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    Sitges 2018: El público del festival aúlla con el tsunami de violencia de 'The Night Comes For Us'

    Analizamos la cosecha de lo mejor del fin de semana: 'The Night Comes For Us' y 'Summer Of 84 (Verano del 84)'.

    Apuntaos este nombre: Timo Tjahjanto, que ha realizado la mejor película de acción de 2018. Nos referimos a The Night Comes For Us, una cinta a la que el crítico Alberto Lechuga se refirió ayer como un cruce entre The Raid (2011) y “Rasca y Pica”, y que no es para menos: esta producción de Indonesia es una auténtica barbaridad tanto por su manejo cum laude en el campo de las artes marciales, como por ser el film de gángsters más excitantemente violento, precisamente, desde The Raid (que era un título que aún nadie había podido superar).

    La película cuenta cómo cuatro exmiembros de la Triada que han decidido ir por libre, tratan de proteger a una niña a la que persiguen, más o menos, tres mil sicarios de todo tipo y pelaje. Escopetas, pistolas, cuchillos, hachas, cúters y chinchetas, todo vale a la hora de disparar la acción y hacer sacar las tripas a tu contrincante. Soberbiamente realizada, la película se elabora en larguísimas 'set-pieces' de acción controlada -la pelea entre las tres mujeres en la cocina es un deleite absoluto- sustentando su acción dramática en la rivalidad entre el protagonista (Joe Taslim) y un antiguo amigo (Iko Uwais) -ambos actores ya aparecían en The Raid, así que ¡todo tiene sentido!- un poco siguiendo el canon de John Woo en la seminal Una bala en la cabeza (1990). En definitiva, una película 100% Sitges, que el público ha recibido con continuos aplausos y aullidos. No es para menos.

    Verano del 84, ya desde su mismo título, reivindica unas formas de hacer y entender el cine (tan de moda últimamente) tal y como se vivía en los años 80. Firmada por el trío responsable de Turbo Kid (2015): François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell; la película sigue la investigación de una cuadrilla de chavales de 15 años (todos ellos estupendos) que tratan de dar caza a un 'serial killer' que se ha instalado en su comunidad. Obsesionados con que el asesino es un policía, al que da vida Rich Sommer (Mad Men), los chavales se irán aventurando cada vez más en una zona pantanosa donde, literalmente, se jugarán la vida.

    Película funcional, divertida y con sorpresa envenenada dentro, lo cierto es que más que parecerse a Noche de miedo (1985) o a Los Goonies (1985), se acerca más a aquellas películas/series actuales que tratan de emular dichas formas cinematográficas, ya sea por la vía Stranger Things o por la de It (2017). No me cabe la menor duda de que los cineastas aplican todo su talento a la hora de obtener los mejores resultados y de que su intención no sea hacer un 'exploit' si no un homenaje/simulacro. También puede ser que a base de abusar de estos recursos el espectador asiduo al cine esté un poco cansado de encontrarse siempre la misma comida con distinto nombre. En todo caso la película funciona sin pegas y se ve con simpatía, tampoco creo que fuera otra la idea.

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