Crítica de SensaCine.com para Cosas que perdimos en el fuego: Vidas peligrosas

Para su primera película en Hollywood, la directora danesa Susanne Bier apostó por un ambicioso drama para el que consiguió reclutar a varios actores de prestigio. Halle Berry en un papel similar al de 'Monster's Ball' por el que ganó el Oscar, Benicio del Toro y David Duchovny, famoso por ser el Mulder de 'Expediente X', aunque ese papel le haya perseguido sin terminar de triunfar en el cine. La película es un drama intimo en el que se atraviesan todo tipo de temas de actualidad, e incluso en el fondo de todo el drama puede verse la decepción de América tras el atentado de las Torres Gemelas y la posterior guerra de Irak. Pero la película nunca lo menciona, sino que todo se establece de manera más sencilla: un drama de personajes luchando por sobrevivir en un mundo que les golpea constantemente. Un drama sobre la adicción, hacia los recuerdos y hacia las drogas.

Un drama de actores, pues se apoya principalmente en las exhibiciones dramáticas de Benicio del Toro y Halle Berry, si bien ambos parecen recurrir a papeles anteriores para construir sus personajes. Y ese es el principal problema de esta película de Susanne Bier, y es que parece un grandes éxitos de cierto cine intimista que se desarrolla habitualmente en Hollywood. El cine que se espera de directores que vienen de otros países a rodar a Estados Unidos, como pueden ser Alejandro González Iñárritu, Fernando Meirelles o Tomas Alfredson. Un cine adulto, pero que al mismo tiempo parece clonarse una y otra vez, con sus estructuras argumentales, tan complejas como demasiado mecánicas, con sus actores que interpretan el mismo papel una y otra vez o con sus historias autoconclusivas que nunca terminan proyectándose sobre nuestra propia realidad.

A favor: Un cine bien realizado y actuado.

En contra: Demasiado académica y sin nada nuevo que ofrecer.