Crítica de SensaCine.com para El hombre lobo: Hammer revival

Joe Johnston, director de 'El hombre lobo', es un veterano completamente desconocido que debutó en 1989 con 'Cariño, he encogido a los niños', un gran éxito de taquilla que, sin embargo, no ocasionó que se hablara de él en absoluto, absorbido por la productora, la Disney, la real artificie de dicho éxito. Luego dirigió 'Rocketeer', pasado el tiempo, una curiosa película a la que siguieron 'El guardián de las palabras', 'Jumanji', otro notable éxito, 'Cielo de Octubre', 'Parque Jurásico III', 'Océanos de fuego' y, finalmente, en 2010, 'El hombre lobo'. Después rodará 'Capitán América'. Es decir, un cineasta con atesora en su filmografía títulos como poco conocidos y, en algunos casos, interesante pero que se enfrentó con 'El hombre lobo' a un reto enorme y fracasó en su intento.

Johnston apuesta por una revisitación estética a los viejos clásicos de la Hammer para mostrar al mito de la licantropía desde una visión romántica (entendido este concepto desde su acepción original decimonónica) y trágica. El director se acerca a sus referentes con tanta cortesía y respeto como lo haría una fan entregado a la causa del gótico, y el resultado es exactamente eso: una sucesión de imágenes y de situaciones muy afines a la tradición pero desde un cartón-piedra que evidencia la falta de personalidad de Johnston para conseguir que sus referencias toman otra forma. Una película que intenta ser o parecer de otra época y se pierde en una oscuridad que no tiene nada de lúgubre ni morboso, convirtiendo al hombre lobo en un ser totalmente irrisible.

A favor: Los actores.

En contra: Que El hombre lobo parece un manual del cine de terror.