No siempre lo mejor es lo que más triunfa entre los espectadores y, aunque entre las consideradas como las mejores series de la historia encontramos un sinfín de títulos -como Los Soprano, Breaking Bad o Juego de Tronos- ante los que la respuesta del público fue absolutamente unánime, también ocurre que ficciones no demasiado alabadas por la crítica o sencillamente objetivamente "reguleras" acaban siendo objeto del aplauso generalizado. O como mínimo de una sólida base de fans capaces de de hacer mucho ruido, como en el caso de dos de las series que enumeramos a continuación.
También hay que tener en cuenta, a la hora de valorar tanto la calidad como el éxito de una serie, aspectos que influyen bastante en el resultado final. Como que el título en cuestión tenga ya unos años a sus espaldas, que en sus tramas puedan encontrarse elementos que ahora consideramos socialmente incorrectos e incluso inaceptables, que la competencia fuese mucho menor -y por lo tanto la exigencia fuese más baja- o que, por desgracia, siga habiendo géneros "de primera y de segunda" y un brillante drama sobre narcotráfico siempre vaya a tener más nivel que una serie 'teen' de vampiros.
Pueden ser muchas las razones, pero lo cierto es que no siempre crítica y público coinciden en gustos y a continuación encontrarás seis ejemplos de series que no eran muy buenas, precisamente, pero que sí consiguieron calar hondo entre los espectadores.
Spartacus: Sangre y arena
A comienzos de 2010, llegaba a la cadena norteamericana Starz una de sus grandes apuestas de la temporada, Spartacus: Sangre y arena. La ficción, creada por Steven S. DeKnight, narraba la vida del gladiador Espartaco, que lideró la rebelión contra el Imperio Romano. Un personaje, que ya habíamos visto en la gran pantalla en la piel de Kirk Douglas, interpretado en esta ocasión por Andy Whitfield. Su excelente acogida en antena llevó a la cadena a renovarla por una segunda temporada, pero tras la triste muerte de Whitfield, a causa de un linfoma, Starz consideró más adecuado estrenar una precuela titulada Spartacus: Dioses de la arena.
La serie, que en España se estrenó en junio de ese mismo año, no tardó en convertirse en una de las favoritas del público, y no había semana que no oyeras a alguien de tu entorno hablar de ella. Pero, todo hay que decirlo, lo cierto es que las conversaciones solían girar en torno a los desnudos y la sucesión de escenas de sexo que había en cada episodio. En los medios, este aspecto, junto a la pobreza de los decorados y de los escenarios, fue de lo más criticado. Sin embargo, en la web Rotten Tomatoes la serie tiene un 74% de opiniones favorables, por parte de los usuarios. Esto demuestra que el entretenimiento no siempre va ligado a la calidad, y a veces el público optamos por la primera opción.
The Orville
Depende de a quién preguntes, obtendrás una opinión u otra sobre The Orville, una serie creada y protagonizada por el artífice de Padre de familia, Seth MacFarlane, que fue estrenada con gran éxito en 2017 y cuya esperada tercera temporada verá la luz en Hulu el próximo verano entre gran expectación. Ambientada Situada 300 años en el futuro, la series se trata de una comedia dramática de ciencia ficción que sigue los pasos de los cinco miembros que conforman la tripulación de Orville, una nave tan caótica como los que viajan en ella que tiene que llevar a cabo diferentes misiones intergalácticas.
La serie tuvo buena acogida desde el principio y, de hecho, se convirtió en una de las mejores estrenos de Fox en los últimos años, pero la respuesta de la crítica no fue especialmente buena precisamente, con un más que discreto 65% de media en la web de críticas Rotten Tomatoes. Por el contrario, en este mismo sitio web la puntuación de la audiencia asciende a un 93% de aprobados. Un claro ejemplo de que a veces no hace falta ser "la caña" para gustar.
Shadowhunters
Otra de esas series que no pasará a la historia de la televisión pero que acumuló una importante legión de fans es Shadowhunters. La serie creada por Ed Decter se basa en la conocida saga literaria de Cassandra Clare, Cazadores de sombras. El éxito de las novelas de Clare llevó a ABC Family Worldwide a elegir la ficción para iniciar la andadura de Freeform, el canal anteriormente conocido como ABC Family, con el que querían llegar al público adolescente. El estreno del primer episodio de Shadowhunters se estrenó el 12 de enero de 2016, y fue visto por más de 1,8 millones de espectadores. Una cifra que nada tenía que envidiar a la de otras series drama, como Fear the Walking Dead y Better Call Saul, emitidas por cable en el último año.
A medida que avanzaba su emisión, la serie protagonizada por Katherine McNamara seguía sumando nuevos seguidores, y llegó a ser uno de los títulos de fantasía que más interacciones generaba en las redes sociales. Sin embargo, la crítica seguía destacando diferentes carencias en el guión y el desarrollo de la trama. Pese a ello, la cadena prefirió seguir dando alegrías a los espectadores, y renovó la serie por una segunda y una tercera temporada, que, muy a pesar de los fans, sería la última.
Entre fantasmas
Un buenísimo ejemplo de que una serie triunfadora en una época en la que el número de series producidas cada año no se aceracaba, ni mínimamente, a las cifras que se manejan a fecha de hoy. Entonces tampoco había plataformas de 'streaming' y el contenido no solía consumirse bajo demanda, así que, básicamente, la programación de las distintas cadenas de televisión era lo que llegaba a nuestras casas. Tanto a este como al otro lado del charco, aunque allí la oferta fuese mayor.
Y en este escenario es en el que arrasó Entre fantasmas, una archiconocida y exitosa serie portagonizada por Jennifer Love Hewitt en la piel de una mujer que era capaz de comunicarse con los muertos que no habían conseguido cerrar ciertas cosas en vida. Fue emitida durante cinco temporadas entre 2005 y 2010 y en España llegó a producirse una adaptación protagonizada por Patricia Montero. No era precisamente una obra de arte, para qué engañarnos, pero nadie te negará que triunfó entre los espectadores.
Manifest
Una de las últimas ficciones que, pese a no tener el respaldo mayoritario de la crítica, se metió al público, e incluso al mismísimo Stephen King-, en el bolsillo fue Manifest. El drama sobrenatural se estrenó en NBC en septiembre de 2018, y gracias, quizá, a que su premisa recordaba a la de Perdidos la primera temporada tuvo una media de espectadores superior a los 12 millones. La historia comienza con el vuelo 828 Montego Air protagonizando un aterrizaje de emergencia debido a una sucesión de fuertes turbulencias. Los pasajeros y la tripulación consiguen salir ilesos, pero lo que no saben es que lo que para ellos han sido unos minutos de incertidumbre, para el resto del mundo han sido cinco años.
Su excelente acogida animó a la cadena a renovar la serie por una segunda y una tercera temporada. Sin embargo, un descenso considerable de la audiencia llevó a NBC a tomar la decisión de poner fin a la andadura televisiva de Manifest, y poco después vendió los derechos a Netflix. El estreno de la ficción en la plataforma fue todo un éxito, y enseguida se situó entre lo más visto por los usuarios. Para sorpresa de los fans, el gigante del 'streaming' decidió poner en marcha una cuarta entrega que, curiosamente, verá la luz a finales de este 2022. En España, las tres primeras temporadas de la serie están disponibles en HBO Max.
Marco Polo
Marco Polo es una de las primeras series originales de Netflix y, aunque no es precisamente de las mejores ficciones de la plataforma de 'streaming', el hecho en sí de estar entre lo más destacado de su catálogo cuando el servicio empezó a llegar masivamente a los hogares de millones de personas en todo el mundo hizo que la serie recibiese una atención que parece poco probable que hubiese tenido a día de hoy.
¿Que dicen las medias de Rotten Tomatoes? Que mientras Marco Polo solo logró cosechar un 66% de valoraciones positivas por parte de la crítica especializada, los espectadores le brindaban una media de un 93% de aprobados. ¿Pero como resistirse a temporadas disponibles al completo, saltándose intros, y absolutamente al servicio del espectador?
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