Crítica de SensaCine.com para Naturaleza muerta: La presa

Jia Zhang-ke es posiblemente el mejor retratista de la China contemporánea. En sus películas ha sabido mostrar de manera sutil las víctimas que el gran crecimiento del gigante asiático va dejando a su paso. Tras unos primeros dramas rurales que destacaban por su gran coherencia estética, Jia dio un gran paso con 'The World', aquella película sobre el parque temático de Pekín que reconstruye los grandes monumentos del mundo. Después, en 'Naturaleza muerta' regresó al rural, pero manteniendo el espíritu metafórico de su anterior película. La construcción de la gran presa de Fengjie es el motivo de unión entre diferentes historias de pérdida y abandono. De personajes arrastrados por la Historia.

Y es que es una película donde los paisajes parecen rostros, y los rostros paisajes. Es decir, que el paisaje no está ahí simplemente para ser bello, sino que en él se encuentra incrustada la Historia de decenas de generaciones, de batallas, de vidas humanas, que la acción de la presa, como metáfora de la china comunista, terminará hundiendo y borrando para siempre. En las películas de Jia, notamos el paso del tiempo, casi como si pudiésemos acariciarlo. Todo se desarrolla de manera lenta, pero simplemente porque le gusta fijarse en los pequeños detalles, en las gentes que pueblan sus películas. Al fin y al cabo, una naturaleza muerta es eso, la captación y reproducción artística de un objeto con vida, sometido al paso del tiempo, Para Jia, el hecho mismo de filmar es un acto de resistencia contra el olvido que promueve el gobierno chino.

A favor: Un acercamiento totalmente original a las capacidades del cine para registrar la historia de la humanidad.

En contra: Está claro que su ritmo casi comatoso no gustará a todo el mundo.