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    Kira Miró ('Fenómenos'): "No soy una mujer florero"

    La actriz da vida a Victoria Reyes, ex modelo y mandamás de una emisora de radio, en la nueva comedia que Antena 3 estrena el martes 27 de noviembre a las 22.30 horas.

    A las 22.30 horas de la noche del martes 27 de noviembre podremos conocer a los singulares trabajadores de "Onda Futura", la emisora de radio en la que se desarrolla Fenómenos, la nueva apuesta de Antena 3. Centrada en las relaciones entre los singulares personajes que trabajan en ella, la serie del creador de Aída y 7 Vidas, Nacho G. Velilla, aportará el toque cómico del que carecía la cadena desde la finalización de Con el culo al aire el pasado mes de mayo.

    Con motivo de su próximo estreno, SensaCine ha tenido la oportunidad de entrevistar a la actriz Kira Miró (Los abrazos rotos), que nos ha adelantado más detalles sobre su personaje y alguna que otra anécdota ocurrida durante el rodaje de la serie. En ella da vida a Victoria Reyes, la nueva dueña de la emisora que se pondrá al mando de una empresa por primera vez en su vida.

    ¿Nos podrías contar cómo es el personaje que interpretas en 'Fenómenos'?

    Victoria Reyes es una ex segunda dama de honor de Miss España que siempre ha sido la segunda en todo. Era la amante del dueño de la emisora y por eso consigue el trabajo y empieza a dirigirla. Se encuentra con que ha pasado de ser una mujer florero toda su vida a ejercer de jefa, algo que le viene un poco grande. Durante la serie veremos cómo se esfuerza en asumir el papel de jefa, pero se queda corta y le sale fatal. Además, detrás de ella está  Adolfo (Javier Mora) el típico hombre del que siempre reniega, pero que en un futuro puede caer.

    ¿Tienes algún parecido con tu personaje?

    Algo tenemos en común. De entrada, el físico (Risas) y luego las inseguridades, pero no la manera de afrontarlas y salir adelante. Y poco más, porque ella ha sido una mujer florero y yo no, llevo trabajando toda la vida.

    En la serie tienes una atracción fatal con el personaje de Adolfo interpretado por Javier Mora (Los protegidos). ¿Se enamorará Victoria de él en esta primera temporada?

    De momento no, pero ya lo veremos. El sí quiere tener una relación con ella y mi personaje reniega del tipo de hombre que es Adolfo, pero en el fondo hay algo entre los dos.

    ¿Cómo intentará conquistarla?

    Pues es muy patoso y muy baboso, y a priori no le quiere a su lado. Lo tendrá bastante difícil.

    ¿Cuál sería entonces el hombre ideal de Victoria?

    Un hombre con pasta (Risas), porque ella se ha movido siempre por el dinero y tiene un nivel de vida bastante alto. Casi todos con los que ha estado han sido bastante mayores y la han hecho sufrir mucho, además de que siempre suele ser la amante. Vamos, como he dicho antes, siempre la segunda en todo. Es una mujer muy sufridora.

    ¿Cómo ha sido el rodaje?

    Ha sido muy divertido, pero también muy duro porque hemos estado muchos actores metidos muchas horas en un plató pequeño y Nacho es un director que hasta que no lo tiene no para. Es muy exigente y eso es lo bueno, porque saca de ti cosas que no creías que podías dar. Lo bueno es que creo que ha quedado un trabajo bastante bonito y nos ha salvado el buen rollo que tenemos entre todos.

    ¿Qué ha sido lo más difícil durante el rodaje de la serie?

    Lo más duro fue que hacía mucho calor en el plató. Además es agotador ir con taconazos y embutida en el vestido. También hay algunas escenas que cuestan más porque tienen mucho texto y hay que decirlo todo tal cual está escrito en el guión.

    ¿Nos puedes contar alguna anécdota del rodaje?

    En Atrapa un millón, una de las escenas más divertidas que grabamos junto a Carlos Sobera, maravilloso por cierto, no me podía bajar el vestido porque iba embutida. Entonces, cuando fui al baño, me reventó la cremallera y hubo que coserla en el plató mientras todo el mundo esperaba. También he tenido algún resbalón con los tacones. Ha pasado de todo en realidad.

    ¿Qué tal ha sido la relación con tus compañeros durante la grabación?

    Maravillosa. Pienso que es lo que te salva en una serie, el buen rollo entre los compañeros. Íbamos a trabajar todos con muchas ganas y mucha ilusión, hemos hecho una pandilla, incluso chateábamos mucho por el móvil mientras rodábamos y ahora que no rodamos también. Hay mucha unión.

    ¿Qué es lo que admiras de Ana Polvorosa  y Luis Fernández?

    Cada uno es muy diferente. De Ana su naturalidad, la experiencia que tiene en este registro y  que trabajando con Nacho le sale todo muy natural y muy fácil. Y de Luis que es muy buena gente, siempre está dispuesto a trabajar duro y nunca le verás con mala cara.

    ¿Cómo ha sido volver a trabajar con Alejo Sauras después de haber coincidido con él en Los Serrano?

    A Alejo ya le conocía de la escuela de interpretación de Cristina Rota, así que es como un hermano para mí. Nos llevamos muy bien, es muy buen actor y muy buen profesional y se prepara mucho los personajes. Trabajar con él siempre es un lujo.

    ¿Crees que Fenómenos tiene posibilidades de triunfar en la parrilla televisiva actual?

    Yo espero y deseo que sí, que la gente la vea y tenga éxito. Por lo menos para hacer una segunda temporada y bueno, si puede ser, una tercera, cuarta y quinta porque creo que la gente tiene ganas de reírse hoy en día. Que quieren irse a la cama echándose unas risas y Fenómenos se lo va a dar.

    ¿Compaginarás la grabación de los futuros episodios con otros trabajos?

    Con el teatro. Estoy ahora en el teatro Alcázar con una obra que interpreto junto a Josep María Flotats, María Adánez (Aquí no hay quien viva) y Aitor Mazo (Piratas). Ya compaginé los ensayos al grabar estos ocho episodios y ahora, si volvemos, lo compaginaré con la función.

    Has tocado todos los palos de la interpretación: cine, teatro y televisión. ¿En cuál te sientes más cómoda trabajando?

    No tiene nada que ver la manera de trabajar de ninguno de los tres, todos me gustan. El teatro me apasiona y la televisión y el cine también. Cada uno tiene un método diferente y requiere una manera de trabajar distinta.

    Fenómenos

    Celia Rozalén Martín

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