Crítica de SensaCine.com para Un pequeño cambio: Cuestión de semen

Las películas protagonizadas por la actriz Jennifer Aniston comienzan a conformar una masa informe en la que todas terminan pareciéndose tanto a las demás que uno es incapaz de diferenciarlas con claridad. Han terminado convirtiéndose en un género en sí mismo, algo que no deja de ser terrible. Sin embargo, la película que nos ocupa, ‘Un pequeño cambio', a pesar de contar con ese tinte homogéneo que le aporta la interpretación siempre idéntica e intercambiable de la pizpireta actriz, contiene algunos elementos un tanto diferenciales que contribuyen a aportarle cierta distinción al asunto. El guion se basa en un relato del escritor Jeffrey Eugenides, autor del Pulitzer "Middlesex", que gira en torno a uno de sus temas recurrentes: el legado genético que cada ser humano alberga en su interior y la familia como núcleo de estimulación hereditaria. Además, que la película haya irritado a los sectores más conservadores también tiene un punto a su favor, por eso de ir quitándonos de encima viejos pensamientos reaccionarios: el personaje que interpreta Aniston, una mujer independiente y segura de sí misma, decide quedarse embarazada por su cuenta, para lo que organizará una fiesta de donación de semen entre sus amistades. Un pequeño cambio, como indica el título de la película, provocará la confusión entre los espermas, quedando nuestra heroína embarazada de su mejor amigo Wally, sin saberlo.

La película, dirigida por el tándem formado por Josh Gordon y WillSpeck (‘Patinazo a la gloria'), utiliza la socorrida fórmula mainstream a la hora de analizar las nuevas realidades en torno a los modelos familiares propios de nuestro tiempo, al igual que ‘Los chicos están bien' se adentraba también en el tema desde una perspectiva indie. A pesar de que el alcance quede irremediablemente corto, la película parece esforzarse por trazar un sentimiento generacional en torno al personaje de Wally (JasonBateman) y su incapacidad para asumir responsabilidades, su apatía por todo aquello que le rodea y su nulidad como motor de decisiones. Puede que no sea mucho, pero al menos, dentro del subgénero "anistoniano", ‘Un pequeño cambio' puede que sea su particular obra maestra. ¿Quizás porque ella no es la verdadera protagonista?...

Lo mejor: Qué Jennifer Aniston no sea la verdadera protagonista de la función.

Lo peor: Su final edulcurado. Podría haber sido un poco más valiente.