Crítica de SensaCine.com para Jóvenes intrépidos: Tres hermanos

Con los años el cine norteamericano ha perfeccionado una fórmula de un cierto tipo de dramas, con la familia de por medio, donde el tema central es la pérdida de la inocencia de uno o varios adolescentes protagonistas al enfrentarse a los problemas reales de la vida adulta. Esa fórmula bien utilizada puede dar grandes resultados, como ha demostrado hace poco Jeff Nichols en la excelente Mud. Un filme que va más allá de la simple crónica de los sinsabores vitales de los dos niños que la protagonizan. Ahora bien, si se hace un mal uso, es fácil caer en el melodrama folletinesco o convertir la historia en carne de telefilme de sobremesa.

Jóvenes intrépidos, a pesar de sus buenas intenciones, cae en esos dos errores garrafales y se queda en la superficie de todo lo que explica. La película cuenta con un gran plantel da actores y un guión bien urdido, pero la factura televisiva del conjunto y la falta de ambiciones por ir más allá de las vidas cruzadas de los personajes que aparecen en la historia, la convierte en un producto mil veces visto. Un trabajo de artesano, en el mal sentido del término.

A favor: Levon Helm, miembro del grupo The Band, como actor secundario

En contra: sus excesos lacrimógenos