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    Esto es lo que ocurrió con Mary Austin tras 'Bohemian Rhapsody'

    Como muestra la película, fue uno de los grandes apoyos de Freddie Mercury y esta es su historia tras los sucesos que vemos en el filme.

    Una de las tramas principales de Bohemian Rhapsody es la relación entre Freddie Mercury y Mary Austin, la joven que acabó convirtiéndose en uno de sus grandes pilares de apoyo y, en definitiva, en su gran historia de amor. El cantante declaró que "no podría enamorarme de un hombre de la misma manera que lo he hecho con Mary". Mary nació en 1951, en una familia de clase baja del barrio Battersea, al sur de Londres. Su padre trabajaba en una empresa de papel pintado, mientras que su madre era limpiadora en una pequeña empresa. Comenzó a trabajar en la famosa tienda de ropa Biba siendo muy joven, donde llegó a ser relaciones públicas, y a los 19 años conoció a Freddie.

    En la película, el personaje de Lucy Boynton y el de Rami Malek tienen momentos tensos, aunque después hacen las paces. En la vida real, medios como ScreenRant señalan que no creen que una pelea como la que aparece en la película pudiese haber ocurrido en la vida real, ya que la propia Austin confesaba que se apoyaban absolutamente en todo: "Lo hicimos para lo bueno y para lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Nunca habrías podido dejar que Freddie se fuera". No llegaron a casarse, pero sí estaban prometidos.

    Cuando el cantante confesó que era bisexual -Austin siempre ha mantenido que creía que era gay-, ella decidió mudarse del piso que compartían para trasladarse a un apartamento cercano. Nunca dejaron de ser íntimos y siempre fueron juntos de gira. Además, ella trabajó en la compañía de management de Mercury. Como aparece en el filme, la joven rehizo su vida en el terreno sentimental y tuvo dos hijos con Piers Cameron -con el cual nunca llegó a casarse-. Posteriormente se casó con el empresario Nick Holford, aunque terminó en divorcio tras cinco años de matrimonio. Y es que, no todos estaban dispuestos a compartir el amor de Mary con Freddie.

    Por supuesto, le acompañó en su enfermedad hasta que falleció en noviembre de 1991. Su relación era tan estrecha que el cantante le dejó en herencia su mansión en Kensington, algo que Austin recibió con miedo y le propuso donarlo a un museo. También recibió una parte de su fortuna y el ingreso de por vida del dinero procedente de la venta de discos. Austin reconoce que, al mudarse allí tras la muerte de su amigo, comenzó una de las etapas más tristes de su vida. "Fue la época más solitaria y difícil de mi vida tras la muerte de Freddie. Sabía que tendría problemas al hacer frente a su muerte y a todo lo que me dejó. Lo mejor era que yo misma pudiese salir de aquella situación", contó en una entrevista con DailyMail en 1999.

    En ese momento, Mary Austin se recluyó en la mansión. Todos los trabajadores que habían sido como parte de la familia de Freddie (y de ella misma) se habían ido de la casa y muchos fans la acusaban de ser la guardiana de la mansión. Además, algunos amigos y familiares del artista se sorprendieron cuando recibió tanto en la herencia y se quejaron de ello. Superada esa etapa, ha sabido utilizar el dinero de la herencia para dar a sus hijos la vida que ella no pudo tener -algo que al cantante le hubiese encantado, ya que recibió al primer bebé de su amiga (el único que pudo conocer) con gran alegría-. Motivada por la experiencia personal de Freddie, terminó siendo administradora de la Fundación Phoenix que lucha contra el SIDA.

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