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    Isaki Lacuesta: "En 'Entre dos aguas', hemos hecho ficción de la vida de Isra, Cheíto, sus amigos y familias"

    Secuela de 'La leyenda del tiempo', la ganadora de la última Concha de Oro se estrena en las salas comerciales españolas.

    Han pasado doce años de La Leyenda del Tiempo, y con Entre dos aguas Isaki Lacuesta ha regresado a San Fernando para enseñarnos los destinos de Isra y Cheíto (interpretados por Israel Gómez Romero y Francisco Gómez Romero), cuyas vidas han tomado vías muy diferentes, uno acaba de salir de la cárcel y el otro es militar. Con esta premisa y gracias a una propuesta de un naturalismo abrumador y emocionante, Lacuesta recibió la Concha de Oro en el último Festival de San Sebastián. Se trata de la segunda ocasión en que logra alzarse con el máximo galardón en el certamen donostiarra después de hacerlo con Los pasos dobles (2011). 

    Entre dos aguas es una película que, aparte de indagar en las vidas de estos dos personajes, también nos habla del paso del tiempo, amén de las cosas que permanecen a pesar de ello. Con motivo del estreno de la cinta en salas hoy viernes 30 de noviembre, hablamos con Iñaki Lacuesta, una de las mitades del tándem que forma junto a Isa Campo, para que nos cuente qué ha supuesto regresar a San Fernando, y nos hable de los premios logrados en San Sebastián y Mar de Plata, además de la retrospectiva que estos días le dedica el Centro Pompidou de París.  

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    En 'Entre dos aguas' regresas a San Fernando para ver qué ha pasado con Isra y Cheíto. ¿Qué te motivó a reencontrarte con esos personajes?

    I. Lacuesta – La verdad es que hemos seguido mantenido la relación desde La leyenda del tiempo, y siempre decíamos, medio en broma y medio en serio, de hacer otra película, y es cierto que había una fantasí de volver a rodar juntos. Cuando rodé la primera película pensaba mucho en cómo los personajes pasan de la niñez a la adolescencia, ese cambio a lo largo del tiempo, y entonces me acordaba de las películas de Truffaut con Jean-Pierre Léaud. También de las de John Ford con John Wayne. En sus últimos trabajos juntos, casi interesa más ver a Wayne como el paradigma de un cuerpo viejo que sigue siendo un héroe que la propia trama, aunque la trama no desaparezca. Sigue existiendo, porque Ford compagina el relato con el retrato. En fin, que había un deseo de seguir rodando, y hace cinco años o así pensamos que ya había transcurrido un lapso de tiempo suficiente, y que ahora ya eran adultos y se enfrentaban a problemas de adultos, por lo que era el momento de retomar la historia.

    Dices que habéis mantenido la relación desde la primera película, e imagino, entonces, que tanto Isra como Cheíto habrán aportado mucho en el retrato y el destino en la ficción de sus personajes. ¿Cómo ha sido esta colaboración?

    I. Lacuesta – Como nos conocemos de hace mucho tiempo, había cosas que no hacía falta que nos dijéramos, aunque en una película las relaciones son diferentes. Pero hablamos mucho, hicimos muchas entrevistas, y fuimos recopilando historias de ellos, amigos, familiares, gente del barrio... A partir de ahí, Isa y yo empezamos a escribir un primer guion. En la siguiente etapa, hicimos el casting junto a Isra y Cheíto, para poder dar con gente que tenía que ver con ellos. No nos interesaba tanto que actuaran bien, sino ver cómo funcionaba la química con Isra y Cheíto. Así pues, el casting, el ensayo y la reescritura del guion se iban solapando, e íbamos reescribiendo el guion en función de lo que íbamos encontrando. Si te fijas en los créditos finales, donde pone guion además de Isa y Fran Araújo,  también pone ‘con la colaboración en el diálogo de todos los actores’. Y es que nunca les pasamos un guion escrito para que se lo aprendieran, sino que pactamos los temas de conversación y hasta los turnos de palabra, en alguna ocasión. Ellos tenían la libertad incluso de decirlo con sus palabras. En esta historia hemos logrado una gran ficción de la vida de Isra, Cheíto, sus amigos y familia. 

    El reencuentro no fue tan reencuentro porque nos íbamos viendo cada tiempo. No hubo tantas sorpresas, pero sí cosas significativas y mágicas. Por ejemplo, en cuestión de 24 horas tuvimos todos tres niñas, porque mi hija nació el mismo día que la segunda de Isra y la segunda de Cheíto.

    Han pasado doce años entre 'La leyenda del tiempo' y 'Entre dos aguas'. ¿Qué notaste del paso del tiempo, en términos personales, en las vidas de Isra y Cheíto?

    I. Lacuesta – El reencuentro no fue tan reencuentro porque nos íbamos viendo cada cierto tiempo. No hubo tantas sorpresas, pero sí cosas en medio que fueron significativas y mágicas. Por ejemplo, en cuestión de 24 horas tuvimos todos tres niñas, porque mi hija nació el mismo día que la segunda de Isra y la segunda de Cheíto. Este tipo de cosas mágicas que han ido pasando que no están en la película, pero sí en nuestras vidas. Más que sorpresas, lo que he notado en relación al paso del tiempo son otro tipo de cuestiones, darme cuenta que, de repente, Cheíto, que era un chico tímido que no quería salir de San Fernando, porque decía que fuera de ahí todo eran chabolas, pues acaba de militar, ha conocido medio mundo y tiene una soltura para relacionarse con la gente que de chaval no tenía. Y eso sí es sorprendente y bonito. O en el caso de Isra, que desde pequeño me contaba que quería ser padre. Me lo decía cuando tenía 12 años y yo le respondía: “¡pero si el niño eres tú!”. Y ahora, verle con sus tres niñas... Es emocionante.   

    En el Festival de San Sebastián, hiciste subir al escenario a Israel Gómez y al resto de tus compañeros y compañeras de equipo, para compartir con ellos la Concha de Oro. Fue un gesto muy emocionante. ¿En qué medida querías poner de relieve que la película también es suya y que ellos son la película? 

    I. Lacuesta – En ese gesto había un doble agradecimiento. Primero, por la parte de vida que Isra y Cheíto han aportado a la historia, y que con generosidad han compartido y contado; y también por la parte de actuación que no es su vida y que están interpretando. Creo que ambos son actores muy potentes y brillantes. Insisto en este detalle, porque hay gente que sabe que vengo del documental y que la película tiene esta estética muy realista, y que hay veces que parece que Isra y Cheíto no hagan nada. Pero no es así, porque incluso cuando vemos en pantalla cómo hacen cosas que se parecen a rutinas de su vida diaria, hay una puesta en escena y ellos están interpretando. Cheíto, en el barco, interpreta cosas que le han ocurrido cuando estaba en el barco, e Isra, cuando está en la cárcel, interpreta cosas que no le han pasado nunca, que forman parte de sus miedos. 

    Israel Gómez, de hecho, ha ganado hace apenas unas semanas el premio al Mejor actor en el Festival de Mar de Plata, en Argentina. En San Sebastián reivindicaste su talento. 

    I. Lacuesta – Sí, y ya le pasó algo parecido con La leyenda del tiempo, cuando ganó un premio por su interpretación en el Festival de Las Palmas. Tiene un talento enorme. Es cierto que tiene dificultades con papeles que impliquen otro tipo de acentos u otro tipo de caracterización, pero es verdad también que hay actores que en su carrera no han cambiado casi de registro. Pero bueno, ahora está yendo a una escuela de cine del Puerto de Santa María, con una representante, moviéndose en castings... A ver si consigue papeles, porque creo que talento tiene de sobra.  

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    Con 'Entre dos aguas' estás disfrutando de un momento muy dulce, tras la Concha de Oro en San Sebastián, y el Premio Astor, el máximo galardón de la competición en Mar de Plata. Y, además, ahora el Centro Pompidou te dedica una amplísima retrospectiva.

    I. Lacuesta – Estoy muy emocionado con la retrospectiva del Centro Pompidou, porque es un lugar mítico para mí, ya que desde chaval he pasado mucho tiempo entre sus paredes aprendiendo de los artista a los que admiro. De hecho, queríamos rodar la primera película que hicimos ahí, pero era muy caro para nosotros. Así que hay una parte de mitología personal que se mezcla. Me hace mucha ilusión, además, porque me han encargado varias piezas audiovisuales: dos instalaciones, y una pieza de tipo documental que se titula Où en êtes-vous?, que se le encarga a cada uno de los cineastas objeto de retrospectiva. También van a sacar un libro, que me llegó justo antes de ayer. Lo miraba y me emocionaba mucho, porque recoge información de cosas muy dispersas que he hecho, que ni siquiera mis mejores colegas conocen. Lo de los festivales, por otra parte, es algo raro. A vece lo hablo con amigos músicos, que me dicen "es como si fueras a un festival de música y en vez de tocar en directo, pusieras el disco y luego lo contaras". Hay una parte rara, pero también hay una parte bonita: la de los coloquios, l de la gente que conoces, sean cineastas o personas que no tiene nada que ver con el cine.

    Si hiciéramos una tercera película, la titularía con algo de Morente, creo que 'Despegando', que es el título de un discazo del cantaor con Pepe Habichuela. Además, está bien que la idea de estar despegando llegue al final de nuestras vidas, ¿no?

    ¿Te gustaría hacer una tercera película con Isra y Cheíto? Y si fuera así, después de títulos tan icónicos como 'La leyenda del tiempo', como el disco de Camarón de la Isla, y 'Entre dos aguas', que hace referencia a Paco de Lucía, ¿qué título tendría tu siguiente entrega?

    I. Lacuesta – La verdad es que ahora no sé si haremos otra. Hay una parte de mí que sí piensa en hacerla, pero hay otra que me provoca un cansancio anticipado tremendo. Y cuando lo hablamos con Isra y Cheíto, también vamos cambiando de opinión todo el rato. Y, no sé, supongo que dentro de un tiempo vendrán las ganas y no podré evitarlo. Sobre el título, pues supongo que será algo de Morente, que para mí es Dios–creo que no he llorado tanto con la muerte de alguien famoso que no conocía–. Y, de hecho, la música del primer corto que monté era de Morente, que me la cedió muy amablemente. Un periodista amigo me insistía que si hubiera una tercera parte tendría que titularse Omega, pero eso implicaba que la vida iba a tomar visos de desastre para Cheíto, Isra y para mí. Como apocalípticos. Así que estoy pensando que podría ser Despegando, que es el título de un discazo de Morente con Pepe Habichuela. Además, está bien que la idea de estar despegando no llegue solo al principio cuando somos niños sino al final de nuestras vidas, ¿no?

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