Los números han hablado. Las tres películas más taquilleras de 2017 en EE.UU tienen protagonistas femeninas. Star Wars: Los últimos Jedi -533 millones de dólares-, La Bella y la Bestia -504 millones de dórales- y Wonder Woman -412 millones de dólares- encabezan la lista de lo más visto en las salas estadounidenses. Tras un duro y vergonzoso año para la industria de Hollywood, con casos de acoso y abusos sexuales, estas cifras esperanzadoras comienzan a derribar el techo de cristal paras las mujeres en el séptimo arte.
A pesar de que Luke Skywalker (Mark Hamill) cobró importancia en el Episodio VIII de La Guerra de las Galaxias, la verdadera protagonista del filme y de la nueva trilogía es Rey (Daisy Ridley). Y puede que la audiencia haya puntuado la película con un actual 50% en Rotten Tomatoes. No obstante, la cinta ya ha superado la friolera de 1.000 millones de dólares en todo el mundo.
La Bella y la Bestia, una revisión hacia la acción real del clásico de Disney, también se posiciona en lo más alto de este ránking, con Emma Watson en el papel de Bella, llevándose muy buenas críticas por parte del público. A su vez, Wonder Woman, protagonizada por Gal Gadot y dirigida por Patty Jenkins, se posiciona en tercer lugar como la mejor película de superhéroes -en este caso, superheroína- en la taquilla del 2017. Fue tal el éxito de la cinta, que los aficionados más acérrimos de la Mujer Maravilla de DC pidieron incluso que su directora fuera nominada a los próximos Globos de Oro, que se celebrarán el 7 de enero.
Aunque a Jenkins solo se le pagó un millón de dólares por la película, ella firmó un contrato histórico en el que se le pagarán entre siete y nueve millones por la secuela, según informó THR, abriendo así la puerta hacia un principio del fin del techo de cristal para las directoras.
