más exiliado: el personaje de Àlex Brendemühl en Mal de pierres de Nicole Garcia, republicano catalán que prospera en la vida en la Provenza a pesar del desdén de la mujer con que se casa, enamorada de una ilusión romántica.

    63. Lo más bitchy: además de las secundarias de The Neon Demon, el personaje de Isadora Duncan en The Dancer de Stéphanie Di Giusto, a la que da vida Lily Rose Depp. Propicia la decadencia de la protagonista, Loie Fuller, la creadora de la danza serpentina que popularizó el cine primitivo.

    64. Lo más burocrático: el callejón sin salida en que entra el protagonista de I, Daniel Blake de Ken Loach cuando se queda en el paro por cuestiones de salud y no puede ni conseguir trabajo ni cobrar la baja pone en evidencia hasta qué punto la burocracia estatal deviene una máquina de discriminación de los más desfavorecidos.

    65. Lo más inesperado: encontrarte a Hong Sang-soo filmando su nueva película con Isabelle Huppert en el restaurante de al lado del que estás cenando.

    66. Lo más andrógino: Billie Van Peteghem, bello producto de la endogamia capitalista de la alta sociedad del Norte de Francia, que se enamora del joven local que da nombre a Ma Loute de Bruno Dumont. Para acrecentar la ambigüedad del personaje, quien lo interpreta se acredita solo como Raph.

    67. La mejor frase final: la del médico del Rey Sol en La mort de Louis XIV de Albert Serra: "La próxima vez lo haremos mejor". Pues eso.

    68. PD. Lo más petit four: uno de estos pastelitos toma un protagonismo activo e inesperado en la escena de sexo de Toni Erdmann de Maren Ade.

    69. Lo más de los más: Sobrevivir, una vez más, al mejor festival de cine del mundo.

    FBwhatsapp facebook Tweet
    Links relacionados
    Comentarios
    Back to Top