Hemos pasado casi 20 años siguiendo con pasión las historias de Meredith Grey como protagonista indiscutible de Anatomía de Grey, así que la despedida de Ellen Pompeo en la temporada 19 de la exitosa y longeva ficción médica de la cadena americana ABC tenía que ser especial. La salida de la cirujana, que lleva toda su vida profesional convirtiéndose en una de las doctoras estrella del Grey Sloan Memorial Hospital se produjo en el episodio 7 de la actual temporada y, aunque algunos consideraron que un personaje de la talla de Meredith merecía más, lo cierto es que los guionistas encontraron la forma de hacerle uno de los mejores homenajes a Pompeo. Sin embargo, está tan bien camuflado como parte de la historia que solo los más avispados se habrán dado cuenta.
El episodio que despide para siempre a Meredith no se arriesga a cerrar la puerta a un regreso que, sinceramente, parece bastante factible. La cirujana no muere y no vive ninguna experiencia incómoda con el hospital, sino que es ella quien de forma unilateral decide marcharse para aprovechar una nueva e interesante experiencia profesional a miles de kilómetros de distancia. Además, su nuevo destino le permitirá ofrecerle la mejor educación a su hija Zola, que ha resultado ser una niña con capacidades especiales.
Detrás de las cámaras, la razón de la salida de Ellen Pompeo es también una nueva oportunidad profesional: interpretar uno de los papeles principales de la serie sobre el caso de la película La Huérfana que prepara Hulu y de la que todavía no se saben muchos detalles, pero que supone su primer papel en casi 20 años dedicada de forma exclusiva a la serie de Shonda Rhimes.
Aunque la despedida se desarrolla sin demasiados incidentes, los guionistas se las han apañado para deslizar un pequeño guiño a una icónica línea de guion de Meredith para ofrecer una despedida digna al emblemático personaje. Curiosamente, a pesar de ser una popular escena entre los fans, para Ellen Pompeo resulta ser bastante odiosa. De hecho, ella misma ha asegurado en más de una ocasión que, directamente, la "horroriza".
Del "Escógeme, elígeme, ámame" al "No voy a rogarte que me ames"
En la temporada 19, Meredith comenzaba un romance con Nick Marsh (Scott Speedman), pero la decisión de la doctora de mudarse a Boston para investigar sobre el Alzheimer y ayudar a su hija Zola (Aniela Gumbs) no tarda en poner a prueba la relación.
En el episodio 7, Nick, que no está llevando bien esta decisión, decide hablar claramente con su novia y entender por qué Meredith no parece dispuesta a continuar con su relación. Una conversación que, probablemente a más de uno, le habrá recordado a una famosa escena de la segunda temporada de la serie: "Soy una mujer adulta con una gran vida, una gran carrera y tres hijos. Este traslado es lo que mi hija necesita. Quiero que seas parte de mi vida, si lo deseas. Pero si tengo que elegir, me elegiré a mí. Elijo a mis hijos y elijo lo que es mejor para nosotros. No voy a rogarte que me ames", le respondía la cirujana.
Sin embargo, en el episodio 5 de la temporada 2, Meredith le se expresaba de otra manera ante Derek, cuando le instaba a elegir entre comenzar una nueva vida con ella o intentar salvar su matrimonio con Addison Montgomery (Kate Walsh). Mientras los dos se preparaban para una cirugía, Meredith pronunció un famoso discurso para convencer a Derek de que la eligiera. Y las palabras que usó en ese momento recuerdan a las que usó en la temporada 19, pero por la gran diferencia de su significado: "Nuestra historia aún no ha terminado. No quiero. No quiero y es humillante porque estoy aquí, rogando", le decía con lágrimas en los ojos. "Así que aquí está, tu elección es muy simple: es ella o yo. Y estoy segura de que ella es realmente genial, pero Derek, realmente te amo... Así que escógeme, elígeme, ámame".
"No quería hacerlo": la línea de guion de 'Anatomía de Grey' que horrorizó a Ellen Pompeo y sigue dando escalofríos 18 años despuésEstos dos momentos cruciales en la vida de Meredith, y sobre todo el paralelismo entre los diálogos, muestran sobre todo la evolución del personaje de Pompeo, que ya no es una jovencita enamorada y dispuesta a renunciar a todo por un hombre, sino una mujer que antepone su felicidad y la de sus hijos antes que la de los demás. Un simpático guiño de los guionistas que ofrecen a Ellen Pompeo un adiós conmovedor pero también una solución al diálogo que más odia.
"Cuando leí esa escena, me horrorizó. ¿Voy a rogar a un hombre?", confesaba la actriz en su podcast. "Lo gracioso es que estoy llorando a mares, pero no por las razones de la escena. Estoy llorando porque no me puedo creer que estoy en la televisión rogándole a un hombre que me ame". Dieciocho años más tarde, los guionistas han encontrado la solución.
