La quinta temporada de 'True Blood' se despedía anoche de sus seguidores en HBO y, como bien se había adelantado hace algunas semanas, lo hizo con una buena dosis de sangre derramada. La cadena estadounidense ya ha encargado una sexta entrega para la ficción vampírica, que será la primera en la que Alan Ball no esté implicado como showrunner. A este respecto el productor ha confesado tener una sensación agridulce, aunque también ha asegurado necesitar cargar pilas y ponerse manos a la obra con algo distinto. A partir de ahora el encargado será su compañero Mark Hudis, quien ha desarrollado hasta la fecha funciones como co-productor. Pero, tras el sangriento final de la quinta entrega, parece que Ball no será el único ausente en la sexta temporada de la ficción vampírica. ¡Ojo! A continuación se adelantan detalles importantes del último episodio así que, si aún no lo has visto, es mejor que dejes de leer.
Como bien indicaba el título del episodio, 'Save Yourself' (Sálvate a ti mismo), que lo vas a necesitar. Y es que nada más y nada menos que Russell Edgington (Denis O'Hare), JD Carson (Louis Herthum), Rosalyn Harris (Carolyn Hennesi), Salome (Valentina Cervi) y varios miembros de la Autoridad de los Vampiros NO salieron con vida de la temporada. Mientras Eric (Alexander Skarsgård) se deshizo para siempre del recién regresado Rey del Mississippi, Alcide (Joe Manganiello) asesinó al malvado hombre lobo. Asimismo, Sam (Sam Trammell) salvó a Luna acabando con Rosalyn y Bill mató a traición a Salome, convenciéndola de que podría convertirse en la nueva Diosa de los Vampiros. Por último, Jason, Eric, Nora, Tara y Sookie protagonizaron una auténtica carnicería en la Autoridad de los Vampiros para salvar las vidas de Pam (Kristen Bauer) y Jessica (Deborah Ann Woll). Algo que acabó en beso para unas -Tara y Pam-, pero en una muestra de rechazo de Jason hacia la joven vampira.
No obstante, la parte más emocionante del episodio llegaba en los momentos finales del episodio ya que, al contrario de lo que esperaban muchos seguidores, Bill (Stephen Moyer) no sólo no ha vuelto a su faceta de chico bueno, sino que parece haberse convertido en algo aún peor. El vampiro envenenó a Salomé y la apuñaló en el corazón haciéndola creer que bebía sangre de Lilith, pero fue finalmente él mismo quien consumió el brebaje. Tras acabar reducido en un charco de sangre, Bill volvió a la vida convertido en una especie de versión masculina de Lilith. ¿Es ahora el nuevo Dios?
Alicia P. Ferreirós
