Una de esas historias que presenta un protagonista cascarrabias, lleno de manías y alejado de la sociedad, pero con un buen corazón. Puede que haya muchas películas como esta, pero la relación entre Jack Nicholson y Helen Hunt merece un visionado.
Lo bueno de esta película es que funciona perfectamente para verla un día de verano, en una mañana navideña o en una tarde de otoño. El resultado siempre es el mismo, terminarás cantando las canciones a pleno pulmón.