Crítica de SensaCine.com para La lista: Entre dos aguas

Admiración, envidia, humillación, decepción... Si hay algo que los thrillers más vulgares -esos de bajo presupuesto, rodados frecuentemente para la televisión- suelen explotar muy bien es esta clase de sentimientos que se instalan, de forma patológica, en sus protagonistas y funcionan como detonantes de cada incidente de la trama. Hay, en "La lista", cierta voluntad de situarse a ese nivel primario y básico (especialmente en las escenas de sexo, donde escuchamos algunos diálogos antológicos). Pero también hay una voluntad de sofisticación (su atractivo elenco, la inconfundible fotografía de Dante Spinotti, las habitaciones de hotel y las elegantes oficinas donde sucede gran parte de la acción) que conspira contra ese otro filón, haciendo que el filme no acabe de sentirse cómodo en ninguno de ellos.

Hugh Jackman y Ewan McGregor tienen una gran presencia en pantalla y componen bien sus personajes, pero algo falla a la hora de delinear las convulsas corrientes subterráneas que se dan entre ellos. Por momentos parece que Marcel Langenegger intenta convertir a su filme en una variante de "El juego de Ripley" pero le falta oficio, tensión y densidad. Estamos ante una película que tenía todos los ingredientes para ser un buen thriller sin excesivas pretensiones, pero el resultado final es tan decepcionante como un cóctel mal preparado.

A favor: Sus ingredientes resultan atractivos pese a que no cuajen en el conjunto.

En contra: Que no sabe aprovechar el potencial de su propuesta y se pierde en una mezcla de tonos.