¿Cómo era Hande Erçel cuando era adolescente? Detrás de esa cara angelical se escondía una rebelde

Hande Erçel, una de las actrices mejor valoradas de Turquía, famosa de manera internacional, considerada la mujer más bella del mundo en 2020 y... un trasto cuando era más joven. La protagonista de Love is in the air no encaja dentro de la descripción típica de una niña traviesa o revoltosa, pero lo cierto es que era rebelde y buscaba su libertad cuando aún acababa de llegar al instituto.

"Mi adolescencia fue un problema. Era una mentirosa. También con mi familia", confiesa abiertamente entre risas en el programa de Ibrahim Selim y cuenta una anécdota que transcurrió en su segundo año de instituto -calculamos que podría tener 16 años por el sistema educativo de Turquía.

Tenía que ir al colegio, me puse el chándal bajo el uniforme escolar y pregunté ‘¿Dónde va el primer autobús?’. Fui a Eskisehir, nunca había estado allí antes

Erçel vivió una pequeña aventura al saltarse las clases y llegar a un sitio que no conocía, pero la sensación de libertad le duró poco. "Crecí en un lugar muy pequeño. Mi padre lo sabía todo. Llegué a Eskisehir y encendí el teléfono y era mi padre diciéndome ‘cruza la calle’. Me metí en el coche y volví a casa sintiéndome culpable", cuenta la intérprete.

Hande Erçel creció en Bandırma, una ciudad costera que cuando Erçel era pequeña albergaba unos 100.000 habitantes -ahora la cifra ha subido a más de 150.000. No tiene nada que ver con la ruidosa y caótica Estambul, por eso la actriz señala que era un lugar pequeño donde todos sabían lo que hacía su vecino.

También reconoce que solía a culpar a su hermana Gamze de lo que hacía mal, pero era mutuo porque ella también le culpaba. "Me ha salvado muchas veces", asegura la actriz para salvar la situación. Entre las dos hermanas tenían un acuerdo mutuo y solían aceptar la culpa de lo que la otra había hecho mal. Básicamente, Hande pagaba por lo que hacía Gamze y viceversa.

Su relación con su hermana seguramente dio más de un quebradero de cabeza a sus padres. Aunque se llevan muy bien y están estrechamente unidas, hubo momentos de su infancia en los que se peleaban y Hande reconoce que tiene algunas cicatrices por culpa de su hermana.