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    'Winchester': Conoce la misteriosa historia de la casa encantada en la que transcurre la película de Helen Mirren

    La cinta dirigida por los hermanos Michael y Peter Spierig acaba de aterrizar en los cines españoles.

    Cuando Sarah Lockwood Pardee se casó con el inventor del rifle de repetición William Wirt Winchester inmediatamente pasó a formar parte de una de las empresas armamentísticas más importantes de Estados Unidos. Este rifle estaba considerado como uno de los más mortíferos de la época, y se convirtió en un factor decisivo durante la Guerra Civil Americana. El rifle Winchester llegó a conocerse como "el arma que conquistó el Oeste", y se calcula que pudo cobrarse en torno a 8 millones de vidas humanas.

    La tragedia invadió la vida de los Winchester cuando su hija Annie fallecía con sólo 6 semanas, en 1866. Pero no sería el único acontecimiento dramático al que se enfrentaría la protagonista de la historia. 15 años después, perdía la vida su marido, William, con sólo 43 años. Esta muerte provocó que Sarah pasase a ser la titular de la mitad más una de las acciones de la compañía de su marido, y se convirtiera en la dueña de una inmensa fortuna de más de 20 millones de dólares, de la época, una cifra que hoy en día serían unos 500 millones de dólares.

    Cambio de domicilio

    Sarah Winchester estaba sumida en una profunda tristeza, pero aún así sacó fuerzas y para intentar cambiar de aires decidió que lo mejor sería dejar su hogar en Connecticut para trasladarse a California. Una vez allí, compró una bonita casa de campo de 8 habitaciones, en San José, una casa que sin duda iba a dar mucho de qué hablar.

    Al parecer, poco antes de trasladarse a San José, la única heredera del imperio Winchester comenzó a sentir la presencia de espíritus de víctimas de los rifles fabricados en su propia compañía. Atormentada decidió acudir a una vidente para contarle su problema y esta fue quien le sugirió que sería buena idea cambiar de hogar.

    La protagonista de la historia en la que se basa la nueva película protagonizada por Helen Mirren vivió en un estado de luto constante. Desde la muerte de su hija y su marido Sarah Winchester se vestía únicamente con largos vestidos negros, nada apropiados para apropiados para una zona tan calurosa como California.

    Desde el primer momento en que pisó su nueva casa de campo supo cuál iba a ser su objetivo el resto de sus días: hacer lo posible para liberar a todas las almas que se había llevado consigo el mortífero rifle de repetición.

    Casi cuatro décadas en permanente construcción

    Y qué haría Sarah Winchester para conseguir su propósito: construir decenas de estancias, en su propia casa, que serían réplicas exactas de las habitaciones dónde cada uno de los espíritus perdió la vida. Aunque todo es un misterio, algunas informaciones apuntan a que algunas noches Sarah subía a una de las torres de la mansión, conocida ahora como 'The Witch’s Cap', y a la mañana siguiente le hacía entrega al capataz de la obra de un nuevo plano para construir una nueva estancia.

    Hay quien asegura que Sarah Winchester siempre había sido una gran aficionada por el mundo de la arquitectura, incluso antes de casarse con William. Esto explicaría, en parte, el diseño de cada una de las más de 500 estancias que se llegaron a levantar en la casa. El realizador de Winchester: La casa que construyeron los espíritus, Peter Spierig, ha explicado cuál fue su impresión al ver la enorme mansión.

    Ciertamente no tiene mucho sentido. Hay una habitación construida encima de otra habitación, al lado de otra habitación, y ni siquiera están en el mismo nivel. Hay extrañas excentricidades arquitectónicas, diferentes formas y tamaños de habitaciones. Extrañas escaleras que conducen a los techos y puertasque dan a caídas de dos plantas de altura.

    Una casa muy avanzada

    El hermano de Peter, Michael, ha explicado que la casa de Sarah Winchester también será recordada por los grandes avances que se incorporaron en ella, todos ellos ideados por su dueña.

    Fue pionera en lo que se refiere a tecnología, habiendo inventado un sistema de intercomunicación que consistía en una serie de tuberías que recorrían toda la casa para comunicarse desde una habitación a la siguiente. Disponía de un sistema de irrigación para el cuidado de los jardines y fue la primera persona de San José en tener teléfono: ¡su número de teléfono era 1234! Siempre estaba mirando hacia el futuro, era muy inventiva. Yo creo que de ahí provenía su pasión por la arquitectura y la razón por la que siempre quiso construir algo nuevo.

    A lo largo de 38 años la casa estuvo en permanente construcción, un total de 16 carpinteros estuvieron trabajando noche y día, sin descanso alguno. El de 5 de septiembre de 1922 Sarah Winchester fallecía en la casa de la no había salido desde 1886, provocando la huida de todos los carpinteros que no querían volver a oír nada relacionado con la casa maldita.

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