Las estrictas peticiones de Christopher Nolan a Warner Bros: exclusividad en cines y su montaje final asegurado

Christopher Nolan, en un movimiento que no sorprende a nadie, ha cambiado Warner Bros. por Universal Pictures. El director nunca ha escondido que no está de acuerdo con el estreno simultáneo en cines y plataformas de 'streaming' -HBO Max en el caso de WB- y, tan pronto como tuvo ocasión, se puso a buscar un nuevo hogar para su próxima película de la Segunda Guerra Mundial.

Recientemente se ha dado a conocer que Universal es la compañía que se ha llevado la lotería Nolan y, según informa Variety, ha sido una jugada agresiva por parte de la presidenta Donna Langely que ha requerido cláusulas muy estrictas por parte del cineasta. Todas ellas dirigidas a proteger su visión y que su obra vaya destinada a la pantalla grande.

Teniendo en cuenta que aún no se ha confirmado si es lo que finalmente recibirá, ¿qué podemos encontrar entre sus peticiones? La que más llama la atención es que el director obliga al estudio a no estrenar ninguna otra producción en las tres semanas previas y las tres posteriores al lanzamiento de su película. Así era como funcionaba con Warner aunque parece que en Universal aún siguen negociándolo, ya que creen que el estreno de cintas familiares como Los Minions o Mascotas -por poner un ejemplo- no supone ninguna amenaza para los thrillers del director. Siendo sinceros, esta cláusula es casi innecesaria. Ningún rival -sea de su mismo estudio o de uno ajeno- querría competir con una película de Nolan en taquilla, puesto que tiene todas las papeletas para perder.

Otra norma impuesta por el cineasta es alargar el tiempo que sus filmes están en cartelera. Actualmente existe un periodo asegurado de 17 días en los que una producción se está exhibiendo, que se alarga a los 31 días en caso de que la cinta supere los 50 millones de dólares de recaudación en su primer fin de semana. Pasado ese tiempo, la vida del proyecto sigue y tiene permiso para llegar a las plataformas de 'streaming'. Pues bien, Nolan ha pedido que su película sobre la Segunda Guerra Mundial tenga una ventana de entre 90 y 120 días.

La principal razón por la que Nolan rompió su relación con Warner Bros. fue porque los ejecutivos restaron importancia al estreno en salas de cine físicas. A raíz de la pandemia, decidieron que todas sus películas llegasen al público por la vía tradicional y el 'streaming' al mismo tiempo. El director se opuso rotundamente a esto, por lo que no es de extrañar que la mayoría de sus peticiones estén dirigidas a proteger la labor de los exhibidores en el proceso cinematográfico.

Hay que aclarar que Warner Bros. solo estaba protegiendo sus intereses y el estreno de Tenet les dio la razón. Los más de 360 millones de dólares recaudados en todo el mundo no eran los resultados esperados para una producción que había costado 200. Estas cifras la sitúan al mismo nivel que batacazos como Prince of Persia: Las arenas del tiempo o Robin Hood.

Christopher Nolan también quiere asegurarse de que la película que llega a los cines es la misma que él tenía en su cabeza. Esto quiere decir que ha exigido al estudio la promesa de que se estrenará su montaje final y no cualquier otro que haya realizado el estudio -es decir, quiere evitar que suceda lo que le pasó a Zack Snyder con La Liga de la Justicia-. Al mismo tiempo, recibirá un porcentaje de la recaudación en cines desde el día del estreno y no esperará a que la cinta empiece a dar beneficios al estudio, como también suele hacerse en Hollywood.

La película de Nolan sobre la Segunda Guerra Mundial se centra en Oppenheimer, un físico que dirigió el desarrollo de la bomba nuclear que puso fin al conflicto. La producción comenzará en 2022 y el nombre de Cillian Murphy suena para interpretar a su protagonista.

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