20th Century Fox
El clásico de la ciencia ficción asustó a más de un espectador cuando se estrenó en 1979 y es que sus efectos especiales estaban muy conseguidos para los pocos recursos que tenían a mano. Imagina cómo tuvieron que vivir la escena de la pequeña criatura que sale del estómago de John Hurt en las salas de cine.
Para grabar esta secuencia el director quiso que tuviese una autenticidad extra, así que no le dijo a los actores que iban a quedar bañados de sangre falsa de cerdo -eso es lo que expulsa el estómago de Hurt-. Lo prepararon todo a conciencia, puesto que en la primera toma, echaron una cantidad mínima de sangre falsa. En la segunda, el chorro de sangre fue mucho mayor y es el que aparece en el filme.
