El humor de los presentadores
Los monólogos realizados por los maestros de ceremonia no han gustado a gran parte de la audiencia, que veían rancios chistes como "Handia es una peli de ciencia ficción porque al final hay un vasco que folla" y comentarios innecesarios como "la carrera de Ambrossi va para arriba, la de Calvo va regulera, es lo que tiene haber empezado en Física o Química", además de encontrar especialmente desagradable el 'sketch' en el que Joaquín Reyes vomitaba en la cara de el Langui.
Hasta el punto llegó la cosa que incluso hubo quién aseguraba echar de menos a Dani Rovira, quien también fue muy criticado en sus tres ediciones como presentador.
El campo de nabos feminista
En un momento dado, Reyes intentaba hacer un chiste sobre 'mainsplaining' a Leticia Dolera, que desde su butaca respondía con un "os está quedando un campo de nabos feminista precioso", en alusión a que en una gala de carácter supuestamente reivindicativo de la igualdad los presentadores fueran dos hombres, entre otras cosas.
Más mujeres también reivindicaron el feminismo a lo largo de la noche, como Nathalie Poza, que subió a recoger su premio a Mejor actriz con el abanico rojo con el lema 'Más mujeres' que había repartido CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas. Mientras, Isabel Coixet dedicó su Goya a "todas esas mujeres que van al cine, compran entradas y hacen que estemos aquí". Y Julita Salmerón, protagonista del documental Muchos hijos, un mono y un castillo también tuvo unas palabras para las mujeres en su discurso.
La presencia de Paquita Salas
Brays Efe apareció caracterizado como Paquita Salas, la protagonista de la serie homónima de Netflix para entregar el premio a la mejor actriz revelación, pronunciando un monólogo que muchos encontraron como lo mejor de la noche.
Pero, aunque hay quién quiere que presente la próxima edición de los premios, por otro lado encontramos testimonios de quienes opinan que tiraba de demasiados tópicos desagradables como para ser reivindicable.
Emily Mortimer no entiende los chistes
Los protagonistas de La librería, los actores Emily Mortimer y Bill Nighy acudieron a la gala, aunque fue la primera quién protagonizó varios momentos en los que quedaba patente que no comprendía lo que estaba sucediendo.
El más comentado de todos fue cuando realizaron un chiste con el nombre de los hijos que podría tener con Viggo Mortensen y se pudo ver cómo Isabel Coixet le tenía que traducir lo que estaba sucediendo, dejando la incógnita de lo que le estaría diciendo realmente.
