Frozen II continúa en el Top 10 de la taquilla española, y ya roza los 20 millones de euros recaudados, una cifra que asciende a 1.300 millones de dólares a nivel mundial. Esto demuestra que el fenómeno Frozen, iniciado tras el estreno de la primera película, El reino del hielo, sigue moviendo masas en medio mundo, y no nos referimos únicamente al merchandising y a todas esas niñas y niños que sueñan con ser como Elsa y Anna. El furor creado en torno a la cinta de animación de Disney ha provocado que un pequeño pueblo de Austria se colapse cada día por su curioso parecido al reino de Arendelle.
Hallstatt es el nombre de la idílica villa situada en la región montañosa de Salzkammergut que ha hecho enloquecer a gran parte de los fans de Frozen. Aunque desde la Casa de Mickey Mouse no se ha confirmado que esta localidad haya servido de inspiración para crear el ficticio reino de Arendelle, su similitud con el hogar de las hermanas Elsa y Anna hace pensar que algún miembro del estudio sí se fijó en Hallstatt para su diseño.
Este innegable parecido es uno de los motivos por los que este pueblo austriaco, de poco más de 770 habitantes, haya pasado de recibir unos 100 turistas a ser visitada por más de 10.000 turistas al día, según se recoge en The Guardian. En 2011, dos años antes del estreno de Frozen, el reino del hielo, Hallstatt, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, apareció en un programa de la televisión de Corea del Sur. La belleza de la localidad llevó a un magnate chino a gastar 700 millones de libras en la construcción de una réplica en una aldea de la provincia de Guangdong. Desde entonces, miles de turistas asiáticos se han dejado ver por el Hallstatt original, una cifra a la que, año tras año, se han ido sumando las decenas de fanáticos de las hermanas de Arendelle.
A simple vista podría parecer que los habitantes de la pequeña localidad de Austria estarían felices por poder vivir en el "verdadero Arendelle". Pero nada más lejos de la realidad. Un responsable de uno de los hoteles de la villa explica que los supermercados se han convertido en auténticas "tiendas de regalos", y esto supone que la gente mayor de la zona "no pueda encontrar alimentos frescos". Si a esto le sumamos la subida de los precios, el incremento de basura y de drones sobrevolando sus calles, parece que vivir en esta ciudad ya no es tan maravilloso. Su alcalde, Alexander Scheutz, quiere frenar esta locura y busca desesperadamente medidas para reducir el número de autobuses que llega cada año, unos 20.000 aproximadamente. Ahora queda esperar a ver si los que aún no han visitado Hallstatt toman conciencia y permiten que la ciudad recobre su condición idílica.
¡No te pierdas, sobre estas líneas, el vídeo de nuestra entrevista con David Bisbal, quien pone voz al tema Mucho más allá en los créditos de Frozen II!
Fuente: The Guardian
