Emilia Clarke es una de las estrellas de Juego de Tronos. Su gran salto a la fama se produjo en 2011 con el estreno de la primera temporada de la serie, gracias a su papel de Daenerys Targaryen -la legítima reina de los Ándalos y Primeros Hombres, Protectora de los Siete Reinos, Madre de Dragones, la Khaleesi del Gran Mar de Hierba, la que no arde y Rompedora de Cadenas-. Esta joven cargada de títulos es uno de los personajes centrales de la serie y, mientras que ella avanzaba en la historia sumando éxitos a su paso, Clarke tenía que hacer frente a problemas de salud muy serios.
Esta semana, la actriz ha publicado un texto en The New Yorker en las que explica sus aneurismas y cirugías cerebrales que tuvieron lugar durante las primeras temporadas de la serie, en concreto la primera intervención en el descanso de la primera y la segunda, y la siguiente intervención entre la segunda y tercera. Desde entonces, Clarke reconoce que ha seguido sufriendo dolores importantes pensando casi cada día que iba a morir, pero poco a poco ha conseguido superar los problemas de salud y convivir con ellos.
Esta carta es una forma de hablar públicamente de ello y dar voz a su organización benéfica, Same You, dedicada a aumentar el acceso a rehabilitación después de sufrir un daño cerebral o un derrame en los jóvenes. El recibimiento que ha tenido su historia entre los fans de la serie ha sido muy bueno, recibiendo apoyos de todos los sectores, y con esta publicación de Instagram, Clarke ha querido agradecerle a los fans sus palabras al tiempo que les anima a que acudan a Same You para narrar su historia.
En la publicación de The New Yorker, la actriz ha dejado claro también que para ella llegar al final de la historia de Juego de Tronos es importante porque significa que sigue con vida, que sigue luchando y que todo irá bien. Es una puerta a nuevas experiencias.
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