Tercer fin de semana del año y primer gran estreno de terror de la temporada. Se trata de Scream, quinta entrega de la saga creada por Wes Craven y el guionista Kevin Williamson, que llega a los cines el viernes 14 de enero. El filme, que vuelve a estar interpretado por los protagonistas de la cinta original -Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette- a los que se suman los jóvenes talentos Melissa Barrera, Jenna Ortega y Dylan Minnette. Ya que la cinta llega a las salas casi 11 años después del estreno de Scream 4 -que supuso la última cinta como director de Craven antes de fallecer- es buen momento para recordar las claves de la franquicia y su recorrido argumental a lo largo de los años.
'Scream. Vigila quién llama': Wes Craven revitaliza el 'slasher'
A comienzos de los años 90, un joven estudiante de la Universidad de California en Los Ángeles, que había escrito un guión sobre unos jóvenes que secuestraban a su autoritaria profesora, vió un documental sobre el asesino Danny Rolling. Este visionado le dió la idea para su próximo libreto: Scream. Vigila quién llama. Se trataba del tipo que se convertiría en el gran referente de las 'psycho movies' adolescentes: Kevin Williamson. Tras mucho trabajar en él, consiguió que Dimension Films -compañía que pertenecía a los hermanos Weinstein- decidiera producir el filme. Para dirigirla se encargaría, nada más y nada menos, que uno de los grandes nombres dentro del género: Wes Craven, que venía de un pequeño batacazo con Un vampiro suelto en Brooklyn. El realizador, que en un principio vio irrealizable la obra de Williamson, tuvo que trabajar mano a mano con su guionista para llevar el proyecto a buen puerto.
En 1996 se estrenó este filme, que supondría una vuelta de tuerca al 'slasher', se convertiría en todo un éxito de taquilla, lanzaría al estrellato a su joven guionista y volvería a colocar en una posición importante a su director. Scream. Vigila quién llama narra la historia de un grupo de estudiantes de la ficticia ciudad de Woodsboro que son víctimas de un asesino en serie enmascarado (cuya indumentaria se convertiría en todo un ícono del cine de terror), que comienza a acabar con sus vidas. Todo parece girar en torno a la figura de Sidney Prescott (Neve Campbell), la cual perdió a su madre en el pasado en un crimen que ya parece estar resuelto. La joven, finalmente, descubrirá que no es un psicópata sino dos: su propio novio y uno de sus mejores amigos (interpretados por Skeet Ulrich y Matthew Lillard), aficionados a las películas de terror y a las llamadas "normas" de las mismas.
'Scream 2': Una secuela a la altura de la primera entrega
Scream. Vigila quién llama se convirtió en todo un éxito de taquilla, cosechó una legión de fans a lo largo de todo el mundo e incluso se parodió en clave de comedia (Scary Movie), por lo que era claro que los hermanos Weinstein se iban a lanzar a por una secuela, esta vez rodada bajo su sello principal: Miramax. Su guionista, Kevin Williamson, ya era uno de los nombres más prometedores de Hollywood y había firmado otro de los grandes 'hits' del cine de terror de la época: Sé lo que hicistéis el último verano. También se contaría con Craven a los mandos de la dirección, además del elenco principal de la primera entrega.
De esta manera, en abril de 1998 llegaría a los cines Scream 2, filme que se ambienta dos años después de los sucesos y que tiene uno de los arranques más potentes de la franquicia cuando una pareja afroamericana es asesinada mientras asiste al estreno de 'Stab': la película que adapta los macabros sucesos acontecidos en la localidad de Woodsboro tiempo atrás. Por este motivo, Sidney Prescott vuelve a convertirse en objeto mediático, a pesar de que se trasladó a otro lugar con el objetivo de pasar página de aquella pesadilla. Poco a poco los asesinatos comienzan a sucederse en torno a la joven, que también tiene que ver cómo el hombre al que creía el asesino de su madre (Cotton Weary, interpretado por Liev Schreiber) es puesto en libertad. En esta ocasión el psicópata tiene un curioso patrón y es que mata a personas que tienen el mismo apellido que las fallecidas en Woodsboro. El asesino, en esta ocasión, resulta ser Mickey (al que da vida Timothy Olyphant), un compañero de clase de Sidney que pretende que culpen al cine de sus terribles actos.
Para muchos fans de la saga, Scream 2 está incluso por encima de la cinta original y consiguió convertirse en una de esas secuelas más populares de la historia. Como curiosidad, destacar que la película contaba con un pequeño papel de otra de las estrellas emergentes del género de aquellos años: Sarah Michelle Gellar, que había ganado gran popularidad por su protagonismo en la serie Buffy, cazavampiros y por formar parte del reparto de la exitosa Sé lo que hicistéis el último verano.
'Scream 3': No hay dos sin tres
Gracias a Scream. Vigila quién llama y su secuela, el 'slasher' se había convertido en la tendencia mayoritaria -y que más beneficios generaba- dentro del género de terror. A los cines llegaban multitud de productos cortados por patrones similares como Cherry Falls o Un San Valentín de muerte, e incluso en España se copió el modelo con producciones como Tuno negro o El arte de morir. Por todo ello, los Weinstein no iban a dejar de exprimir a la gallina de los huevos de oro y se lanzaron a la producción de Scream 3. Kevin Williamson no estaba disponible para volver a sus tareas de guionista debido a su trabajo en la serie Dawson crece y las películas The Faculty y Halloween H20. Además dirigió su primera película, adaptando su primer libreto: Secuestrando a la Srta. Tingle. Se llamó a Ehren Kruger cuyo guión fue escrito principalmente sobre la marcha, con páginas generalmente completadas el día en que iban a ser filmadas. Para solventar este problema se confió en la experiencia, de nuevo, de Wes Craven tras las cámaras.
El filme, que ya comenzaba a adolecer la repetición de patrones de la saga, comienza -cómo no- con un asesinato: el del injustamente encarcelado Cotton Weary, a manos de un nuevo psicópata escondido tras la máscara de 'ghostface'. El argumento se sitúa en el contexto del rodaje de 'Stab 3', tercera película inspirada en los crímenes de Woodsboro. Por su parte, Sidney que vive recluida en una pequeña localidad rural para escapar de su pasado, mientras que sus amigos Gale Weathers (Courteney Cox) y su ex pareja el antiguo policía Dewey Riley (David Arquette) participan en la producción de la cinta que se inspira en sus propias vidas.
'Scream': Tráiler, actores que regresan, guiños y todo lo que sabemos de la nueva entrega de la sagaEn el 'twisted end' de Scream 3 se nos revela que el asesino en esta ocasión es el director de la película 'Stab 3': Roman Bridger, al que interpreta el actor Scott Foley. El guionista Ehren Kruger quiso dar un retorcido giro a los acontecimientos cuando, además, el psicópata revela que es medio hermano de Sidney y nació en la época en la que la madre de ambos trabajaba en Hollywood. Una vuelta de tuerca que no acabó de convencer a los fans.
'Scream 4': Síntomas del final de una desgastada saga
A pesar de que muchos daban por finalizada la saga con Scream 3, Bob y Harvey Weinstein parecían no haber dicho su última palabra. Era 2011 y el 'slasher' parecía haber pasado de moda, y cintas como San Valentín sangriento 3D o Halloween II (esta última ni se estrenó en cines en España) no lograban los resultados esperados en taquilla. Con estos precedentes, Wes Craven firmó su testamento cinematográfico con Scream 4, el que se suponía que iba a ser el cierre de su franquicia más exitosa (con la excepción, por supuesto, de Pesadilla en Elm Street). El veterano director afrontaba sus últimos años de carrera en los que había realizado productos tan irregulares como la insulsa Vuelo nocturno o la estúpida Almas condenadas.
Scream 4 supuso un fracaso en taquilla en comparación con sus predecesoras ya que no a penas llegó a recaudar 38 millones de dólares frente a los 40 de su presupuesto. El filme volvía a tener a Kevin Williamson como guionista y, de nuevo, a Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette como protagonistas. En esta entrega, Sidney Prescott se ha convertido en una novelista de éxito inspirándose en sus terroríficas vivencias y se encuentra de vuelta en su localidad natal Woodsboro promocionando su última obra. Ella, Gale y Dewey (convertido ahora en sheriff) se tendrán que enfrentar a una nueva masacre entre los jóvenes estudiantes del pueblo. En esta ocasión, el asesino utiliza las reglas de los 'remakes' de las películas para cometer sus crímenes.
En esta ocasión volvemos a tener a dos asesinos escondidos tras la máscara, que urden un terrible plan para aterrorizar a Sidney: un joven estudiante llamado Charlie Walker (al que da vida Rory Culkin) y la propia prima trastornada de la protagonista, Jill Roberts (interpretada por Emma Roberts).
Una serie de televisión para MTV -y Netflix- y la quinta entrega
En 2015 la productora Dimension quiso dar una vuelta de tuerca a la franquicia y decidió producir para la cadena MTV y la plataforma de 'streaming' Netflix la serie Scream. Ya sin los personajes de la saga cinematográfica, la serie nos cuenta cómo un incidente de ciberacoso acaba en un brutal asesinato. La impactante violencia despierta recuerdos de la ola de asesinatos del pasado que parece haber inspirado a un nuevo psicópata. Ahora, un nuevo grupo de adolescentes se convierte en sospechosos, objetivos y víctimas de un criminal sediento de sangre.
La serie creada por Jaime Paglia, Dan Dworkin y Jay Beattie cuenta con tres temporadas y se puede encontrar en el catálogo de series originales de Netflix. La última temporada se estrenó en 2019 y supuso un reinicio de la ficción con nuevos personajes y actores.
Tras el escándalo y la caída de The Weinstein Company, Paramount Pictures se hizo con los derechos de la franquicia para lanzar una nueva entrega. De esta manera, llega ahora a los cines Scream: una quinta entrega de la saga (y no un 'reboot' como se barajó en un principio) con el retorno de los actores Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette en sus respectivos roles. En esta ocasión, han sido los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (también conocidos como Radio Silence) los que han tomado el relevo del fallecido Wes Craven tras las cámaras.
