Henry Thomas saltó a la fama mundial a comienzos de los años 80 cuando fue Elliott en E.T., el extraterrestre, una película que marcó la infancia de muchos niños de su edad. Seguro que recuerdas su rostro sin problemas, pero, ¿qué ha sido de él desde entonces? Actualmente tiene 44 años y continúa dentro del mundo de la actuación.
No hay duda de que haber protagonizado la película de Steven Spielberg impulsó su carrera, lo que, por ejemplo, le llevó a trabajar en Valmont, dirigida por Milos Forman y con un jovencísimo Colin Firth de protagonista. Sin embargo, Thomas regresó a Texas para estudiar en el colegio y sólo actuaba de manera ocasional. Ya adulto, aparecería en Leyendas de pasión, Gangs of New York y Querido John, entre otros proyectos. Sus últimas películas son Union, un drama ambientado en la Guerra Civil estadounidense dirigido por Whitney Hamilton, y Ouija 2, la secuela del filme de terror de 2014.
Amblin Entertainment / Mirror / Coleman Rayner
Aunque ha conseguido sobreponerse a la fama conseguida con E.T., Henry Thomas ha reconocido que no todo fueron buenos momentos. En una entrevista con Mirror en 2012 declaró que "por supuesto que ha habido veces que me he arrepentido de ser el niño de E.T. Mi mundo se volvió completamente loco. Tenía esa estúpida fama con la que no puedes ir a ningún sitio. Fue así durante los primeros seis meses que E.T. estuvo en los cines. Salía y era asaltado. Yo era un niño tímido y ser abordado todo el tiempo por adultos me asustaba. Era como un fenómeno de circo, pero sólo tenía que soportarlo cuando salía de casa, así que dejé de salir. Me convirtió en un ermitaño de 11 años".
No fue el único problema que tuvo que superar. Al volver a la zona rural en la que había crecido, Thomas se convirtió en el punto de mira de los matones del colegio: "Todo el mundo intentaba meterme la cabeza en el váter. Quizás tenían envidia, quizás sólo eran cosas de niños. Me decían '¿Qué coj*** haces volviendo aquí? ¿Quién te crees que eres?'". Cuando volvió a actuar, se trasladó a Nueva York pero se alejó de las fiestas, ya que quería alejarse del estereotipo de niño actor que se vuelve "malo". Ahora lleva una vida normal en un barrio residencial de Los Angeles: "Lo hice mejor que E.T.... ¡Él está descansando en una caja en alguna parte!".
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