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    La película de terror que Stephen King no pudo terminar

    El maestro del terror también es vulnerable a los relatos más terroríficos e, igual que cualquiera de nosotros, pasa miedo ante una pantalla.

    Hay pocos que resistan estoicos ante los sustos y el suspense de las películas de terror y resulta que el mismísimo maestro del género, Stephen King, no es uno de ellos. King, que nos ha puesto los pelos de punta con It o El visitante, ha reconocido en Dread Central que El proyecto de la Bruja de Blair es una de esas cintas que es incapaz de ver sin taparse los ojos.

    La primera vez que vi 'El proyecto de la Bruja de Blair', estaba en el hospital y estaba drogado. Mi hijo trajo un VHS y me dijo 'Tienes que ver esto'. A mitad le dije 'Quítalo, da demasiado miedo'

    Hay que poner sus declaraciones en contexto. El escritor sufrió un terrible accidente en 1999 tras ser atropellado por un camión. Sufrió varias fracturas en la pierna derecha, laceraciones en el cuero cabelludo, fractura de cadera y el pulmón derecho colapsado, lo que le mantuvo en el hospital durante tres semanas y le hizo someterse a cinco operaciones para salvar su pierna, que estuvo a punto de ser amputada. Es decir, que quizás King no estaba en el mejor estado anímico para ver la película.

    A pesar de la situación personal de King, lo cierto es que no es la primera ni la última persona en pensar que El proyecto de la Bruja de Blair es terrorífica. La historia de los tres amigos que se adentran en los bosques de Burkittsville para dar con la bruja que secuestró a 7 niños lleva décadas dando sustos, tal y como esperaban los directores Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, que desde el inicio del proyecto quisieron crear algo diferente.

    En el anuncio que publicaron para encontrar a los protagonistas avisaban de lo que se traían entre manos: "Va a ser un infierno y muchos de los que habéis leído esto probablemente no vengáis". Los elegidos tuvieron que pasar semanas en el bosque sin apenas comida, trabajaron sin un guion que les ayudase a construir la historia y los directores les asustaban de vez en cuando para mantener el ambiente. ¿Una pesadilla? Sí, pero quien avisa no es traidor.

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