La sombra del poder : los secretos del rodaje

La sombra del poder está basada en la serie de la BBC 'State of Play',emitida en 2003 y creada por Paul Abbott, él es uno de los impulsores del proyecto y el productor ejecutivo junto a E. Bennett Walsh. No fue fácil encontrar un director que consiguiera poner en imágenes la verosimilitud que les había fascinado, y reducir las seis horas de miniserie a un largometraje sin dejar de plasmar los complejos vínculos entre política, periodismo y la vida privada de sus protagonistas; además los productores habían decidido trasladar la trama a Washington DC, convencidos de que situarla en la sede del poder estadounidense le daría aún más fuerza.

El premio de la Academia y los dos Bafta que Kevin Macdonald había recibido como documentalista avalaban su rigor y con su primer largometraje 'El último rey de Escocia',había logrado sorprender. Para completar el equipo apostaron por .Matthew Michael Carnahan, dándole la oportunidad de llevar un guión a la gran pantalla por primera vez y parece que ha dejado de ser un talento en ciernes, porque actualmente trabaja en la adaptación de 'The Forever War', dirigida por él y producida por Ridley Scott.

La huelga de guionistas de Hollywood también afectó a 'La sombra del poder' Entre finales de 2007 y principios de 2008 se decidía el comienzo del rodaje y, como tantas otras producciones del momento, la puesta en marcha del proyecto sufrió un significativo retraso. A la demora hubo que sumar la desbandada de los actores con los que habían contactado; Brad Pitt abandonó el barco por sus diferencias de criterio respecto a algunos aspectos del guión y Edward Norton finalmente no pudo compatibilizar el trabajo con 'Leaves of Grass', de Tim Blake Nelson. Afortunadamente, el asunto llegó pronto a manos de los oscarizados Russell Crowe y Ben Affleck, y estos aceptaron encantados la oferta.

Ben Affleck se unió al rodaje poco después de finalizar 'Adiós, pequeña, adiós'; su debut como director. Como él mismo declara, volvía a la actuación tentado por la ambigüedad moral del personaje que le ofrecían. Algo parecido le sucedió a Russell Crowe : "Uno de los temas de la película es la ambigüedad del concepto de una prensa objetiva", comenta. "Los periodistas quieren ser objetivos; supuestamente sus relaciones y su vida no afectan a sus artículos. Pero en este caso, no es así. Me gustó que se les mostrara como seres humanos. A veces no consiguen desenredarse de la historia, lo que puede tener buenos y malos resultados". Por su parte, Helen Mirren vuelve a convertirse en una mujer atípica y poderosa: "Me gustó la inteligencia, la relevancia, la modernidad del personaje", dice. La actriz se preparó para convertirse en la exigente editora Cameron Lynne participando en una sesión de trabajo en la redacción de Los Angeles Times, para conseguir entender la presión a la que está sometida una importante figura de la prensa.