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    Sitges 2017: Vince Vaughn se abre hueco a puñetazos hacia nuestro corazón en 'Brawl In Cell Block 99'

    La nueva película de S. Craig Zahler arranca ovaciones a cada nuevo cráneo que explota en pantalla. Además, ya tenemos favorita para ganar a mejor película este año: 'A Ghost Story’ de David Lowery.

    Había ganas de ver lo nuevo del cineasta norteamericano S. Craig Zahler, que ya revolucionó el festival hace dos años con su magnífico western caníbal Bone Tomahawk (2015) -si aún no la habéis visto: corred a por ella. Pues bien, su nueva película, Brawl In Cell Block 99 (algo así como "Pelea brutal en el bloque de celdas 99"), no sólo no ha defraudado sino que nos ha dejado la sensación de estar ante el nacimiento de un cineasta que nos va a dar muchas alegrías en los tiempos futuros. El arranque de la película ya es toda una declaración de intenciones: en ella vemos a Bradley Thomas (Vince Vaughn, en el papel de su vida) destruyendo el coche de su mujer a puñetazos tras descubrir que ésta le ha estado siendo infiel. Una fisicidad extrema estalla en pantalla dejándonos claro que esto no va a ser un camino de rosas, sino más bien uno de cabezas aplastadas contra el suelo con trozos de cráneo y cerebro explotando cual confeti cumpleañero. Vamos, la película que todos los fans de Sitges reciben con un abrazo y una sonrisa de placer en la cara.

    Al igual que en Bone Tomahawk lo nuevo del Zahler se toma su tiempo en arrancar. Arrastrada por la fatalidad desde el minuto uno, Brawl In Cell Block 99 parece un noir a lo Robert Siodmak. Nuestro hierático antihéroe, traficante de drogas (a su pesar) y con mujer embarazada (Jennifer Carpenter), se verá envuelto en una recogida de material altamente desastrosa y acabará por dar con sus huesos en la cárcel. A partir de ahí la senda de la ultra violencia estará marcada tanto por el azar más nefasto como por la brutalidad habitual en este (sub)género cinematográfico que, no por trillado, sigue dejándonos grandísimas películas. Vaughn brilla en medio de todo este pandemónium de váteres enmerdados, guardias anormales, y bloques de celdas cada vez más infrahumanos, mientras va cayendo más y más en una espiral tan autodestructiva como purificadora. Que la seriedad del primer tercio estalle en forma de comedia semi-gore en su parte final, es la perfecta vía de escape para poder asir una película que ya es de nuestras favoritas del festival.

    Y, como hoy ha sido un gran día en Sitges, ahora pasamos a hablar de una de las grandes películas de 2017 que, también en compite en Sección Oficial (a día de hoy: nuestra favorita para llevarse el premio). Hablamos de A Ghost Story, el último largometraje de David Lowery, quién ya nos llamara la atención con la muy malickiana En un lugar sin ley (2013) y que viene de trabajar para Disney con la funcional Peter y el dragón (2016). En A Ghost Story el de Wisconsin nos cuenta una historia de fantasmas (su título no engaña) a contracorriente con la innegable complicidad de sus dos protagonistas principales: Casey Affleck y Rooney Mara. En la línea de las películas de Shane Carruth -y con un plano a lo Tsai Ming-Liang realmente alucinante donde vemos a Mara comer en plano fijo durante diez minutos- y con un gusto por la metafísica que también podría recordar a Interstellar (2014), esta minimal sci-fi story nos cuenta las peripecias de un fantasma (Affleck), ataviado con una sábana con dos agujeros, viviendo (es un decir: está bien muerto) en lapsos de tiempo elípticos y reversibles contemplando qué es de su vida (y del mundo) una vez él es solo testigo mudo e inmaterial. Lowery, con mínimos elementos -lo más llamativo de la cinta es un largo monólogo en el que el músico Bonnie Prince Billy busca de quitarle todo sentido a la vida humana-, busca contar una historia de amor anclada en la tragedia. Vamos, una pieza cinematográfica tan inteligente en su puesta en escena como bella en su devenir romántico.

    Hay más películas en Sitges de las que no estoy hablando porque ya las comenté cuando las vi en Cannes este mismo año. Si alguien interesado en ellas, aquí van los links:

    Día 1: Sitges 2017: El 50º Festival de Sitges arranca alto con la magistral 'La forma del agua' de Guillermo del Toro

    Día 2: Sitges 2017: Tristemente, Sitges, ya no nos quiere

    Día 3: Sitges 2017:  Sitges 2017: Dave Bautista anima (a hostia suelta) la competición oficial con 'Bushwick'

    Día 4: Sitges 2017: Dave Bautista anima (a hostia suelta) la competición oficial con 'Bushwick'

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