Farinelli (Il Castrato)

Sorprende éxito del cine europeo –y del belga- durante los noventa, Farinelli supuso la tercera película del cineasta Gérad Corbiau, quien con su debut, El maestro de música, ya había dado señales de su calidad tras la cámara. Con Farinelli reconstruyó una época y se adentró en un personaje complejo y en una relación, con su hermano, tan sensual como malsana, mientras ambos recorren Europa seduciendo mujeres y deslumbrando con su voz. No supone, como su aspecto puede parecer, una simple película de época, bellamente ambientada, con una dirección artística magnífica, sino que posee el aliento de las mejores películas históricas europeas en las que la técnica y la profundidad narrativa se daban de la mano. Corbiau presenta una puesta en escena soberbia, destacando el perfecto equilibrio entre los momentos más íntimos con el despliegue de los momentos musicales, una auténtica maravilla son