Han pasado nueve años desde que Matt Damon protagonizara El ultimátum de Bourne, y mostrara su valía como estrella de acción y protagonista de una franquicia millonaria. Ahora, el actor ha retomado su personaje en la inminente Jason Bourne, y de cara a preparar su interpretación ha conseguido la mejor forma física que ha logrado nunca. Gracias, sobre todo, a su entrenador Jason Walsh, con quien lleva trabajando desde Elysium.
El método de entrenamiento de Walsh, según recoge Business Insider, tiene que ver más con dar forma a un físico atlético, sin importar tanto los músculos que se desarrollen durante el proceso. Lo cual no deja de venirle bien a Damon, quien a sus 45 años debe andarse con un poco de cuidado: "Tenía ciertos problemillas con la espalda y los hombros", revela Walsh, "así que le ayudé con esas lesiones hasta que se sintiera 100% libre de dolor, y luego partir de ahí". El actor quedó tan satisfecho con los servicios de Walsh que volvió a recurrir a él para Marte (The Martian) y, ahora, para su retorno a la saga de Bourne.
En el entrenamiento previo a su participación en el filme dirigido por Paul Greengrass y co-protagonizado por Alicia Vikander y Tommy Lee Jones, Walsh introdujo la VersaClimber, un aparato de cardio sobre el que puedes ver a Damon ejercitándose intensamente en el vídeo de abajo:
Pero ésa no era la parte más dura del entrenamiento, pese a lo que pudiera parecer. Además de la VersaClimber, el programa diario de Damon incluía 100 abdominales, 50 sentadillas, 300 flexiones y levantamientos de pesas de 15 kilos, entre otros ejercicios. Además, el actor debía ingerir 2.000 calorías al día, y beber grandes cantidades de agua.
"Lo ha dado todo", concluye Walsh. "Mucha gente no sabe cómo es trabajar así de duro durante casi un año. Estoy muy orgulloso de él". Para comprobar la excelente forma física que ha acabado consiguiendo el actor no tienes más que esperar al estreno de Jason Bourne este 29 de julio. Entretanto, ¿has visto el tráiler?
