Pese a haber sido la primera compañía en ver cómo sus cómics eran llevados al cine -concretamente con el Superman de Richard Donner en 1978- parece haber un consenso más o menos definido en cuanto a que las viñetas de DC Comics no han tenido la mejor suerte en su traslado a la gran pantalla. Grandes fracasos como Batman y Robin (1997) y Linterna Verde (2011), o películas tan polémicas como la reciente Batman v Superman: El amanecer de la Justicia, así lo demuestran. La alianza de DC y Warner Bros. espera resarcirse con Escuadrón suicida -estreno el próximo 5 de agosto-, y otros proyectos en camino, como La Liga de la Justicia, pero la sensación general es la de que el cine en imagen real no ha conseguido hacer justicia a los cómics.
Sin embargo, muchos no saben de la existencia de una gran cantidad de películas de dibujos animados que, lanzadas directamente para el consumo doméstico, nunca han contado con el reconocimiento del público que merecían. En ellas, estos icónicos personajes han tenido un desarrollo a su altura, y se han beneficiado de unos guiones bastante más complejos y adultos de lo que pudiera parecer a simple vista.
Todo comenzó con la emisión de Batman, la serie animada, entre 1992 y 1995. Desarrollada por Bruce Timm y Paul Dini, la ficción ganó premios Emmy por la calidad de sus libretos, e incluso consiguió que un personaje exclusivo de la serie pasara a engrosar el catálogo de personajes más queridos de las viñetas -en efecto, hablamos de Harley Quinn. Animados por el éxito crítico, algunos de sus responsables se lanzaron a la producción de largometrajes, iniciando una serie que aún hoy sigue vigente, y de la cual en SensaCine hemos querido recopilar sus mejores momentos. ¡Sigue leyendo!
Batman: La máscara del fantasma (Eric Radomski y Bruce W. Timm, 1993)
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Este filme fue considerado nada menos que la Mejor Película de Animación de 1993 para Empire y, posteriormente, la octava mejor película de supehéroes jamás hecha para los redactores de Time. Los motivos no son difíciles de discernir, ya que en ella encontramos un tratamiento de Batman bastante oscuro -y del que la trilogía de Christoper Nolan es herencia directa-, y una historia muy bien construida, con una intrincada estructura a base de 'flashbacks', que retrataba uno de los momentos más traumáticos del Caballero Oscuro.
El villano de La máscara del fantasma era, propiamente, el Fantasma, personaje inspirado en el Segador aparecido en el cómic de Batman: Año 2, que con sus malas artes conseguía que la policía de Gotham se volviera contra Batman. Al mismo tiempo, la historia se centraba en el romance entre Bruce Wayne y Andrea Beaumont, que finalizaba de manera trágica cuando spoiler: ésta resultaba ser el Fantasma, y moría en sus brazos.
Superman, el último hijo de Krypton (Bruce Timm, Curt Geda, Scott Jeralds y Dan Riba, 1996)
El éxito de Batman, la serie animada motivó la producción en 1996 de otra ficción protagonizada por Superman. Las ambiciones de construir una historia madura y nada infantil eran las mismas, pero la serie no disfrutó del mismo éxito.
Al menos, sí tuvo un inicio por todo lo alto con Superman, el último hijo de Krypton, una película muy estimable que narraba el origen del superhéroe más famoso de DC, para seguidamente enlazarlo con la propia serie. En este filme destacaba la presencia de un amedrentador Lex Luthor, así como la espectacularidad de sus escenas de acción.
