Free Fire, de Ben Wheathley
A Ben Wheathley lo conocemos bien en nuestro país tras su paso por el Festival de San Sebastián (High-Rise) y el Festival de Sitges (Kill List, Turistas, A Field in England) y sabemos lo mucho que le gusta encerrar a sus personajes en espacios que acaban siendo una trampa. Algo parecido sucede en Free Fire, una fiesta del exceso, un ‘todos a cubierto’ en toda regla que, lógico, se convirtió en lo más vitoreado del festival. Al menos en términos de jolgorio. Ambientada a finales de los 70, el cineasta nos sitúa en un hangar en el que el IRA y la mafia irlandesa de Boston se citan para comprar y vender armas, y, obviamente, todo se irá al traste cuando uno de los negociantes se vaya de la lengua por bocazas. Brie Larson, Armie Hammer, Sam Riley y Cillian Murphy, entre otros, protagonizan esta celebración de los tiros y de la diversión silbando en la platea a la velocidad de las balas.