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    De 'Arizona Baby' y 'La Roca' a 'Mandy' y 'Spider-Man: Un nuevo universo'. La redacción de SensaCine elige sus películas favoritas de Nicolas Cage

    El actor acumula más de 100 créditos en su filmografía y seguro que tú también tienes predilección por uno de sus filmes.

    Ciento un créditos como actor. Con esa cifra, hay muy pocas posibilidades de que exista alguien que no haya visto una de sus películas. Nicolas Cage se ha hecho conocido por sus cintas, pero también por algunas de sus excentricidades. Por ejemplo, la tumba que se ha construido en Nueva Orleans o la NicCagepedia, lugar en el que puedes encontrar verdaderas perlas sobre la vida del intérprete. Pero, dejando a un lado esas cosas, en SensaCine hemos querido rendirle un homenaje eligiendo nuestras películas favoritas del actor.

    Desde Con Air (Convictos en el aire), La Roca, Arizona Baby o Corazón salvaje a otras como La búsqueda, Mandy, Señales del futuro o Spider-Man: Un nuevo universo... Porque el debate de si Cage es buen o mal actor seguirá hasta después de que el intérprete termine dentro de su mausoleo con forma de pirámide. Pero una cosa es segura: ha tocado todos los géneros cinematográficos habidos y por haber. Si todavía no tienes una película favorita de Cage, puede que leer nuestras predilecciones te ayuden a decantarte por una u otra.

    'Corazón salvaje' (1990)

    Si Nicolas Cage (protagonista) y David Lynch (director) por separado ya son sinónimo de peculiar, juntos forman una dupla muy muy loca. Y, si añadimos a la ecuación a Laura Dern como acompañante de estos dos, ¡¿qué más pueden pedir nuestras retinas?! Corazón salvaje es un peliculón. Recuerdo que la primera vez que vi la película pensé en varias ocasiones durante su visionado que alguien me había echado ‘droja’ en el Cola Cao. Así que si no la has visto y tienes pensado hacerlo, 'don´t panic', te voy a contar una serie de aspectos que debes tener en cuenta (sin 'spoilers'), para que no tengas que asomarte por la ventana cada 15 minutos a comprobar que todo está en orden y la vida sigue igual. Podríamos catalogar Corazón salvaje como una 'road movie', al fin y al cabo Sailor (Nicolas Cage) y Lula (Laura Dern) se embarcan en un viaje / huida con destino California, pero, ¿quién tiene valor para etiquetar con certeza algo tocado por la mano del dios David Lynch? Hablamos de algo mucho más allá de una 'road movie'. Es un 'thriller', es un dramón, es divertida, es espeluznante, es violenta, es sensual, es inquietante… En resumen, prepárate para una montaña rusa emocional. Nicolas Cage hace un papelón y para mí, es una de sus mejores películas. Laura Dern es esa compañera que todos queremos tener a nuestro lado, porque hace que las cosas sean realmente fáciles. ¡Qué pedazo de actriz! Pero, la mejor actuación en la cinta es la de Diane Ladd, que fue nominada al Oscar y a los Globos de Oro como mejor actriz de reparto. Y, aviso para navegantes, no, David Lynch no gusta a todo el mundo, y Corazón salvaje tampoco. Yo te animo a que te embarques en este ‘viaje’. Y sí, va con doble sentido. 

    Lourdes de Paredes

    'Mandy' (2018)

    Para un tipo como yo, que es tan fan de Nic Cage que hasta tiene una camisa con estampado de sus caras, es realmente complicado escoger una película favorita del sobrino de Francis Ford Coppola. Sin duda hay momentos memorables en su carrera, que ya son “carne de 'meme” como el momento conejito de peluche en Con Air o sus gesticulaciones en Cara a cara, pero no quería irme a lo más tópico de su filmografía. Por ello, finalmente, he decidido decantarme por una de sus interpretaciones más locas (que ya es decir) más recientes: su ‘performance’ en la cinta de terror Mandy. Además de ser una de mis cintas favoritas de los últimos años -un filme de culto a la altura de Drive o de Spring Breakers- el filme de Panos Cosmatos tiene al Cage más desatado de los últimos años -junto al de Teniente corrupto y Como perros salvajes- y la escena en el baño es la mejor muestra de ello. Si a esto le añadimos una banda de motoristas asesinos adictos al ácido, peleas con sierras mecánicas y la lisérgica banda sonora del tristemente desaparecido Jóhann Jóhannsson, estamos ante un largometraje que ningún fan del actor californiano debería perderse. 

    Tomás Andrés

    'Señales del futuro' (2009)

    Misterio, saltos en el tiempo y apocalipsis. ¿Cómo no va a ser Señales del futuro la mejor película de Nicolas Cage si lo tiene todo? Como seguro recuerdas, la ficción narra la historia de John, quien encuentra mensajes respecto a catástrofes en un dibujo que su hijo consiguió en una cápsula temporal en su escuela remontada a 50 años atrás. John intentará impedir el apocalipsis con la ayuda de Diana, interpretada por Rose Byrne. 

    Es cierto que el género está muy trillado, y que ésta trama la hemos visto prácticamente calcada en otras ocasiones como en Ultimátum a la tierra o Invasión. Incluso tiene similitudes la también protagonizada por Cage, Next. Pero, ¿qué tiene Señales del Futuro para considerarla la mejor película del actor? Han sido varias las escenas del filme que me han llevado a ver la cinta muchas tardes de domingo durante diez años pero, bajo mi opinión y sin ninguna duda, la estrella es la escena más tétrica del filme: el momento Lucinda Embry arañando la puerta. Estos momentos, sumados a la dirección de Alex Proyas, hace que la cinta se eleve, superando el halo de indiferencia que persigue al archicriticado actor.

    Marta González

    'Spider-Man: Un nuevo universo' (2018)

    Yo sé que para muchas personas -y no miro a nadie de la oficina-, Nicolas Cage es uno de los grandes iconos del cine. No por sus habilidades para la actuación, que eso ya merece un tema aparte, sino por la curiosidad que despierta él mismo como ser humano. Para mí, en cambio, es uno de esos actores que me cae un poco gordo sin saber muy bien por qué. Es verle en pantalla y no creerme nada de lo que estoy viendo. Por eso, mi película favorita de Nicolas Cage es Spider-Man: Un nuevo universo, una cinta donde no puedo verle y, si la disfruto en versión doblada, tampoco escucharle.

    Tiene un papel de lo más original: él es el Spider-Man Noir, la versión del Hombre Araña que vive atrapado en los años 30 en mitad de una película de gánsteres. Hay que admitir que partía con un buen material de base -la película es una auténtica delicia-, pero tampoco dudo de que Cage puso todo de su parte para conseguir la mejor versión del personaje. Y eso, tengo que reconocerlo, es todo mérito suyo.

    Sara Heredia

    'Arizona Baby' (1987)

    Si Sangre fácil (198) iba a marcar el camino de los 'noirs' futuros de Ethan y Joel Coen, su segundo largometraje iba a hacer lo propio con las comedias. Y tal vez Arizona Baby es la comedia más disparatada de todas cuantas han firmado los Coen. Su guion tiene mucho que ver, por supuesto, pero mucho más la genial química entre sus protagonistas, Holly Hunter, en el papel de Edwina, una agente de policía, y un encantador Nic Cage, como Herbert I. ‘Hi’ McDunnough, un ladrón de tres al cuartos que, en el fondo, es un buen tipo. Por poner un ejemplo, no para de robar en gasolineras pero jamás va armado. En suma, a él le detienen con bastante frecuencia, ella es quien le hace la ficha la policial, y tras una serie de asaltos, detenciones y reencuentros en comisaría, se enamoran, se casan y descubren que no pueden tener hijos. O sí. Porque ante esa situación, deciden robar uno de los quintillizos de un magnate de la zona.

    Nic Cage tenía apenas 22 años cuando trabajó en Arizona Baby, y de alguna manera los Coen lograron modular el ímpetu de Cage, exacerbado por su espíritu juvenil. No cabe decir a estas alturas que Cage es uno de esos actores que necesita una dirección de hierro para que ofrezca lo mejor de sí mismo (aunque no siempre) como tampoco hace falta recordar lo férreos que son los Coen con sus guiones. Así que en el caso del papel de Hi, con su corte de pelo a lo ‘Correcaminos’, camisas hawaianas y muecas estilo Tex Avery, el choque de trenes estuvo asegurado. Aunque apenas hay declaraciones sobre cómo fue la negociación entre el talento de Cage y los Coen, sí se sabe que hubo sudor, aunque no lágrimas. Los Coen, ojo, no le dieron al actor ni pizca de libertad a la hora de improvisar fuera de los límites del guion y el experimento, por otra parte, dio sus frutos: Cage logró una de sus mejores actuaciones, en la que su furor natural encaja a la perfección con el ritmo disparatado y de comedia negra de los cineastas, y la cinta no solo es recordada por los giros locos y frenéticos de su historia (atención al atraco de pañales), sino porque sin Nic jamás hubiera tocado el cielo.

    Paula Arantzazu Ruiz

    'En tiempo de brujas' (2011)

    Con Nicolas Cage no se juega. Mis compañeros me han quitado de las manos Cara a cara, Con Air (Convictos en el aire), La Roca y hasta La búsqueda. Y prefiero elegir una 'locura' de las suyas antes que una de las películas serias del intérprete, oh dios en la Tierra, como Leaving Las Vegas o El señor de la guerra. Daré un paso al frente sin vergüenza en el corazón y confesaré que me gusta bastante El aprendiz de brujo por muy mala que sea y que en mis días malos veo Family Man para imaginar que en otra vida estoy casado con Téa Leoni. Pero, pensándolo mejor, finalmente he decidido escribir sobre En tiempo de brujas de Dominic Sena (Operación Swordfish, 60 segundos) con la entonces prácticamente desconocida Claire Foy (The Crown) -salvo para aquellos que la habían visto como protagonista en la maravillosa miniserie Little Dorrit de BBC. Pero vayamos al grano.

    En tiempo de brujas, ambientada en el siglo XIV, presenta a Cage y a Ron Perlman (Hellboy) como dos caballeros desertores de la Orden Teutónica que, a su regreso de las Cruzadas, encuentran su hogar devastado por la peste negra. Acaban siendo arrestados y chantajeados por un cardenal (Christopher Lee) y se embarcan en una extraña misión que consiste en escoltar a una supuesta bruja (Claire Foy) a un remoto monasterio para cancelar sus poderes. ¡Ahí es nada! Cosas más extrañas se han visto, ¿no? Ellos dos, un sacerdote, un monaguillo, otro caballero y un estafador emprenden el camino. Y lo mejor es que, poco a poco, empiezan a dudar de la inocente imagen que intenta proyectar la prisionera. Aquí, como te habrás imaginado, nada es lo que parece. Lobetes, transformaciones locas, ritos para exorcizar demonios, la Clave de Salomón... Ahhhhhhhh... Si es que Nicolas Cage nunca defrauda. 

    Santiago Gimeno

    'La búsqueda' (2004)

    Nicolas Cage es de esos actores que puede interpretar el papel que sea en la película que sea. Lo de que lo haga bien o mal ya es otra cosa. Pero el bueno de Cage entretiene. Y si además le conviertes en una especie de Lara Croft en plena búsqueda de un tesoro, ya tienes todos los ingredientes necesarios para pasártelo en grande. Por eso, mi película favorita del actor es La búsqueda. Solo la primera de la bilogía porque la segunda es un despropósito y una bonita forma de cargarte algo que tenía mucho potencial para convertirse en una gran franquicia de aventuras. Pese a eso, todavía estoy esperando como agua de mayo que, de una vez por todas, se pongan manos a la obra con La búsqueda 3 y así volver a resolver acertijos a lo Robert Langdon o, yo que sé, secuestrar al Presidente de los Estados Unidos de América. 

    La búsqueda, dirigida por Jon Turteltaub, está protagonizada por Ben Gates -el personaje de Cage-, un arqueólogo que se embarca en la búsqueda de un tesoro que lleva obsesionando a su familia durante generaciones. Ayudando a Cage en esto están su amigo informático, interpretado por Justin Bartha, y la doctora Abigail Chase, a la que da vida Diane Kruger. El malo, por otro lado, es el Ian Howe de Sean Bean. Persecuciones, traiciones, robos, enigmas, historia, templos escondidos... En serio, si no la has visto, ponte La búsqueda, olvídate de las preocupaciones y disfruta viendo a Cage rociar zumo de limón en la Declaración de Independencia de Estados Unidos delante de las narices de Jon Voight después de robarla a lo Ocean's Eleven.

    Andrea Zamora

    'Ghost Rider: El motorista fantasma' (2007)

    De Ghost Rider: El motorista fantasma tengo grabada a fuego la primera transformación de Nicolas Cage en el icónico Motorista Fantasma. Después de rondar por todas las calles de la ciudad incendiado literalmente todo a su paso, acababa en una especie de fábrica donde poco a poco se transformaba en el personaje de Marvel. Pero no lo hacía en tan sólo un segundo. No. Nicolas Cage se recreaba entre gritos, risas frenéticas y expresiones casi imposibles para terminar con la calavera en llamas hecha por CGI. Porque Nicolas Cage cuando se mete en un papel, lo hace muy en serio.

    Así que sí, aceptemos que nunca habrá un motorista fantasma como el de Nicolas Cage, el mismo que incluso consiguió una secuela titulada Ghost Rider: Espíritu de venganza. Y no olvidemos que de día el personaje era un motorista acróbata y por la noche un mercenario que perseguía demonios con un reparto principal formado por Eva Mendes, Wes Bentley y Peter Fonda. Es que lo tenía todo. La verdad.

    Custodio Guerrero 

    'La Roca' (1996)

    La década de los 90 para Nicolas Cage fue su época dorada. Una de esas películas que marcaron un antes y un después en su carrera cinematográfica por aquel entonces fue La Roca. Aunque en un principio parecía que Sean Connery, un jubilado James Bond al que el paso del tiempo no parece pasarle factura, iba a acaparar toda la acción, para sorpresa del espectador es Cage quien consigue llevar todo el peso de la trama desde la sombra. Desde sus fallidos intentos por parecer un tipo duro, hasta algunas de sus líneas que hacen que de una situación tan básica, como una emboscada o la típica espera de la llamada de la Casa Blanca, pueda sacarte una carcajada. El actor se hace con el cariño del público desde el minuto uno. Pero si hay algo que de verdad me gana es el tándem entre estos dos intérpretes. Un tipo de pareja que, si ahora lo pienso, para mi gusto no se ha vuelto a repetir.

    Ana Lasso

    '60 segundos' (2000)

    He de decir que no soy una gran fan de Nicolas Cage. Bueno, realmente no soy nada fan de este actor, al que -por una razón que no llego a comprender- muchos adoran y alaban sus películas, independientemente de su calidad. Sin embargo, cuando me pidieron que eligiera mi película favorita de Nicolas Cage, no tuve dudas: 60 segundos.

    Obviamente, mi elección no está motivada por las magníficas dotes interpretativas de Cage, y tampoco por su presencia, sino porque soy una amante de las películas de atracos, y si además en la ecuación entran los coches… lo siento no tengo filtro. 60 segundos la vi la primera vez con 19 o 20 años, y me flipó. Quería ser como Angelina Jolie y convertirme en una ladrona de coches, aunque fuera a las órdenes de Nicolas Cage. La cinta de Dominic Sena, inspirada en la homónima de 1974, no es una obra maestra del séptimo arte, pero es esa típica película perfecta para disfrutar esos días en los que no te apetece pensar demasiado, en los que buscas una dosis extra de adrenalina.

    Lorena Vialás

    'Con Air' (1997)

    Cuando se planteaba ese homenaje a ese grande que es Nicolas Cage, yo lo tuve claro: Con Air (Convictos en el aire). La película no sólo es un clásico de los 90, es que además, particularmente yo la he visto un sinfín de veces. La cinta formaba parte de una colección de películas en VHS que semanalmente lanzaba una revista y estaba entre mis favoritas. Con Air molaba muchísimo por muchas razones. Para empezar, porque comenzaba con un puñado de peligrosísimos criminales y asesinos subiendo a un mismo avión, pero, sobre todo, por un reparto en el que coincidían, además de Cage, John Cusack, John Malkovich, Steve Buscemi y Danny Trejo. El protagonista indiscutible de la historia era el personaje de Nicolas Cage, un ex convicto con la condicional que viaja en ese viaja en ese avión para reencontrarse con su familia, pero que acaba viéndose involucrado en un peligroso intento de huída por parte de los presos que están siendo trasladados a una prisión de máxima seguridad. Tensión y acción a la enésima potencia en el claustrofóbico interior de un avión donde, por desgracia, no hay escapatoria.  

    Alicia P. Ferreirós

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