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    Los 25 personajes más odiosos de Disney y Pixar

    La compañía del ratón lleva regalándonos desde 1937 protagonistas de todo tipo: princesas, villanos, animales... Pero no todos son igual de simpáticos.

    ERNESTO DE LA CRUZ - 'COCO'

    A este villano, en vez de 'Recuérdame', te dan ganas de decirle algo como: "Olvídame". Todos los antagonistas tienen una perdición, y la suya es la fama, algo que le llevó a hacer cosas terribles, como eliminar a su mejor amigo para quedarse con sus canciones y ocultarlo durante años. En Coco, los conflictos por 'copyright' son llevados al extremo, aunque, una vez más, De la Cruz recibe su merecido.

    CHI-FU - 'MULAN'

    Incluso después de que Mulan salvara China, Chi-Fu mantiene su creencia de que las mujeres son inferiores a los hombres, y tan sólo se rinde ante ella cuando todos los demás lo hacen. A pesar de ser insolente con los soldados y con Shang, sí le rinde devoción al Emperador, quien no parece tenerle mucho aprecio. Al ser borde, pesado y maleducado, no nos extraña que "la única gran mujer que lo ama" sea su madre.

    SCROOP - 'EL PLANETA DEL TESORO'

    Aunque toda la tripulación que se amotina en El planeta del tesoro es despreciable -a excepción de John Silver-, sin duda este arácnido se lleva la palma. No sólo provoca pesadillas a los más pequeños por su terrorífico aspecto, sino que asesina sin piedad y no es capaz ni de seguir en condiciones un motín de su propio líder. De tanto perseguir al pobre Jim Hawkins, acabó llegando hasta el infinito y más allá. Literalmente.

    CAZADOR - 'BAMBI'

    Puede que nunca le veamos la cara, pero matar a la mamá de Bambi y dejarle solo en el mundo es motivo suficiente como para odiarle. Además, es probablemente el causante de multitud de traumas infantiles que perduran aún en la actualidad.

    MÉRIDA - 'BRAVE'

    La princesa protagonista de Brave es la más inusual de todas por sus dotes de rebeldía y su escasa finura, aunque eso no quiere decir que sea la mejor. Si dejamos de lado sus virtudes, como el no querer que nadie decida su destino por ella, no podemos olvidar que acabó convirtiendo a su pobre madre en oso, algo que casi acaba en tragedia. Lo bueno de todo esto es que aprendió la lección y seguro que, si volviera a pasar, el primer paso sería el diálogo, no la brujería.

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