Amélie no, Emily
Curiosamente, el nombre de la película surgió gracias a la actriz Emily Watson. El director Jean-Pierre Jeunet quería a Watson como protagonista y llegó a cambiar los orígenes del personaje -se habría criado en Inglaterra- para que la británica encajase perfectamente en el papel. De este modo, la película se iba a llamar Emily, no Amelie. Sin embargo, la actriz no aceptó el trabajo porque no quería pasar seis meses fuera de casa y, en su lugar, hizo Gosford Park. El director adaptó la historia para hacerla totalmente francesa y así nació Amélie.
Audrey Tatou, la elegida
Poco después de que Jeunet perdiese a Emily Watson, se encontró con el poster de Venus, salón de belleza donde aparecía Audrey Tatou. El director pensó que la actriz era perfecta para el papel y se reunió con ella para hacer una prueba. Según recoge Mentalfloss, el cineasta declaró a The Guardian que sólo necesitó 10 segundos para saber que ella era la elegida.