El Rey León pasó a formar parte de la larga lista de clásicos Disney en 1994, año en el que la compañía ya había cosechado decenas de éxitos con títulos tan conocidos como 101 dalmatas, Blancanieves y los 7 enanitos, Los aristogatos o La sirenita. Es innegable que en esa época la Casa de Mickey Mouse ocupaba un puesto importante dentro del mundo de la animación, pero el estreno de la famosa historia protagonizada por Mufasa y Simba llegaría para cambiarlo todo. Por ello, 23 años después de su entrada en cartelera, el co-director Rob Minkoff ha recordado cómo la película supuso un movimiento audaz para este reconocido estudio cinematográfico.
El cineasta ha concedido una entrevista a Collider con motivo del relanzamiento en Blu-ray y Digital HD de la famosa cinta de animación. Durante su encuentro, Minkoff ha explicado que tanto él como Roger Allers utilizaron esta película como un experimento que les permitiría innovar en cuanto al desarrollo de la historia se refiere. Un claro ejemplo de sus avances es el haber introducido la muerte de Mufasa en un momento avanzado de la trama, hecho que llamó la atención de Jon Favreau, director encargado de llevar a cabo la versión en acción real de la cinta.
Una de las cosas que [Jon Favreau] me dijo, lo que él encontraba fascinante, es que "si hubiéramos hecho la película por primera vez en la actualidad, el estudio nunca los habría dejado matar a Mufasa de la forma en la que lo hicimos". Porque no se produce en la primera parte. En una película como Buscando a Nemo, la madre es asesinada, pero ocurre en la primera escena y después se convierte en una clase de prólogo, así que no estamos sentimentalmente ligados a ella. Lo realmente importante de la muerte de Mufasa es que ocurre en mitad de la película, literalmente en el tercer acto, no es algo típico
Probablemente, esta muerte sea, junto con el fallecimiento de la madre de Bambi, dos de los acontecimientos más recordados por todo aquel que disfrutase de estas películas durante su infancia. El motivo de que el estudio de animación dejase a los directores introducir este gran cambio es que en esa época "no existía un precedente real, no existía una fórmula... Porque en Hollywood particularmente, la gente adora tener una fórmula, ¿verdad? Una guía". Por suerte, en ese momento los cineastas no estaban obligados a seguir una serie de reglas, algo que les permitió desarrollar este largometraje de la forma que todos recordamos. "Deberíamos probar todo. Todo y nada. ¿Qué vamos a hacer aquí? Simplemente probar, porque no hay reglas". ¡Recuerda el tráiler sobre estas líneas!
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